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lunes, 25 de noviembre de 2024

La trilogía del Antes: El universo en una cáscara de nuez

En 2020 se cumplen 25 años del estreno de Antes del amanecer, comienzo de la trilogía del Antes de Richard Linklater...

Daniel Montero Pupo
en Exclusivo 10/03/2020
1 comentarios
La trilogia del antes
Before Sunrise (1995), Before Sunset (2004) y Before Midnight (2013) (foto tomada de slashfilm.com)

Hay películas que son difíciles de explicar. Aquellas donde no parece ser suficiente una clasificación de género cinematográfico, donde cuesta resumir su trama haciéndole justicia, donde incluso es difícil exponer resumidamente las temáticas que aborda. Eso me pasa con la trilogía del Antes de Richard Linklater, porque son un género en sí misma, porque contar de qué van en una oración es injusto, porque tratan de tantas cosas a la vez. Sin embargo, a 25 años del estreno de la primera de ellas, haré el intento, simplemente porque lo merecen.

Antes del amanecer (1995), Antes del anochecer (2004) y Antes de la medianoche (2013) componen la trilogía creada por el guionista y director Richard Linklater. Con nueve años de por medio tanto para las obras como para sus personajes, siguen a la pareja formada por Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) en tres momentos de sus vidas. Primero cuando se conocen y caminan por las calles de Viena, luego en su reencuentro en París, y finalmente unas vacaciones en el Peloponeso griego. Tres grandes películas por separado; una obra maestra como conjunto.

Los filmes se centran en esos dos personajes: Jesse y Celine. Ellos son dos de los seres humanos más vivos y únicos que se han hecho en el cine, y a la vez podrían ser cualquier persona. Porque aquello que les preocupa son los temas de los que nadie escapa. Mientras recorren distintas ciudades europeas, analizan el amor, la muerte, la familia, la religión, el sexo... la vida. Tal vez la mejor manera de describir su temática central es decir que se acercan a las relaciones humanas.

Pero tampoco es decir que en ellas se subordine la historia a una especie de tratado filosófico existencial, eso sería menospreciar la maravillosa dinámica de Jesse y Celine. En Antes del amanecer, dos jóvenes universitarios se enamoran mientras intentan dar sentido a la vida y a lo que se espera de ellos. Antes del anochecer los reencuentra, pero con las circunstancias de por medio y la realidad contraponiéndose a los sueños de juventud. Y Antes de la medianoche nos presenta una pareja de mediana edad midiendo la supervivencia del amor ante la convivencia y sobre todo, ante el tiempo.

Y es que Linklater parece estar obsesionado con el tiempo, ese parece ser su único dios. Con Boyhood se dedicó a explorarlo filmando a los mismos actores por 11 años y el resultado fue asombroso. En Antes... lo hace también, pero de una manera diferente. No desde la mirada continua y documentalística que se aprecia en Boyhood, sino desde el momento específico como ejemplo de evolución. Jesse y Celine son sus propios Adán y Eva, porque el comienzo de cualquier significado, al menos para el director, se encuentra en la interacción, en la búsqueda de comprensión.

Se podría decir que pocas películas dependen tan exclusivamente de su guion como estas. Obviamente cualquier historia depende de su guion, pero estas tres se subordinan casi enteramente a lo escrito por Linklater. Por otro lado, las actuaciones de Ethan Hawke y Julie Delpy son sinceras hasta la médula, de gran naturalidad y con una química incuestionable entre ambos. Tomas íntegras de entre cuatro y diez minutos de impecable calidad se encuentran a lo largo de las tres partes, evidencia tanto de su talento y esfuerzo, como de la gran dirección de actores y la exquisitez del guion.

Por otro lado, la fotografía de las películas es simple, pero precisa. Aprovecha al máximo la belleza de las ciudades que escoge en esas largas caminatas, pero también se da el tiempo de sentarlos en algún café, auto o apartamento a discernir algunas de las preguntas que los acometen.

La trilogía se ha convertido en un clásico de culto, porque son muchos los que se han percatado de su sinceridad. La evolución de los personajes se aprecia en como visitan los mismos temas desde distintas edades. Algunas visiones cambian, pero Jesse y Celine siguen siendo los mismos en el centro de todo, cuestionándose todo lo que los rodea, seguros de que su máximo aprovechamiento del tiempo de vida depende de entenderse a sí mismos y a aquellos que se embarcan en el viaje vital con ellos.

Me atrevería a decir que estas tres películas son de las más puramente románticas que se han hecho. Pero no de las románticas que predominan, con sus clichés y fórmulas infinitamente repetidas de seducciones y disculpas, sino basando su romanticismo en la lucha del yo ante el nosotros, en la seguridad de que no bastan sacrificios y compromisos. El acto más sublime que pueden realizar sus personajes es entenderse, perdonarse por ser imperfectos y encontrar la felicidad en el amor por una persona real y no en nuestra proyección de esta.

Linklater entiende que más allá de lo que nos separa siempre habrá preocupaciones que nos igualan, porque nuestro paso por este mundo es transitorio, efímero, pero es todo lo que tenemos. Intenta hacer de su cine una especie de cápsula que atrape lo que es la vida humana para la posteridad. Es imposible ver cualquiera de estas películas sin realizar un auto cuestionamiento de aquello que creemos, de lo que hacemos; y sobre todo, de lo que sentimos. Linklater está seguro de que lo más complejo se puede ver desde lo más simple, que las mismas dudas nos perseguirán para siempre como especie, que dos seres humanos compartiendo sus sentimientos son el verdadero comienzo y final del Universo, no el del espacio exterior, sino del que llevamos dentro, no menos único y vasto.

En Antes del amanecer, Celine y Jesse se detienen en una entrecalle de la noche en Viena, y ella le dice algo que creo puede resumir estas obras. “Si existe alguna magia en el mundo, debe estar en el intento de entender a alguien compartiendo algo. Sé que es casi imposible, pero a quien le importa. La respuesta debe estar en el intento”. Esta trilogía es un magnífico intento.


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Daniel Montero Pupo

Estudiante de periodismo

Se han publicado 1 comentarios


Almir Ulsies Mestre León
 10/3/20 16:36

Disfruté estas películas por Arte 7, hace ya algún tiempo, me gustaron mucho, el diálogo es muy interesante y de ritmo rápido.

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