//

sábado, 23 de noviembre de 2024

Más vida, pero con calidad

No basta ser longevos, pues también se requiere calidad de vida...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 17/02/2023
1 comentarios
Ancianos en Cuba
No siempre se necesitan grandes obras ni costosos recursos para facilitar que los adultos mayores se desempeñen cotidianamente (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Cuando los actuales ancianos éramos niños, considerábamos que quienes en ese tiempo superaban un poco los 40 años, ya les decíamos viejos, y ahora resulta que por lo general dan tal calificativo a los casi septuagenarios.

Por aquellos momentos, cuando un anciano cruzaba la calle o andaba sobre un desnivel del terreno, podía haber varios jóvenes que se apresuraban a prestarle apoyo, sin embargo, actualmente la situación ha cambiado drásticamente.

No es tanto por descortesía como porque resulta posible encontrar un escenario en el cual la mayoría la forman personas de avanzada edad, casi todos necesitados de ayuda, ya sea por tener mermadas las facultades físicas o tener alguna dolencia.

Estas líneas fueron inspiradas al escuchar que un octogenario contaba cómo apuró sus pasos para sostener a una anciana que descendía del ómnibus: “di un mal paso y si no es porque aquella vieja se tiró de la guagua y me aguantó, ahora estuviera haciendo el cuento, pero en la sala de ortopedia del hospital.”

Risas y bromas hubo abundantemente mientras narraba las piruetas de la atlética dama, cuya descripción coincide con las características de una vecina que rebasa los 75 años y que todas las mañanas veo en un grupo que practica Tai Chi.

Este tema del envejecimiento poblacional se ha estado tratando en los últimos días en reuniones donde hablan de actuar para revertir la situación con estímulos a los nacimientos y evitar los éxodos, tanto de un lugar a otro del territorio nacional como hacia afuera.

Lo común en esos espacios donde aborda el asunto, suele ser concentrarse, no en todos los casos, en obras constructivas, ya sea para el cuidado de los ancianos o círculos infantiles a reparar o abrir otros servicios similares en centros de trabajo, lo cual es comprensible porque se trata de indicadores medibles.

Sin embargo, no sucede así con temas de la espiritualidad para realizar acciones en la comunidad como los de aquella dama de la anécdota, en formidable condiciones físicas, y no solo por los ejercicios, sino por ser una oportunidad para socializar y que no se sientan solos, apartados ni menospreciados.

No dejará nunca de ser importante la infraestructura material, pero recordemos que el estado mental de las personas, sobre todo en esas edades donde el humano es tan sensible, requiere una atención especial, individual, personalizada.

Afirman muchos que es necesario ponerse en lugar del otro, y el incidente del anciano queriendo ayudar a una anciana a descender del ómnibus debiera ser una caso en el que todos debiéramos pensar qué habríamos hecho en tal situación.

Según cuenta el caballeroso viejito, cargaba en sus brazos una pesada jaba que le impedía los movimientos, razón por la que pasó a ocupar la posición de socorrido precisamente por la persona a la que pretendía auxiliar.

Sería bueno que personas como los de la anécdota formaran parte de un consejo técnico asesor o fueran consultados por los encargados de atender el envejecimiento poblacional, pues entonces sabríamos de reclamos como los del socorrista-socorrido.

Sin lograr la seriedad que pedía a quienes escuchaban, dijo que debieran venderles o regalarles a los viejos como él, algún medio para llevar las cargas, aunque fueran en pocas cantidades, pues al cabo de unos pasos iban siendo cada vez más pesadas y las fuerzas merman con los años.

Hizo una disertación sobre las carretillas, que debían ser ligeras y si fueran plegables, mucho mejor, pero que si no se las podían reglar, que fuera a precios asequibles a su pensión, obtenida cuatro años atrás, antes de la actual modalidad monetaria.

Pasado el momento humorístico, con tiempo para la reflexión, se le puede dar toda la razón a ese hombre de la tercera edad, sobre todo, avalado, en este caso, por tener ese artefacto con el cual acabo de transportar un cilindro de gas, antes de redactar estas líneas.

Y seguramente, además de carretillas, habrá más sugerencias para mejorar la calidad de vida de quienes pasan de los 60 años de edad.  


Compartir

Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 1 comentarios


Elviejochucho
 20/2/23 15:02

Chang: Aqui te mando un link acerca de las plantas electricas flotantes https://www.laprensalatina.com/cuba-aims-to-ease-electricity-woes-with-new-turkish-floating-power-plant/. Vienen de Turquia. Quisiera oir tu opinion. Gracias Chucho Paniagua

Deja tu comentario

Condición de protección de datos