La repetición y los disturbios

Conozco una familia que al educar a sus pequeños filtraban los contenidos de los cuentos y canciones, así como de lo que simbolizaban los juguetes.

Con ese procedimiento, impidieron que los niños escucharan esta canción para evitar que amaran a las cucarachas al solidarizarse con el dañino insecto por haber sido agredido por hormigas y perder extremidades para andar.

Y desde muy temprano hasta impidieron que alguien les cantara A la rueda rueda, de pan y canela… pues afirmaban que precisamente por no tener aún capacidad para razonar, no se les podía indicar de ninguna manera que no fueran a la escuela:

Los mensajes de ambas canciones en el primer caso inducen a solidarizarse con un insecto dañino y en el segundo son un claro llamado a no ir a la escuela, lo cual repetido una y otra vez puede causar efectos negativos como se está demostrando en estos días en que mentiras reiteradas que llegan por diferentes canales han causado disturbios en diferentes lugares del país.

No fueron pocos los que se calificaron en aquellos años de exageradas tales prohibiciones que hoy recuerdo cuando María ya hasta dice estar considerando cerrar su actual perfil en Facebook para evitar que le lleguen repeticiones tan homogéneas precisamente de allegados que dicen ser partidarios de la libertad, incluida la de expresión.

Así sucede en general en las redes sociales sobre todo con el tema de Cuba, la Revolución Cubana y el Socialismo, pues hay personajillos entrenados que a su vez han arrastrado a otros que consciente o hasta quizás inconscientemente se suman a multiplicar la repetición de expresiones contrarias a lo que quieren la inmensa mayoría del pueblo, su gobierno y sus líderes.

Dicen defender la pluralidad de opiniones, pero hacen prevalecer con todo tipo de técnicas y mañas una sola a través de denostar el Socialismo, y crear una especie de molde dentro del cual toda información adopta obligadamente una sola forma.

Primero causaron el problema mediante el bloqueo económico, comercial y financiero con un aparentemente inocente cambio de nombre, pues le llaman embargo, lo cual pudiera parecer una nimiedad, pero si en vez de bloqueo fuera “embargo”, hoy Cuba no estaría en otra situación.

Una vez provocadas las dificultades, de manera sutil o abierta, siempre proponen la misma solución: hacer caer la Revolución, a lo que denominan régimen, y este es el otro molde que últimamente imponen con mayor fuerza.

Dentro de ese recipiente, cualquier información adopta la misma forma: la culpa es del régimen. Si no hay medicina, si falta la comida, si tampoco existe suficiente transporte, si se padece de la carencia hasta de lo más elemental, es por culpa del “autobloqueo”.

Que esa repetición al moldear causa efecto, está probado a través de los años: Un día como ayer, 5 de agosto, sucedió lo que el enemigo gustar llamar Maleconazo, un disturbio causado por el repite que te repite de que para resolver los problemas hay que “viajar” al exterior.

Tal dato sobre los viajes al caer dentro del molde creado, unas veces tomaba la forma de que en el caso exclusivo cubano no hay emigración económica, sino que es “huyendo del régimen”, o que la solución es sencillamente viajar, establecerse definitiva o temporalmente “afuera”.

¿Qué otra cosa puede suceder, mayormente entre la escoria que no hemos tenido capacidad de evitar su surgimiento? Si le dicen hasta lo más increíble en relación con que vendrán a trasladarlo hacia “afuera”, irán a hacer cola o se aglomerarán a esperar los medios de transporte.

En fin es comprensible que aquella familia haya evitado la creación de un molde en el cual toda información haga amar insectos dañinos o que acostarse a dormir es la opción cuando no se quiere ir a la escuela, pues no otra cosa ha sucedido en la mayoría de los casos en que les han repetido una mentira tras otra sobre la Revolución y los han llamado a crear disturbios como solución.