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viernes, 22 de noviembre de 2024

Whiplash: Un clásico del siglo XXI (+Trailer)

Damien Chazelle dirigió el éxito sorpresa del cine norte americano del 2014...

Daniel Montero Pupo
en Exclusivo 19/11/2019
8 comentarios
whiplash filme
J. K. Simmons se llevó un merecido Oscar al mejor actor de reparto en 2015 (Foto tomada de enfilme.com).

Whiplash es, increíblemente, una de las películas más emocionantes que he visto en mi vida. Una obra que convierte una simple historia de un estudiante de música y su profesor en una cruzada donde el Santo Grial es la maestría musical.

Escrita y dirigida por Damien Chazelle en 2014, Whiplash no es la típica película galardonada en las temporadas de premios en los Estados Unidos, ni en su temática ni en su presupuesto. De hecho, Chazelle realizó un corto con esta historia previamente, cuyo éxito en Sundance le permitió financiarla.

Whiplash tiene toda la intensidad psicológica de un campo de batalla, aunque transcurre casi en su totalidad en salones de ensayo. Enfrenta a Andrew Neyman (Miles Teller), un talentoso baterista de 19 años que sueña con ser uno de los grandes en la competitiva y ficticia mejor escuela de música de los Estados Unidos y Terrence Fletcher (J.K. Simmons), el director de la banda más importante de esa academia, quien intenta sacar la grandeza en sus músicos de la manera más brutal posible.

Pero incluso al explicar su trama así, algunos podrían pensar que es aburrida. ¿Qué puede ser tan increíble en esa historia? Y es ahí donde entra la mano del joven director, quien quiso ser baterista en algún momento y filmó esta película en apenas tres semanas.

La poesía visual y sonora de Whiplash es equivalente al de una extraordinaria big band, donde todos los instrumentistas desbordan genialidad para ejecutar el tema más difícil. La música que no se detiene y te induce a la emoción adecuada, las tomas preciosistas pero grotescas, los parlamentos cortantes en dos actuaciones geniales y una edición en el tempo indicado se unen para formar una obra maestra.

Simmons como Terrence Fletcher resulta ser uno de los personajes más intimidantes de la historia del cine, pero a la vez difícil de odiar, incluso después de hacer a Andrew bajar hasta el infierno. No hay mejor villano que el que te hace sentir empatía.

Contando una y otra vez como la humillación sufrida por Charlie Parker en su juventud fue la que lo hizo practicar hasta convertirse en Bird, desanda los pasillos de su escuela en busca de su propio Charlie Parker a quien humillar hasta la grandeza. Tal vez no lo odiamos porque entendemos su causa. Aunque su técnica de enseñanza se base en el abuso físico y psicológico, todos hemos querido ser geniales en algo, tal vez nos faltó un Terrence Fletcher y no el talento.

J. K. Simmons, el eterno actor de reparto, encuentra finalmente un personaje que le permite explotar su potencial al máximo. Su interpretación es sencillamente inolvidable, eléctrica, de las que te interpelan con cada palabra, ofensa y bofetada. Cada vez que cierra el puño, Andrew o la víctima de turno quedan estrangulados en la presión todopoderosa de ese simple movimiento.

Miles Teller no se queda atrás. Con una actuación más consistente que de picos dramáticos convence como el estudiante obsesivo, tímido y consumido en su búsqueda de la maestría, escuchando al gran Buddy Rich mientras se aísla del mundo fuera de esa batería. Andrew no se sienta en el banquillo a tocar un instrumento, esa es su trinchera para vencer a sus dos peores enemigos: la mediocridad y su profesor. La batalla es literalmente sangrienta; y su enemigo, mortal.

La música es el otro gran personaje, el elemento que une a profesor y alumno, torturador y torturado, pues ambos saben que ella, y digo ella y no eso, es más grande que la vida. La vida es un buen precio a pagar por ser un “Bird”. Terrance y Andrew allí son lo mismo, pues no tienen ni quieren otra vida que la música y el reconocimiento.

Whiplash transmite la emoción del jazz. El jazz que no es el saxo ambiental de Kenny G en el lobby de algún hotel, sino una jam session en las calles de New Orleans. Mientras que las canciones de la película son ensayadas una y otra vez en búsqueda de la perfección y no la espontaneidad, la pasional improvisación de los jazzistas la transmiten Simmons y Teller en sus sanguíneas demostraciones de talento.

Los 105 minutos de película se escurren como agua, incluso en aquellas escenas donde aparece la novia de Andrew, obstáculo casi desde el inicio, o su padre, quien lo apoya aunque le cueste entenderlo. Es que todo parece servir a un mismo propósito: transmitir la tensión y explotar una relación siempre compleja.

Sin hacer spoilers advierto que el final es asombroso. Justo cuando el guion parece llegar a una encrucijada, el film desemboca en una genial salida que te deja con la sensación de haber presenciado y tomado parte incluso en algo extraordinario. Chazelle realmente excedió todas las expectativas y se coló en el camerino de los grandes. Sus siguientes películas han demostrado que no fue casual (La La Land, First Man).

Whiplash es uno de esos filmes que no te dejan pararte para ir al baño, aunque la estés viendo en la laptop y solo tendrías que pausarla; que va, no puedes. Un momento perdido sería una ofensa de Terrence que se te va, una gota de sangre de Andrew derramada sobre los tambores. Whiplash es un filme para enamorarse del cine.

¿Y ustedes, ya vieron este clásico moderno? Si lo hicieron cuenten que les pareció; y si no, búsquenlo, no se van a arrepentir.


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Daniel Montero Pupo

Estudiante de periodismo

Se han publicado 8 comentarios


rac
 20/11/19 8:52

No he visto la pélicula pero despues de haber leído este MUY BUEN árticulo sin dudas que hoy mismo la busco y la veo e invito a que todo el que pueda lo haga, no hacer caso a Greter que evidentemente trata de imponer su criterio ¿quizas quiere demostrar algo?. bueno veamosla y como dice Taladrid "Saquemos nuestras propias conclusiones". gracias Cubahora  por el trabajo.

niurka
 19/11/19 16:08

Una película brillante, parece real lo que estás viendo, actuaciones de primera en los papeles protagónicos, mi hijo es baterista y le causó gran admiración el contenido de ese filme aunque para algunos no ha sido nada relevante.Si, tiene agresividad y metodos nada agradables para enseñar, pero vale la pena volver a verla

gretter
 19/11/19 14:15

Mana el cine clasico es justo lo que yo explique y la película si me parece mala , hay mejores que ni premio tienen

Malena Garcia
 19/11/19 14:30

Ay Gretter, por favor. Soy asidua lectora de esta y otras secciones de cine. En todas he visto comentarios suyos y ninguno a favor de ninguna crítica o película. Seamos un poquito más modestas. Igual si ese es su criterio, respetémoslo, haga lo mismo con el resto. Gracias.

65
Olguita
 19/11/19 9:24

No lo he visto!!!! pero luego de leer esto, tenga seguridad que lo buscare.

baal
 19/11/19 9:09

Tuve el placer de ver Whiplash unas 6 veces, y cada vez que lo hago descubro nuevos  detalles… es un filme que simplemente te ata al asiento sin querer separar los ojos de la pantalla ni un instante. Su ritmo es pasmosamente brillante, y no sabes cuándo puede acelerarse cada escena, es sencillamente un clásico que al menos yo he recomendado muchas veces, y cada persona que la ha visto que conozco se ha sentido más que satisfecha. Las actuaciones son brillantes, J. K. Simmons pudo encontrar por fin un papel a su altura, y nos regala una de las actuaciones más memorables que haya conocido; y si menciono al joven Miles Teller, pues me quedaría igualmente sin suficientes elogios, si comparamos su actuación entre LOS 4 FANTÁSTICOS y WHIPLASH, es como ver dos actores completamente diferentes en cuanto a fuerza en la escena.

Secuencias memorables pues la primera clase de Miles con el tempo como protagonista principal, y por supuesto esa actuación final donde se enfrentan alumno y profesor en el mejor solo de batería que he visto en alguna película. Creo que es un filme que debería ponerse en las Escuelas de Música, es una clase magistral de técnica depurada y de cómo se puede sacar la genialidad de un músico acudiendo a métodos que no aplaudo pero que muchas veces funcionan a la perfección.

Felicito al autor por esta excelente crónica, y cuando tenga oportunidad una vez más volveré a disfrutar del mundo del jazz a través de este memorable filme.

gretter
 19/11/19 9:07

Clásico es algo que trasciende , que sirve como referente , en el cine clásicos Casablanca, Ciudadano Kane, 2001 odisea en el espacio o La narnaja mecánica

Wiplash además de ser una película muy simple, evidente y meloza no reune los requisitos para ser clásica , simplemente tuvo suerte y como el director cae bien en la academia obtuvo tantos premios , prefiero mil veces El gran Showman, Molino rojo, incluso la nueva versión de Mary Poppins

Mana
 19/11/19 10:16

Greter, esa es su opinión y se la respeto. No obstante, según la RAE, lo clásico "es algo quee se considera como modelo digno de imitación en el arte o la literatura." Esta película, que pienso que se encuentra lejos de lo meloso y lo aburrido, puede clasificar perfectamente como un clásico porque su producción, guión y manera de contar la historia puede servir de modelo para futuras películas. Pero bueno, para gusto los colores

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