En muchas ocasiones hemos comentado la relación estrecha que existe entre belleza, armonía y bienestar. Como un sistema equilibrado y adecuado en su funcionamiento da como resultado una expresión bella.
Amiga y amigo, seguimos insistiendo en que la primera fuente de belleza se encuentra en nosotros mismos, es decir, en el modo en que funcione nuestro organismo, el modo en que nos tratemos, pensemos, nos proyectemos, etcétera.
Puede que para muchos eso suene a letanía e incluso a cierto tedio filosófico procedente de culturas orientales. Sin embargo, le aseguro que, si piensa en ello, y además de pensar comienza a comprobarlo, entonces se dará cuenta de cuan cierta es dicha afirmación.
Un niño pequeño, por ejemplo, comúnmente no usa cosméticos y se le percibe bello y encantador. Una planta o un animal con un cuidado y estado de salud promedio, no utilizan trucos estéticos y son capaces de cautivar con su belleza, energía y vitalidad.
La propuesta de la semana es sobre uno de los secretos naturales, presente en todos, que está estrechamente vinculado a la belleza de nuestra imagen personal y a la vida misma. Un secreto que es tan común en nuestro segundo a segundo que no le prestamos la debida atención. Estoy haciendo referencia al proceso de respiración.
¿Cómo influyen los problemas respiratorios en nuestro aspecto estético? ¿Es importante la respiración para conseguir resultados en los tratamientos estéticos?¿Qué tipo de respiración es la más adecuada? Son cuestiones sobre las cuales te invito a investigar.
Respirar es algo que hacemos de manera constante y automática desde el nacimiento. Solo cuando nos falta el aire somos conscientes de lo importante que es esta función para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Cuando respiramos de manera superficial (respiración torácica) la cantidad de oxígeno que entra en el cuerpo es menor, el aire entra solo a las partes altas generando tensión.
Con el paso del tiempo este gesto se convierte en un hábito que refuerza la generación de estrés en nuestro organismo. Si este proceso se mantiene, poco a poco, se va perdiendo la energía vital y con ella se va deteriorando y apagando aquello que llamamos belleza.
Sin oxígeno nuestra vida se reduciría a minutos, además, este bien tan preciado para el ser humano tiene, por supuesto, gran importancia en los tratamientos de belleza. Los tratamientos estéticos no son ajenos al aparato respiratorio. El masaje estético, por ejemplo, se ve notoriamente reforzado cuando realizamos correctos ejercicios respiratorios.
¿Sabías que una persona con asma tiene más dificultad para bajar de peso y que el drenaje linfático manual en estos casos puede ser contraproducente? ¿Y que una respiración rítmica mejora las digestiones y por tanto facilita la pérdida de peso?
Los ejercicios respiratorios durante los procesos de tratamiento estético, y fuera de ellos también, son un gran aliado y aportan múltiples beneficios, tanto a los resultados estéticos cómo a nuestra calidad de vida. En el archivo de audio estaré comentando sobre algunas técnicas respiratorias muy beneficiosas para nuestra belleza. Pero antes te invito a repasar, de manera general, cómo funciona nuestro sistema respiratorio y cómo influye una mala respiración en el aspecto físico.
El sistema respiratorio junto al cardiovascular permiten que el oxígeno llegue a cada célula, estas necesitan de él para que el cuerpo pueda hacer las funciones vitales normales (respirar, comer, realizar movimientos, etc.).
Cuando el oxígeno llega a nuestras células se producen reacciones químicas conocidas como estrés oxidativo. Para recibir la energía química de los nutrientes, el oxígeno actúa como oxidante de los lípidos y proteínas (necesarios para la nutrición de las células) transformándolos en productos compuestos por carbono, hidrógeno y oxígeno, cuya función es la de prestar energía inmediata a nuestro organismo. La regeneración celular también depende en gran medida de contar con el oxígeno suficiente.
Cuando el paso de oxígeno a la sangre es deficiente se pueden generar alteraciones respiratorias que influyen en la efectividad de cualquier tratamiento de belleza que realicemos. La piel, el cabello, las uñas, todo en general necesita de un buen suministro del precioso gas.
Los practicantes de yoga le dan mucha importancia a la respiración y practican la respiración completa porque han observado que las personas que respiran de un modo completo gozan de mucha más salud, más energía, más equilibrio mental y, por ende, mejor apariencia que las que lo hacen de forma parcial.
Los ejercicios respiratorios aplicados como complemento de masajes, tratamientos faciales y corporales incrementan, en gran medida, los beneficios resultantes de dichos tratamientos.Sin embargo, nos esperes a ningún tratamiento estético para comenzar a preocuparte por tu respiración. Hazlo desde ya, busca asesoramiento. Sé disciplinado y paciente. ¡Hazlo!, y te aseguro que no solo tu apariencia sino tu vida entera cambiará.
Ahora, seguimos andando por la vida con la certeza de que irradiar belleza depende más de nosotros de lo que pensábamos. Paso a paso vamos ganando conciencia de nuestro propio ser porque es en él donde radica el punto de partida de toda belleza real.
Recuerda que tus comentarios son importantes y recuerda también que estás invitada(o), cada semana, a participar de una Parada con Estilo donde la belleza, el conocimiento y el bienestar van de la mano. Gracias y saludos.
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