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viernes, 22 de noviembre de 2024

Otra mala de Maluma (+Video)

A propósito de “Mala mía”, otro video misógino de este intérprete de reguetón y trap...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 12/10/2018
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Mala Mia
Fotograma del videoclip "Mala mía"

La polémica sexista parece estar entre las estrategias más recurridas por Maluma para promocionarse como marca, generar un nivel de expectación y acaparar más reproducciones en los canales de comercialización de su música (Apple Music, Spotify, Amazon Music, iTunes…). Todo con el objetivo de incrementar las ganancias de estas plataformas, de la Sony Music y en un menor por ciento de él mismo.

La más reciente “se prendió” con el anuncio en su Instagram de la portada del videoclip “Mala mía”. Un post retocado hasta la deformación en Photoshop en la que el símbolo sexual se ve dormido en la cama de una habitación de hotel, rodeado de una decena de mujeres también semidesnudas.

“Machismo en una imagen”, como lo resumía un usuario de Twitter y que provocó cuestionamientos como este:

“¿Era necesario? ¿Alguna vez harás un video con una chica ordinaria? ¿Alguna vez dejarás de usar a las chicas como ‘el agregado’ de tu producto? Muchos jóvenes te siguen y te admiran y ven como algo normal (por tu ejemplo) el usar a las mujeres como algo sexual, como un pedazo de carne... Cantas bien con tus sintetizadores pero podrías usar tu fama y tu fortuna para ayudar a contribuir a la sociedad de otra manera, eres la cara linda de lo que la gente quiere: exceso, sexo, droga fiesta y millones; mientras que la realidad en el mundo es otra: pobreza, guerra, migración, tráfico, trata de personas, o que tal la triste situación de Venezuela, de Haití, de los miles de refugiados que han muerto cruzando el mar buscando una oportunidad. Tienes tanta fama y tanta influencia y le enseñas esto a la gente ??? Que egoísta y vacío eres” —fue la contundente respuesta de @sofi.nicole al post de Maluma.

Como si no bastara,  el intérprete de reguetón respondió en Instagram con una instantánea más grosera aún; con una foto donde se le ve “agarrándose” la entrepierna con el siguiente pie de foto: “Si te molesta pues… #MalaMia”.

A propósito, Lucy Vives, la hija del también colombiano Carlos Vives, lanzó una campaña en Instagram en contra de Maluma y de la proyección sexista de sus canciones, videos y fotos publicadas en las redes sociales.

La controvertida imagen era la promoción del video dirigido por el realizador de origen dominicano Jessy Terrero, publicado el 10 de agosto, con licencia cedida a YouTube por SME, en nombre de Sony Music Latin. Una semana después, el video ya tenía aproximadamente 500 000 vistas en YouTube y en menos de dos meses, al hacer estas notas, había acumulado 84 678 175 visualizaciones, solo en su canal oficial MalumaVEVO.

Tras la escena captada en la polémica foto, alguien toca su puerta para pedirle que se apure, pues debe filmar un show de TV. Entonces la “estrella latina” hace lo suyo: cantar y escenificar su filosofía denigrante. Las mujeres que vienen a filmar pasan sobre otras mujeres tiradas en el piso. Son meros objetos sexuales, que luego vemos sonriendo en una fiesta o en una piscina, rodeando al macho.

Para Maluma —como plantea en el estribillo—, sus detractores en el fondo lo quieren y por eso lo imitan. Y más, quienes escribimos notas como esta solo lo envidiamos: “…la gente sigue criticando y criticando, pero creemos que eso es mentira. A eso le llamamos pura envidia” —se escucha al final del video en la voz de una mujer, sarcástica ironía.

Con ello se hace funcional a los que pretenden que aceptemos y lleguemos a adorar al “malo”. La banalización de los preceptos morales que, pese a sus constantes replanteos, ordenan las relaciones humanas y la civilidad. “Me besé a tu novia, mala mía/ Me pasé de tragos, mala mía/ Me cagué en el party, mala mía”. La dilución de todo lo virtuoso bajo el pretexto del respeto al individualismo resumido en su frase: “Así es mi vida, es solo mía”.

No es la primera vez que el colombiano se ve involucrado en polémicas como estas. El videoclip de “Cuatro babys” ya había provocado reacciones similares, llegándose a crear incluso una petición en Change.org para retirarlo. Algo de eso también generó el videoclip de “Felices los 4”. En aquel, como en el de “Mala mía”, es clara la explotación de su cuerpo, sus pectorales y sus tatuajes, para valorizar su imagen.

Con la foto y el video de “Mala mía”, este “famoso” y su staff se montan en una tradición patriarcal. Pero tensada hasta los extremos de un discurso machista y misógino, con derivaciones tan violentas como el feminicidio que azota la región.

Ciertamente, no son tan nuevas estas escenas, solo cambiaron las locaciones y el macho alfa. Ya en 2014, el videoclip “Blurred Lines” de Robert Thicke con Pharrel Williams y T.I, en el que estos famosos se rodeaban de bellas modelos, muy al estilo del video de Maluma, se ganó un lugar en el catálogo de la representación sexista de las mujeres en los videos musicales.

Es la misma proyección de videos recientes como el “In my feelings”, de Drake o “Bien Duro”, de C. Tangana. O los videos “No mientas” y “Fuego”, colaboraciones de El Micha con los puertorriqueños Bryant Myers y Farruco, así como “Ni santas ni finas” y “Chona” del dúo Yomil y El Dany, para referirnos también a sendos exponentes del patio.

Como ha destacado Ana Sedeño Valdellós, doctora en Comunicación Audiovisual y autora de Lenguaje del videoclip (Universidad de Málaga), a S Moda: “…en el momento actual puede localizarse un repunte de representaciones machistas en el videoclip (quizás más notable en ciertos géneros musicales, como el rap o en la música latina)”.

No nos extrañemos por otras malas, y más Malas, de Maluma.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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