Renovar un país desde las letras

Si de cambios importantes se hablara en la Cuba del 2018, no podría dejarse de mencionar el proceso de Reforma Constitucional y el Proyecto de Constitución que se llevó a debate en cada rincón de este archipiélago y más allá de nuestras fronteras.

Para renovar un país, con todos y para el bien de todos, como lo quiso José Martí, es necesario el concurso de todos y cada uno de los que lo habitamos. Desde agosto hasta noviembre, el país se llenó de criterios, algunos encontrados, otros renovadores, pero en cada esquina hubo –y hay– debate.

Cubahora se sumó a esta renovación con un foro. Cientos de comentarios de nuestros lectores llegaron semanalmente, y en más de una ocasión los lectores tuvieron respuestas en el programa televisivo Hacemos Cuba, que se transmitió los miércoles en las noches por el Canal Cubavisión.

Pero tanto fue el cúmulo y la calidad de los razonamientos, que decidimos hacer algo con todos esos datos: los lectores lo merecían y lo necesitaban. Algunos llegaron a creer que en nuestras manos estaban semejantes cambios al texto. Otros manifestaron que no participarían en ningún otro foro hasta que no demostráramos que habíamos llevado estas propuestas a la Comisión Redactora.

En La Incubadora de hoy le contaremos cómo hicimos para resumir los más de mil planteamientos realizados en nuestro foro. Hacer periodismo de datos sin poder pagar o acceder a herramientas internacionales específicas para eso es trabajoso, pero no imposible.

Comenzó así un duro e imparable trabajo en equipo. Volvimos a repartir el tiempo y a restar horas de sueño. Desde la oficina del Grupo de Gestión de Información hasta la de Cubahora, desde Cubahora hasta al Grupo de Informática, e, incluso, desde el viejo continente nos llegaron dos manos más para programar. Sonaban los chats con enlaces, recomendaciones, correos con pequeñas pruebas. Sarah y Laydis aprendieron de programación, sufrieron con computadoras bloqueadas y con códigos que no coincidían y que, en muchas ocasiones, no entendían.

Nadia y Maité hicieron un trabajo de síntesis y valoración cualitativa que ninguna aplicación sería capaz de hacer. ¿No se estará quedando alguna opinión fuera?, nos preguntábamos. Y seguimos clasificando, resumiendo, programando, diseñando...

Hasta que al fin, luego de varios meses de trabajo, publicamos. Debo confesarles que nos sentimos felices, como unos padres que acaban de conocer a su hijo en la sala de parto de un hospital. Pero si usted nos leyó y sintió su opinión reflejada, entonces la felicidad es mayor.

Esperemos la nueva versión de Proyecto que discuten hoy nuestr@s diputad@s en la Asamblea Nacional. Entonces, compartiremos otros experimentos ;)