domingo, 28 de abril de 2024

ChocQuibTown, una alternativa domesticada

El grupo afrocolombiano era una perla en bruto hasta que la Sony le echó el ojo...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 06/09/2019
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Choco Quib Down
La creación artística de este grupo musical ha transitaron desde las identidades más densas, territoriales y socioculturales, a las más livianas. (Fuente: El Tiempo)

No es que dejen de brotar alternativas contraculturales, es el poder gravitacional de las Industrias Culturales Hegemónicas para entramparlas en sus órbitas, en sus reglas de juego y criterios de éxito. Hay muchos ejemplos, el grupo afrocolombiano de hip hop ChocQuibTown es uno de ellos.

La agrupación era una perla en bruto, hasta que la Sony le echó el ojo. Su nombre era un acrónimo de sus orígenes, hoy está por convertirse en otra marca.

Según la banda su significado sería más exactamente Chocó- Quibdo- Nuestro pueblo, con el que rinden homenaje a la tierra donde nacieron. Choc por el departamento Chocó, una región colombiana con una población mayoritariamente negra; Quib por Quibdó, la ciudad principal del departamento del Chocó y en la que nacieron, y Town (pueblo), en inglés para alinearse con el hip-hop, movimiento juvenil global nacido en los EE.UU.y porque su intención era visibilizar a su gente, su etnicidad y su cultura.

Se fundó en el 2000 con la intención de ponerle un poquito más de África al sonido que se escuchaba en aquel entonces en Colombia. Aunque se conocía desde la infancia, se agruparon en Cali y luego se mudaron a Bogotá donde comienzan a conquistar popularidad.

Su carta de triunfo fue la defensa de la identidad de Chocó. Una de las regiones más deprimidas de Colombia, “zona de sabor y de corazones abiertos, de lágrimas y de mucha lucha y de gente con deseos de superación”-en sus palabras. Ese orgullo abierto, que glocalizaba influencias exógenas  en un tronco nacional, resultando una proyección escénica original y un sonido innovador; fusión de funk, hip hop y reggae con ritmos tradicionales de esta costa pacífica colombiana como el bunde, currulao, bambazú y aguabajo.

Con mucho esfuerzo y una postura anti-racista Goyo (Gloria Martínez), Tostao (Carlos Valencia) y Slow (Miguel Martínez) se convirtieron en símbolos de su región y de los afrocolombianos. 

En el 2006, Chocquibtown lanzó su primer disco con el sugerente título “Somos Pacífico”. Con este CD, producción de Iván Benavidez y Ernesto Santos, abrieron las puertas del corazón de su país. “Somos pacífico, estamos unidos / Somos pacíficos, estamos unidos / Nos une la región / Unidos por la región / La pinta, la raza y el don del sabor La mirada, la raza y el regalo de sabor”-cantan. La Segunda Edición de “Somos Pacífico” (2007) fue mezclada por el productor inglés Richard Blair que le dio un toque personal y globalizado.

El video es expresión de sus exploraciones étnicas y culturales, de la pretensión del colectivo de barrer con los prejuicios y estereotipos que marcaban a esta zona del país.  Su título y estribillo, son un juego de palabras; dicen que son de la costa del Pacífico y pacifistas. En un país donde ser negro, pobre y rapero está asociado con la violencia. Además, presentarse como como artistas, armados únicamente con sus canciones.

"La gente no sabe que el Pacífico existe. Mucha gente no lo sabía y ahora, con nosotros, saben que nuestra música se puede mezclar con otros ritmos que no son de aquí, porque nuestra música es rica y múltiple con muchos ritmos y sonoridades”- dice la cantante en una entrevista publicada en YouTube.

Similares significados se presentan en el video “Donde Vengo Yo” (2009). Con el que se alude su localidad, origen geográfico, pero también su devenir cultural; un punto de partida étnico, espiritual y emocional. Con este tema, en el 2010, ganaron el Grammy Latino fueron y nominados para el Grammy Anglo.

Con un tono más de denuncia publicaron en abril de 2009, el video clic de “Oro”. Músicos, mineros y pobladores repiten el coro: “oro, oro te llevaste mi oro". Y es que la búsqueda del preciado metal fue una de las principales razones por las que los esclavos africanos fueron llevados a Colombia. En Chocó, las minas de oro más grandes y ricas han sido explotadas desde la época colonial.

Al final del video, en el fondo montañoso donde canta Goyo, aparecen imágenes fantasmagóricas de bailarines negros africanos con sus cuerpos pintados con diseños precolombinos. La canción se cierra con una imagen de una pieza arqueológica de oro del Museo Colombiano del Oro. Esta imagen indica una alianza con los pueblos indígenas, quienes también han sufrido explotación y desplazamientos por los insaciables apetitos de la oligarquía colombiana y extranjeras, desde la colonia hasta hoy.

El agua es una constante en los tres videos. "Mi alma es como el río, conoce muchos caminos ... "-dice Goyo en “Oro”. Porque, además de fluvial, esta área de Colombia es la tierra baja más lluviosa del mundo. “Somos Pacífico” comienza con la imagen del río Atrato, que fluye a través del Chocó y que define la frontera con el departamento vecino de Antioquia. Este río se navega desde Océano Atlántico hasta Quibdó y define el transporte y la economía de la región. Gran parte de la población se alimenta de peces, por eso en la apertura del video vemos una canoa y a un hombre que arroja una red. En “De Donde Vengo Yo”, se nos presentan botes que transportan personas, y pobladores que limpian el pescado para la venta. En “Oro” todo el elenco, cantantes y extras cantan con las piernas en el agua de un río, de donde se extrae el oro.

De proyección más claramente antirracista es el más reciente video “Somos los Prietos” grabado por los actuales integrantes de ChocQuibTown con su excompañero Alexis Play, quien prefirió separarse de la agrupación y quedarse en quedarse viviendo en Quibdó. Una propuesta que es como una excepción dentro de sus últimas producciones visuales.

Después de su incorporación al catálogo de la Sony Music Latin, sus mestizos beats han incorporado otros ritmos latinos, enlatados con el pop. Poco a poco los videoclips dejaron de ser expresiones de la cultura popular para reproducir los patrones de la cultura de masas. Transitaron desde las identidades más densas, territoriales y socioculturales, a las más livianas.  

Y lo peor, su proyección discursiva ha sido cooptada y funcionalizada por el sistema cultural hegemónico, con una producción simbólica menos subversiva y más light.

Operación que incluyó los llamados featuring con marcas registradas.  En 2011 acompañaron al argentino Diego Torres y la brasilera Ivette Sangalo interpretando el himno de la Copa América “Creo en América”. En 2014 fueron invitados por Carlos Vives para participar en la canción “El Mar De Sus Ojos”, “algo muy fresco, muy joven, algo de la raíz caribe y pacífica” – al decir de Vives. El video fue grabado entre Miami (EE.UU.) y Colombia con el propio Vives y Andrés Castro como productores.

Los últimos no dejan duda. Poco que ver “Contigo” y “Pa Olvidarte (Remix Oficial)”- junto a Zion & Lennox, Farruko y Manuel Turizo- con aquellos primeros en Chocó. Son otras las locaciones, más urbanas y tecnológicas, otras las vestimentas de los intérpretes, los objetos enfocados, los colores y las texturas. Realizados por los directores de la industria como Daniel Duran y Pedro Vazquez, con su estandarizada estética, llena de fórmulas para el consumo. 

En “Que Me Baile”, con la marca Becky G, los realizadores construyen una tribu falsa, un “mundo negro”, cualquiera y ninguno. La mirada es folclórica y estereotipada. Una multiculturalidad abstracta.

Cuanto más visible fuese ChocQuibTown más podrían hacer por su gente, contra el racismo, la marginación, la pobreza y el desplazamiento. Pero su establecimiento, bajo la luz de la Sony,   tuvo un costo para el Chocó, la dilución de estas demandas en el espectáculo fragmentador, su resemantización en lo lúdico y efímero.

Una vez más, La Industria logró digerir y domesticar una identidad subversiva, alternativa y liberadora.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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