jueves, 28 de marzo de 2024

La Cuba de hace 105 años

Durante esos días, Tiburón deja la silla presidencial, matan al jefe de la policía por clausurar los garitos y los tuneros comienzan a hablar por teléfono...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 05/05/2018
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José Miguel Gómez- Tiburón-presidente-Cuba
El saliente, José Miguel Gómez, Tiburón, se caracterizó por sus tragaderas insaciables en cuanto al erario.

Como hijas de la fantasía que son, nuestras libérrimas coordenadas se han movido a través del tiempo, hasta la Cuba del remotísimo 1913.

Cuando llegamos a La Habana, específicamente al barrio San Isidro, nos sorprendemos con las infelices sacerdotisas del amor rentado, mesándose los cabellos y desgarrándose las vestiduras en su desesperación. Sí, la barriada que tiene por nombre el del santo labrador ya no será una zona capitalina de tolerancia, por decisión gubernamental.

El general Armando Rivas, jefe de la Policía, ordena el cierre de los garitos habaneros. Consecuencia: lo asesinan a tiros en el Paseo del Prado.

Hace 105 años se produce el “quítate-tú-pa-ponerme-yo”, como se diría en buena jerga cubiche. En efecto, un general se retira de la silla presidencial para que otro deposite en ella sus posaderas. Ambos hacen honor a los apodos respectivos. El saliente, José Miguel Gómez, Tiburón, se caracterizó por sus tragaderas insaciables en cuanto al erario. El entrante, Mario García-Menocal, El Mayoral, fue tan antiobrero que lo mismo le declaraban huelgas los tipógrafos que los carretoneros o los vendedores de refrescos. (Es dato estrictamente cierto: todos esos gremios le declararon paros).

¿QUÉ MÁS PASABA HACE UN SIGLO Y CINCO AÑOS?

Descubrimiento de un cementerio precolombino. El hallazgo fue realizado por el ingeniero cubano Antonio Cosculluela, en la finca Cocodrilos, del cienfueguero barrio de Carreño.

Primera piedra de la fábrica de botellas La Tropical, en Palatino.

Ya las parejas de enamorados tuneros podrán intercambiar ternezas a distancia: la ciudad acaba de inaugurar el servicio telefónico.

Va tomando auge la urbanización del reparto capitalino Miramar.

Se pone en marcha la mina cuprífera de Matahambre, en Pinar del Río.

La Habana es el escenario de un torneo internacional de ajedrez, con la asistencia de competidores estadounidenses, rusos y franceses. Están presentes Marshall, Janowski y Kupchik. Marshall resulta ganador.

José de la Caridad Méndez pichea un juego cero hits cero carreras frente al equipo Birmingham.

Los pilotos cubanos Domingo Rosillo y Agustín Parlá cruzan el Estrecho de la Florida.

Ya circulan por el país más de mil autos.

Fuego en Sagua la Grande. Se complica la situación porque en medio del siniestro, por razones desconocidas, se entran a trompones bomberos y policías.

Se descubre que el vigilante Eugenio, de la capitalina Tercera Estación, es también emprendedor hombre de negocios: tiene una casa de lenocinio en San Miguel e Industria.

Y, DE LA CULTURA ¿QUÉ?

Es creado el Museo Nacional de Cuba.

En la azotea de una casa situada en la Calzada de Jesús del Monte entre Santa Irene y Correa, Enrique Díaz Quesada instala un laboratorio cinematográfico. Allí se preparará la cinta del primer largometraje con argumento del cine silente en Cuba: Manuel García o El Rey de Los Campos de Cuba.

El Alhambra lleva a las tablas “La patria en España”, con música de Jorge Anckermann. En este mismo año y en igual teatro, la actriz Blanquita Becerra comienza sus actuaciones en el discutido coliseo, del cual muchos años después comentará: “No había nada allí que ofendiera la moral de ninguna mujer. Sencillamente se presentaban obras de doble sentido. Quizás desmintiendo lo que la gente puede decirle al hablar del Alhambra, yo puedo asegurarle que las obras que se presentaban allí, hoy resultan infantiles”.

El gobierno, con un muy limitado concepto sobre qué es cultura, prohíbe la salida de las comparsas.

Rafael Cabrera, mambí y clarinetista, funda la Banda Municipal de Bayamo.

Benito Antonio Fernández Ortiz —a quien todos conoceríamos como Ñico Saquito—, futura gloria de nuestra música, aprende el oficio de fundidor. Será metalúrgico hasta bien avanzada su vida, y llegaría a intervenir en la fundición de colosales anclas para trasatlánticos.

Comienza a ser editada la revista Cuba Contemporánea, entre cuyas firmas insignes se contaron Juan Marinello, Jorge Mañach, Agustín Acosta, José Antonio Ramos, Miguel de Carrión… También ve la luz la revista Gráfico, que fue dirigida por Conrado W. Massaguer y tuvo como jefe de redacción a Emilio Roig de Leuchsenring.

Carolina Poncet publica un clásico: El romance en Cuba.

El niño Alejo Carpentier está en Rusia, donde ha muerto su abuelo.

Vienen al mundo —al de la música cubana imperecedera—, en Zulueta, Ñico Membiela; en Guanabacoa, Bola de Nieve.

Mientras, por las calles, a la gente le gusta andar tarareando “Perla Marina”, pieza que Sindo acaba de componer. (Costumbre que mantenemos los que todavía conservamos algo de buen gusto).


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).


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