La última Incubadora… del 2018

Cuando al año apenas le quedan horas de vida, llega a ustedes nuestra última historia del 2018. Si miramos hacia atrás, podemos decir que hemos tenido un año importante e histórico, marcado por varios sucesos a los cuales Cubahora les ha dado cobertura informativa.

Un trágico accidente aérero, una guerrera sobreviviente. Huracanes, lluvias y bajas extratropicales. Verano deportivo. Un país que sabe levantarse y sacudirse el polvo de las rodillas. Una nueva constitución. Un nuevo presidente. Otra contundente victoria en la Asamblea General de la ONU contra el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba. Internet finalmente por datos móviles.

Ha sido el año en que nos hemos inundado de nuevas experiencias con la llegada de los recién graduados a nuestras oficinas. En el que todos nos hemos estrenado con alguna responsabilidad. Sarah se ha hecho especialista en realizar memes y su dedo meñique se ha sentido el peso de los tuits. Laydis ha jugado damas chinas en la oficina cuando las computadoras han decidido bloquearse. Claudia ha despertado en medio de la noche porque no recuerda si dejó puestos los pies de fotos en un trabajo y Haroldo se ha esforzado porque todas aprendamos algo básico de fútbol.

Alejandro obtuvo el premio a diseñador más rápido y Mirta se volvió experta en montaje y relaciones públicas, atendiendo a nuestros colaboradores, incluso en las tardes de fumigación.

En la oficina del Grupo de Gestión de Información, Nadia, Maité, Karen, Giselle y Claudia se convirtieron en las aplicaciones más ágiles del siglo XXI en cuanto a síntesis y valoración cualitativa, así como en búsquedas que para muchos parecían imposibles.

Gracias a los esfuerzos de nuestros informáticos y programadores, este año estrenamos la primera versión beta de nuestro buscador semántico y estamos preparando un nuevo diseño del sitio web. Nuestros colaboradores continuaron siendo la columna vertebral de Cubahora.

Este año acogimos también a un cactus como mascota y cumplimos un sueño anhelado, nos fuimos hasta Villa Clara, a conocer e intercambiar experiencias.

Ya usted ve: ha sido un año cargado de emociones y en el que su opinión ha sido trascendental para nuestro trabajo. Esperamos que el 2019 sea un año superior y desde nuestra redacción le enviamos nuestros mejores deseos. Ya puede decirnos qué le gustaría leer en los próximos meses.