A falta de fútbol, fichajes

Con el fin de la temporada, arranca uno de los momentos favoritos de la prensa sensacionalista: los culebrones de verano. Toda la especulación se pone al servicio del mercado de fichajes y todos los nombres habidos y por haber son candidatos a vestir camisetas de colores inimaginables; pero como es lógico, los grandes equipos son quienes llevan ventajas en esto de las negociaciones, más ahora con tantos magnates jugando a FIFA Manager.

Cuando los jugadores son presentados de manera oficial, pierden el valor; lo divertido son las incógnitas: ¿cuánto costará? ¿A qué equipo se irá? ¿Quién más está en la puja? ¿Si no fichan a fulano, qué otras opciones tienen? Y nosotros, como tontos, creyéndonos todo.

Ya nadie habla de Neymar, no tiene caso, 57 M€ pusieron fin tempranero al que todos esperaban fuera el pan de cada día durante el receso del fútbol. Ni de Falcao y los sesenta millones pagados por el Mónaco. Vende el cuento chino, los grandes equipos, las declaraciones de Mourinho, y la riposta de algún jugador. Sin embargo, el Betis ha fichado aCedric Mabwati por 1,24 euros y la noticia no pasa de las treinta líneas. ¿Es muy difícil realizar un análisis a partir de un hecho determinado? Ciertos males de la prensa están en todas partes.

Y así seguiremos; la renovación de Javier Zannetti un año más por el Inter de Milán no es motivo para grandes titulares, ni siquiera para compararlo con el bochornoso fin de Abidal en Barcelona; esa es la diferencia entre el respeto a un jugador y presumir de una política inexistente. Pero ni siquiera el Real Madrid es noticia si no se trata de un futbolista de alto perfil. Los blancos ejercieron su opción de compra sobre el mediocentro Casemiro por seis millones de euros y una vez más, modestas notas en los grandes periódicos.

Joaquín se marcha a la “Fiore”, el Málaga oficializa la compra de Flavio Herrera, Guillermo Varela llega por un millón de euros al Manchester United pero Gareth Bale, Robert Lewandowski y Cristiano Ronaldo (renueve o no, se marche al Mónaco por 100 M€ o no) son los factores noticias. Incluso Messi y una denuncia por evasión fiscal es más leído que los movimientos del mercado. Sonadas han sido las transacciones de Fernandinho y Jesús Navas al Manchester City por 40 M€ y 25 M€ respectivamente, o la de James Rodríguez (un colombiano) al Mónaco por 45 M€; pero la mediaticidad es el verdadero factor noticia, el who o quien del lead, y ninguno de estos tres suele ocupar portadas.

Al final, es una cuestión de seleccionar qué uno lee y dónde busca información.

Con los fichajes pasa algo parecido a la prensa. ¿Cómo se tasa a un jugador? Se puede hablar mucho de su edad, proyección futura, características en ciertas posiciones, pero al final, uno de los tips más importantes es quién quiere comprar. Héctor Herrera ha llegado al Oporto, proveniente del Pachuca, por diez millones; ¿por qué? El club portugués se embolsó 70 M€ con las salidas de James Rodríguez y Joao Moutinho y los mexicanos, como es lógico, se aprovecharon de esto; lo mismo ocurrió con el Borussia Dortmund: pagó 9,5 M€ por Sokrátis Papastathópoulos.

Un caso diferente es el del Norwich que puso diez sobre la mesa por Ricky Van Wolfswinkel. Pero por lo general, es el nombre del comprador el factor determinante en la operación, los fiascos de Chigrinskiy y Hleb son buenos ejemplos. En otros casos es la popularidad o los goles quienes tazan; Mendieta, Falcao, Crespo o Ibra colocaron ceros a la derecha gracias a su rendimiento.

Por suerte, entre tanta noveleta de fichas, tenemos la Copa Confederaciones en Brasil, una suerte de prueba premundialista para la infraestructura de los estadios de la anfitriona. A partir de este fin de semana, ocho selecciones (Brasil, Italia, España, Japón, México, Nigeria, Uruguay y Tahití) intentarán acaparar algún titular entre tantos movimientos monetarios en tiempos de crisis. Sin ánimos de predecir ni nada por el estilo, los más necesitados de alzar el título son los brasileros, no solo por estar en casa, también por la urgencia de buenos resultados con vistas al Mundial. El otro equipo con ansias de maquillaje es Uruguay, que anda en horas bajas en la clasificación a la máxima cita del fútbol. Por lo demás, España podría concluir un buen ciclo si se hiciesen con el trofeo y el resto de los equipos intentaría autoevaluarse con  vistas al mayor reto para todas las selecciones: Brasil 2014

Y para nosotros, el sub-20 de Turquía. Los cubanos abrirán el 21 de junio ante Corea del Sur, luego se enfrentarán el 24 a Nigeria y cerrarán ante Portugal el 27. La verdad, si nuestra selección logra anotar al menos un gol en este torneo, ya sería mérito suficiente. Se enfrentan al campeón de Asia en la categoría sub-19, al tercer lugar del campeonato africano sub-20 y a Portugal, quinto lugar en Europa, y nuestros jóvenes no están acostumbrados a topar en este nivel. Cuba se va a enfrentar al techo futbolístico después de mucho tiempo, y quizás no sea consciente de cuán alejada se encuentra de este. Ojalá nos transmitieran algún encuentro en vivo (o al menos el mismo día), pues cuando se conoce la derrota de antemano, no tiene caso ver el juego, el morbo está en esa esperanza ingenua de verlos jugar de tú a tú con alguna futura estrella y soñar al menos con un empate.