El Chelsea se lleva la corona menor

Segundo partido consecutivo donde al Benfica le sacan del congelador un título. Hace cinco días el Porto marcó en el descuento para desplazarlos del liderazgo de la Liga Portuguesa a falta de una jornada para que termine el campeonato. A los de Jorge Jesús les ocurrió lo mismo en el día de ayer ante el Chelsea. Cuando todos estaban listos en Ámsterdam para disfrutar de la prórroga, Ivanovic saltó por encima de todos y envió al fondo de las redes un córner cobrado por Mata; no hubo tiempo para reacciones, era el minuto 93 y el fantasma de Béla Guttman cumplía con su palabra.

Los portugueses dominaron a sus rivales y mantuvieron la posesión del balón casi todo el primer tiempo, pero no generaron ocasiones claras de gol. En la segunda mitad, Torres marcó por los blues para reafirmar que el fútbol y la justicia van por senderos diferentes. Las águilas se lanzaron al ataque y tuvieron su recompensa tras una mano de Azpilicueta dentro del área. Cardozo cobró el penal, subió las tablas al marcador y prolongó el sueño de terminar con una maldición que cada día parece más real.

Según la leyenda, tras vencer al Real Madrid en 1962 y revalidar el título de Campeón de Europa obtenido el año anterior, la directiva del Benfica incumplió un acuerdo económico con director y jugadores. Esto indignó al húngaro Béla Guttman, técnico al frente del equipo en los dos campeonatos obtenidos, quien se marchó del club asegurando que la entidad nunca más ganaría un torneo europeo. De seguro nadie se lo tomó en serio al inicio, pero cuando comenzaron a perder finales una tras otra, el temor se fue colando en los huesos de jugadores, directivos y seguidores del club. Hoy, siete finales perdidas después, muchos aficionados se preguntarán por qué no cumplieron con el técnico llamado igual al actor que inmortalizó a Drácula en el cine y que nació en un país fronterizo con Transilvania. Usted puede creer o no en la maldición, pero en Lisboa todos deben estar convencidos de su veracidad, y quizás eso haga saltar al campo a los jugadores con un temor interno que jamás reconocerán.

"La mayor parte del partido el Benfica fue el mejor equipo. Hubo momentos de juego que faltó una punta de suerte", opinó el técnico Jorge Jesús, quien concluyó que sus “jugadores (…) hicieron un excelente trabajo”. Por su parte, Rafa Benítez se mostró orgullo de los suyos: "Hemos hecho una gran segunda parte contra un equipo muy bueno. Estoy muy satisfecho de los jugadores, todos muy implicados. En la primera parte no tuvimos piernas, y tuvimos que adaptarnos. Estoy muy orgulloso, no ha sido fácil". Benítez se despedirá del club al finalizar la temporada, aunque aún le queda un objetivo por cumplir: obtener el tercer puesto en la Premier League para clasificar de forma directa a la Champions el próximo año; por otra parte, el técnico español se convierte en el segundo de la historia en ganar la UEFA Europa League con dos equipos diferentes (Valencia, 2004), igualando con Giovanni Trapattoni (Juventus, 1977 y 1983; Inter, 1981).

Con este trofeo, Mourinho, o quien quiera que sea el entrenador del Chelsea la próxima temporada, llegará a Stamford Bridge con la parada muy alta, pues hace un año Roberto Di Matteo no logró permanecer en el club a pesar de conquistar la única Champions del equipo londinense, y ahora Benítez gana la UEFA Europa League y también se marchará del club. Un clima hostil y de exigencias se respira en el banquillo del técnico blues.

Este título y la Champions de la temporada pasada me alegraron por un solo jugador: Frank Lampard. Vilipendiado por muchos,  y a veces olvidado en las listas de mejores mediocentros, el jugador inglés atesora unos numeritos de espanto. En los 607 partidos jugados con el Chelsea, ha marcado 203 goles y ha dado 124 asistencias, en otras palabras, ha producido 0.53 goles por partido. Antes de incorporarse a su actual club, en 195 encuentros había marcado 40 goles y propinado 81 asistencias (0.62 goles aportados por partido). Lampard es el medio campista con más goles en la historia de la Premier (166), y el único jugador en marcar más de diez goles en la Premier por diez años consecutivos, además de ser el máximo goleador del Chelsea de todos los tiempos y el cuarto en la historia de la Premier. Podemos ir a las injustas comparaciones con otros jugadores, pero en lo que respecta a goles, supera a Xavi Hernández (80), Gerrard (159), Nedved (111), Figo (133), Zidane (128). Lampard tiene de por vida 243 goles a nivel de clubes. Sin malinterpretaciones, solo pido un agujero para este “monstruo” del fútbol que por militar en un club no ganador, no posee el palmarés que merece. El fútbol no tiene memoria; si no guías a tu equipo a la victoria en un evento internacional, la historia te traga. Él no es el mediocampista con más goles de la historia ni nada por el estilo, Roberto Baggio (285) le supera. Pero Frank Lampard se merece un sitial entre los grandes mediocampistas de la historia, él no tiene la culpa de nacer inglés y jugar por once años en un club que no acaba de convencer ni a sus hinchas.