Refuerzo playero

Me han señalado el carácter pesimista de mis comentarios. Creo que señalar nuestras singularidades no es pecado. Hasta el mismo Alejo Carpentier dejó constancia de nuestros baches en las calles y eso fue nada más y nada menos que el 10 de diciembre de 1940.

Como ya estamos en etapa de verano, o estival, como gustan decir muchas personas, hoy comentaré sobre la playa, pero sobre todo cómo llegar a ella.

Las del oeste de la Habana tienen su público, pero nunca tan masivo como las del Mégano, Santa María del Mar o Guanabo.

Llegar a ellas siempre fue una odisea, pero en tiempos de mejor economía, un Servicio Especial de Ómnibus favorecía a los pasajeros. De por sí se llegaron a reforzar los taxis y hasta los trenes, aprovechando la parada de Campo Florido, esta acercaba a gran número de personas a la playa de Guanabo.

Ya es habitual ver una fila de personas tratando de “agarrar botella”* en la loma de la Vía Blanca, cerca de Alamar, en la capital cubana. Por ahí pasan las rutas de 400 y 462 que llevan desde la Terminal de trenes y La Virgen del Camino, respectivamente hasta Guanabo, pero olvídense de poder subir a ellas.

Así y todo, un gran número de personas de ferro optimismo logran llegar a las playas.

La mencionada botella es el método más popular, pero también está la bicicleta o el pago de 25 pesos o 1 c.u.c. (pesos cubanos convertibles) a un botero, conductor de un Almendrón.

Los de más paciencia se suben a la guagua en sentido contrario y hacen su cola o fila en la cabecera donde empieza esa ruta.

En este inicio de verano no he apreciado guaguas que refuercen la transportación hacia las playas, pero sé que los que se lo propongan disfrutarán de unas de las mejores playas del mundo.

* Hacer un viaje en auto gratis gracias al buen corazón del chofer que va en dirección a su destino.