miércoles, 24 de abril de 2024

Muy bien acertado su título (+Video)

The Unforgivable es una película estrenada el pasado año 2021 que persigue la vida reciente de ex convicta de Ruth Slater, quien busca reunirse con su hermana mientras lidia con la sociedad, las víctimas dejadas de su crimen y los prejuicios existentes entre sus cercanos...

Daryel Hernández Vázquez
en Exclusivo 08/02/2022
1 comentarios
Fotograma película Imperdonable
The Unforgivable, película dirigida por Nora Fingscheilds y protagonizada por una veterana Sandra Bullock. (Fotograma de la película)

Se ha tornado una pequeña tendencia la realización de películas donde “no todo debe ser explicado” desde un principio. Se hace preferiblemente más placentero, al parecer, ir contándolo durante la marcha, mientras se toma al espectador de demasiado naif o muy poco conocedor de ciertos temas a la vez que se embarca en filmes violentos, turbios y viscerales.

En el caso de The Unforgivable (Lo Imperdonable, 2021), cuando su protagonista Ruth Slater, una Sandra Bullock (Crash, The Blind Side, Gravity) desempeñando una caracterización, templada en ocasiones, versátil en otras, en este drama de domingo nocturno, le da inicio al filme rompiendo con una secuencia de tomas que la ponen en libertad de la cárcel, era simple asociar que quizás el largo giraba su argumento alrededor del “por qué” está ella en dicha situación.

Bueno, no está mal pensar eso del todo, porque en sí, es eso. Ese inevitable choque que se ha visto miles de veces antes entre el pasado y el presente, y su lucha épica por demostrar todas esas causalidades que rompen poco a poco el alma y la vida misma, temporalidades donde no se sabe (competitivamente hablando): – quién puede ser más doloroso, dónde se pasa más dolor, y cuál es el sentido de recuperación para un futuro mejor -. La vida siendo llevada por el beso del azote.

Demasiadas preguntas hay que hacerse en este tipo de tramas mientras se vive sobre las acciones de sus personajes. Tal vez sea por eso que nuestro cerebro expectante se salte varios pasos en la historia que se ve repetida tantas veces.

Aquí, esa confrontación traída por fuertes consecuencias camina paralela a la salida de Ruth de la cárcel. Algo que da la noción de perder el sentido total de la libertad. Este mismo sentido se torna sospechoso, nos lo indica, cómplice de la maldad. Juega con diferentes factores y personajes que enraízan la trama a su forma: andan en carro, la espían, tiene un accidente, la desconoce, la acosan, la trauman, la ignoran. Demasiada información en tan solo unos minutos de imagen y demasiados entes tóxicos que rodean a la pobre Ruth que acabó de salir en libertad.

Sabemos que no va a rondar mucho la paz por estas zonas cinematográficas.

La cinta de Nora Fingscheids (System Crasher) es una muestra clara de los conflictos aparentes que puede tener una persona en una situación similar. Una mujer que cumplió su condena, mas no es aceptada aún en la sociedad y es perseguida por las víctimas de su crimen (que la espían, la acosan, la trauman) después de tantos años de castigo. Lidiando, además, con la ansiada reunificación familiar que busca entre ella y su hermana (que tiene un accidente, la desconoce), el único vínculo que tiene y persigue.

De una forma u otra, la película está concebida para demostrarnos que el mundo conspira en contra de Ruth, quien solo trata de vivir en paz, hacer lo que puede y reconciliarse con su hermana. Aunque, la crítica social que se genera detrás de esto (mostrada de forma muy fresca) no solo está dada a la sociedad, sino que también, remarca que la protagonista aún vive en un plano censurado, engrilletada mentalmente.

Muchos entornos están vinculados para darnos a entender que después de prisión, la vida sigue siendo otra prisión (o algo así).

Elementos que van de la mano con la plasticidad estética de la cinta como la corrección de colores un tanto demasiado gris, la nueva casa de acogida que toma a la protagonista, la actitud de Ruth ante las personas que la intentan ayudar o no, permiten crear la ilusión que la realidad es un infierno invernal sin oportunidades para los ex convictos. Y que Chinatown está disfrazado como otro barrio de mala muerte por el matiz de la imagen y el montaje de sus escenas y tomas distorsionadas con falta de enfoque, y que, por más que se expíen las causas, el arrepentimiento y la venganza no ligan, son partes discordantes, representadas por la agitación de cada encuadre.

Demuestran que no siempre es bueno sobrecargar el melodrama porque hacen aún más densa la trama y con esto el disfrute del público.

Sin meterme mucho más en los códigos creativos y conceptuales que le dan vida a este filme, la veterana Bullock personifica la vida atormentada por las consecuencias (tan siquiera de sus propios actos, cosa que se va desenmascarando por los flashbacks quienes tienen el mayor poder ilustrativo y fílmico de la obra) de esta mujer, quien corre sin suerte y nos hace perder las esperanzas en el mejoramiento humano y la reivindicación personal y externa. Historias marcadas por este estilo han transcendido sin tener la necesidad de sobrecargar el guion ni a su personaje dentro de cada arco argumental creado.

El drama no puede ser la razón para abotargar la trama. Por estos derroteros es mejor mantener las cosas simples. Allí, donde la imagen te sugiera detalles, donde las lecturas entrelíneas cuenten los sucesos y que las consecuencias no sean tan punitivas como para generar otro dolor de cabeza más allá del intenso rol en el filme de Viola Davis (The Help, Extremely Loud and Incredibly Close, Fences).

Que sucede, la película se empeña en concatenar cada hecho, que, desde un primer momento se observa convenientemente entrelazado. Cada eslabón proyecta un significado nuevo en la vida de Ruth, que, sin embargo, ya se encuentra siendo parte de su historia desde mucho antes de tomar forma y materia tras su libertad. Cada hecho o elemento (sea su casa, por ejemplo) es una figura poderosamente conveniente para desarrollar la trama, sin darle un espacio al misterio de la realidad. Perdiendo el nervio intrigante (principio inquebrantable de la narración anecdótica) del momento, del ahora, de la situación escogida para narrar la ficción. Elementos que a la par de sus personajes sirven para hacerle la vida un poco más imposible a ella y al largometraje en sí que carece de tiempo para esclarecerse todas sus dudas y en el proceso desarrollarse claramente.

Sin embargo, tras todas estas desavenencias, el largometraje se las apaña para dar un final impredecible, un final con sabor a que: no todo está perdido. Pasando tantos sucesos manejados desde las absolutas sospechas e intrigas y el desenvolvimiento de personajes que no cumplen nada en la película, dígase: Jon Bernthal (Blake) que como mismo llega, se va, sin plantear algo claro, más que sus prejuicios e insatisfacciones vitales; el filme llega a su conclusión inesperada. Bueno, de alguna forma tenía que terminar este embrollo lleno de contraposiciones de planos de cara a la situación.

El clímax llega impactante y perspicaz. Bien conducido por la reivindicación del mayor pilar prejuicioso del filme: Liz Ingram (Davis, el polo opuesto a la bondad de su marido, el polo opuesto a las oportunidades de un nuevo comienzo para todo ex convicto), quien posibilita que se compagine todo este mejunje de emociones e imágenes “organizadas” argumentalmente.

En este punto crítico, donde se apela a la bondad tras la impotencia, por parte de Ruth hacia uno de los hermanos (Will Pullem) que buscan venganza (porque el mayor percutor de este hecho solo buscaba comodidad, al parecer), se resuelve cada eslabón roto que muestra la cinta. En ese terreno baldío, lleno de polvo, cables y nubes grises, se entreabre un paisaje de reunificación, respiro, y por fin, la libertad que se venía persiguiendo desde un principio. Cada cabo suelto encuentra su conductual pareja en los últimos diez minutos antes de que se nos tiren los créditos a la cara.

En fin, tras tantas experiencias de acoso, de violencia innecesaria, maltrato y persecución que hay por la calle ahora, otra pequeña tendencia, nos entregan esta, que no es más que otra visión desde las profundidades de una personalidad deteriorada que lucha por mejorar, que sabe que la felicidad es solo un instante mientras se tenga libertad y el escaso vínculo familiar que le queda, pero por encima de esto, tranquilidad, una plena tranquilidad. Algo que debería tomar la verdadera esencia en cada trama que se debería ver por ahí.


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Daryel Hernández Vázquez

Licenciado en Ciencias de la Información en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Cinéfilo y editor. Aspirante prematuro a director de cine. Novelista, poeta y loco.

Se han publicado 1 comentarios


gretter
 2/3/22 12:48

Sandra Bullock vuelve a Netflix, esta vez en el drama The Unforgivable, remake de una serie de tv con el mismo nombre
Tras salir de prisión después de cumplir condena por un crimen violento, Ruth Slater (Bullock) se reinserta en una sociedad que se niega a perdonar su pasado. Tras enfrentarse a las duras opiniones del lugar que una vez fue su hogar, su única esperanza de redención es encontrar a su hermana pequeña a la que tuvo que dejar detrás.
En la dirección la inglesa Nora Fingscheidt (System Crasher) que aquí no ofrece un filme sólido y menos atractivo
Que ya esto lo hayamos visto es un mal presagio y que sea de la plataforma roja es m;as
Como estudio de personaje The Unforgivable es compeltamente vacía e irrelevante, como drama no funciona por ser predecible
El guión no está bien construido y tampoco los personajes, supongo que aún no se dan cuenta de que una trama episódica no se puede condensar en el cine
Una redención que no llega, un cambio forzado en la conducta y la sociedad cerrándole las puertas a una mujer que quiere recuperar su vida, esto es un deja vu
Si Suranne Jones era la protagonista de la original , no podían poner a Bullock a reemplazarla , es impensable
La actriz que ya tiene una edad, que la han desfavorecido con el maquillaje nunca ha sido de las mejores , aunque tenga Oscar y basta verla aquí, simplemente carece de versatilidad, nunca dejará de ser de comedias románticas
The Unforgivable es una mala cinta por donde quiera que se mire

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