Si hurgamos en los recuerdos, encontraremos alguna de esas ocasiones en que los niños llegan a volverse fastidiosos con tantas preguntas, pues ante cada respuesta presentan dos y más nuevas interrogantes.
Convertir toda afirmación en frase entre signos de interrogación no puede calificarse como que sea con intenciones malas ni aún cuando no se trate de infantes, sino de adultos, pues el saber no ocupa lugar y lo que se aprende nunca está de más.
Hay quienes preguntan, y por ley es obligado responder, pues indagan con el fin de esclarecer si hay delito o no, o para descubrir si alguien es culpable, o para hallar algo perdido por haber sido sustraído indebidamente.
También existen profesiones ante las que gustosamente las personas se someten al interrogatorio, y contribuyen con el aporte de datos, aunque no sean pedidos, pues de tales elementos depende un correcto diagnóstico para decidir el tratamiento y pronosticar el comportamiento futuro.
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Hay otros practicantes de oficios como los de elaborar comunicados o dar noticias que usan preguntas a la manera de herramientas para elaborar los mensajes contentivos de elementos considerados útiles con vistas a que los receptores adopten una u otra posición.
Realmente, averiguar se ha convertido en una acción humana esencial y no se concibe a nadie que en algún momento no averigüe algo, o al recibir una información sienta los deseos de saber más, más y más.
Cuando llega la comunicación de un accidente con ¨Se investigan las causas¨, o al referirse al fallecimiento de una persona explican que fue por una larga y penosa enfermedad o de una repentina enfermedad, generalmente despiertan algún deseo de que se sea más explícito, y no hay maldad en ello.
Independientemente de alguna dosis de morbosidad o curiosidad natural, existen otros casos que requieren averiguaciones para proceder en consecuencia con las intenciones reales de tanta averiguadera en la que para cada dato o respuesta, hay una avalancha de averiguaciones.
- Consulte además: El que da primero ¿da el palo periodístico?
Son esos casos en que lo importante es que se adoptó una decisión correcta, aceptada y exigida por las mayorías, pero al quedar algo sin precisar, sea importante o no, relevante o irrelevante, se nota de manera abierta o encubierta la malévola intención de causar confusiones y desconfianza.
Y para terminar estas líneas, nos gustaría averiguar qué piensan los lectores y si no opinan, sería bueno averiguar por qué no opinan, y si dan sus criterios, no estaría de más averiguar los motivos por lo cual lo hacen.
El autor de estas líneas, pone punto final y sale de inmediato a averiguar qué tema tratará el próximo viernes.
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