Así hablamos (CXI)

Ya sé que existen excepciones. Pero lo habitual consiste en que la prosa se exprese de modo desnudamente directo,

Ah, bellas comadres, queridos compadres, pero lo de la poesía… es otro cantar. Se mueve parabólicamente, como un proyectil de mortero.

Gusta de lo sinuoso. De lo metafórico, lo figurado, lo tropológico, lo traslaticio.

Así, sucede que si una palabra es acogida en un verso, probablemente no va a significar lo mismo que su definición en el mataburros.  

No quiero descubrir la rueda ni el agua tibia. Pero me atrevo a declarar que en el tórax de cada cubano anida el corazón de un poeta.

¿Me pedían ustedes evidencias al respecto?

Pues dígase que el habla popular cubana es un sobrecogedor ejercicio multitudinario de poesía. Donde se desborda esa tendencia, de los bardos, a hablar según caprichosamente les place.

A continuación, algunas pruebas de lo antes dicho.

BAJARLE (a alguien) UN AVIÓN. Darle un sopapo.

ESTAR EN EL PICO DEL AURA o AL BORDE DE LA PIRAGUA. Hallarse abocado a un desastre.

GARROTERO. Usurero. (Tan vil como el que manejaba aquel triste instrumento de ejecución).

JUGAR A LOS BOMBEROS. Bañarse.

LECHERO. Tren de pasajeros, de última categoría, que hace parada dondequiera.

PARQUEARLE a alguien UNA TIÑOSA. Encomendarle un feo asunto.

QUEDAR PARA SACAR LOS PERROS A M… Se aplica al preterido o inocuo.

SER CARNE ‘E ABAJO ‘EL RABO. Ser lo más despreciable.

SER GALLETA CON GORGOJO. En el criterio de damas casaderas, ser viejo o casado.

TIRARLE PIEDRAS AL MORRO. Intentar una tarea de imposible realización. Como sería dañar a alguno de nuestros dos Morros lanzándoles seboruquitos.

TIRARSE LOS P… MÁS ALTOS QUE EL C… Se dice de quien pretende mostrar una imagen pública muy superior a su insignificancia.