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miércoles, 27 de noviembre de 2024

La “guerra” de los sexos

Siempre se ha sospechado que los cerebros de hombres y mujeres son diferentes, y ahora la ciencia apoya estas aseveraciones con estudios que desentrañan las interioridades de los órganos en ambos sexos...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 07/06/2013
2 comentarios
Cerebros, ¿Hombre Vs. Mujer?
El 99 % del código genético es igual entre hombres y mujeres.

Investigaciones recientes revelan cómo las diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres se pueden evidenciar en sus comportamientos. De hecho, en los últimos tiempos está muy difundida la idea de que el cerebro de ellos tiene una mayor capacidad para el espacio y los números, mientras que las féminas la tienen para expresarse y mostrar sus sentimientos.

Se dice que estas características se observan en el carácter y la personalidad. Según los psicólogos, las mujeres son mejores que los hombres para interpretar el lenguaje no verbal, lo que delata nuestro comportamiento.

Los estudios realizados indican que las diferencias neuropsicológicas entre los dos sexos pueden estar dadas en buena medida por los efectos de las hormonas sexuales, que no se limitan al comportamiento reproductor, sino que se presentan en las actitudes diferenciales entre varones y féminas.

Actitudes como la orientación espacial, el reconocimiento de patrones o la velocidad perceptiva muestran diferencias entre mamíferos de ambos sexos, entre ellos el ser humano.

La neuróloga Louann Brizendine destaca que la biología representa el fundamento de nuestras personalidades, así como de las tendencias en el comportamiento. Justamente, la testosterona y el estrógeno marcan las diferencias entre hombres y mujeres.

A pesar de que el 99 % del código genético es igual entre hombres y mujeres, ese uno por ciento restante influye notablemente en todas las formas de estar en el mundo de los dos.

Esta autora afirma que hombres y mujeres tienen, sin embargo, la misma capacidad intelectual e, incluso, las mujeres tienen ciertas características positivas para los números que los hombres no tienen.

CAMBIOS POR ETAPAS

Según Brizendine, gran parte de este interés se pierde en el momento de la menarquia, cuando el estrógeno llega en grandes dosis al cerebro femenino y las mujeres empiezan a concentrarse intensamente en sus emociones y en la comunicación.

La inyección de hormonas femeninas que supone la adolescencia marca, por tanto, el desinterés en las ciencias, precisamente en el momento en el que las jóvenes empiezan a decidir su carrera profesional.

Además, la menstruación hará que, a lo largo de toda su vida, el cerebro y su percepción de la realidad sea diferente cada día. Estos cambios de humor también influirán en el estrés y la ansiedad ante situaciones que para los hombres carecen de importancia.

En palabras de la autora, “el cerebro femenino está tan profundamente afectado por las hormonas que puede decirse que la influencia de estas crea una realidad femenina”.

Por otro lado, la testosterona hace a los hombres en ocasiones más agresivos y menos comunicativos. Tienen mayores procesadores en la amígdala, donde se registra el miedo y la agresividad, todo ello hace que vivamos realidades paralelas y que seamos tan diferentes.

DOLORES A PRUEBA DEL SEXO

Según las investigaciones realizadas, también las mujeres sienten el dolor de forma diferente a los hombres. Hasta ahora se ha asumido que las mujeres tenían un alto nivel de tolerancia al dolor, bastante más alto que el de los hombres, esto para ayudarlas a lidiar con la agonía de dar a luz o con sus dolores menstruales.

Pero el asunto es que en realidad las mujeres sienten el dolor de una forma muy diferente. En tanto, los hombres son más propensos a tener problemas de memoria que las mujeres.

Es sabido por los científicos desde hace tiempo que las mujeres, en general, de todas las edades, tienden a preocuparse más y de manera más intensa que los hombres.

Las mujeres también suelen percibir más el riesgo en muchas situaciones y a tener más ansiedad que los hombres. El lenguaje no verbal lo usamos cuando nos comunicamos con alguien, al tiempo que hablamos, o a veces incluso sin hablar, estamos comunicando con los movimientos de las manos, del cuerpo, las expresiones del rostro.

Todo parece indicar que los circuitos y conexiones cerebrales pueden tener algunas diferencias, dada la biología humana. La ciencia ha demostrado que estas divergencias pueden generar cambios en actitudes y caracteres que nos distinguen.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 2 comentarios


fernando
 8/8/13 14:13

Pienso que siempre seremos los portadores del gen dominante aunque debo reconocer que si a inteligencia se refiere,las mujeres perciven con 1 poco mas de rapidez las cosas que nosotros

Indira
 7/6/13 9:12

Con razón se dice que somos el sexo más fuerte. Y es que científicamente hay muchas pruebas de eso. No es cuestión de rivalidades, ni de feminismo acérrimo, las ,mujeres tenemos mucha más capacidad sentimentales. Como experimentan tantos fenómenos físicos que los hombres no, se convierten en seres con habilidades diferentes.

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