Las mascarillas, un complemento ideal

Hola mis queridas(os) coprotagonistas de Parada con Estilo, un blog diseñado para compartir sobre belleza, moda y estilos. Un espacio donde el amor es uno de los pilares que nos sustenta, nos une y nos mantiene en movimiento. Y es ese amor del que hablo el que me hace sentir estrechamente identificado con todas las personas que, de una u otra manera, fueron afectadas por el desastroso tornado de la noche del pasado 27 de enero que destrozó gran parte de nuestra capital, arrancando incluso algunas vidas y dejando otras bastante afectadas.

Yo me encuentro en la provincia de Cienfuegos y la mayoría de las personas de mi ciudad quedaron conmocionados por la noticia y las imágenes del suceso, como si hubiera pasado por sus propias casas, y eso me alienta porque me hace ver que aún hay amor y compasión en el corazón de la gente, a pesar de la locura y la frialdad que está inundando al mundo.

Amiga y amigo, ese sentimiento de identificación con el otro, esa capacidad de empatía, esa fuerza tremenda que te remueve todo cuando el otro está sufriendo… eso es verdadera belleza, y es la belleza de la que tanto hablo, aquella que no puede ser sustituida por ningún cosmético, ningún tratamiento, ninguna cirugía plástica. Esa belleza no se inventa ni se remplaza porque emerge como misterioso manantial desde lo más profundo y puro del corazón humano.

Tengo muchas amigas y amigos en las zonas afectadas y a todos les he hecho saber mi total disposición de ayudarles en todo lo posible. No es que yo tenga muchos recursos materiales pero les brindo mi amor, mi disposición y mi voluntad. Igual estoy rezando cada día por las muchas otras personas que no conozco y que también necesitan apoyo. Les aliento a que hagan lo mismo.

Ahora entremos en una temática que algunas personas me consultan con frecuencia y es el tema de las mascarillas y su papel en la limpieza y atención de la piel del rostro.

Sin lugar a dudas las mascarillas juegan un importante papel para hidratar, nutrir y eliminar las impurezas de la piel. Además de la recomendada limpieza diaria que le debemos dar a nuestro cutis, es conveniente que regularmente le apliquemos una mascarilla para complementar los efectos de la limpieza. Es cierto que las mascarillas se tornan difíciles de encontrar en nuestra red de tiendas pero, por suerte, tenemos a nuestra disposición muchos productos que nos brindan sus bondades para fabricar alguna que otra beneficiosa mascarilla.

Un cutis seco, por ejemplo, se ve muy beneficiado si tomamos la yema de un huevo y la mezclamos con una cucharada de aceite de oliva. Aplicamos la mezcla en nuestro rostro previamente limpio, menos en la boca y en los ojos, y la dejamos por unos 25 minutos para luego enjuagar con abundante agua tibia y después con agua fría, con la finalidad de reducir el diámetro de los poros estimulados por el agua tibia.

Un cutis graso, por su parte, agradece la aplicación de una mezcla de clara de huevo y jugo de limón, incluso puede utilizar solo la clara. Aplique igual que en el caso anterior, menos en labios y ojos, deje por unos 20 minutos para luego enjuagar con agua tibia primero y fría después.

Si lo que desea es una mezcla que funcione para todo tipo de piel o si no tiene mucha claridad sobre cuál es su tipo, entonces puede hacer una mascarilla con una taza de yogurt, la clara de un huevo y una cucharadita de miel. Mezcle los ingredientes y aplíqueselo sobre el rostro, menos ojos, boca, y cuello. Relájese y déjela actuar por 15 minutos, luego enjuague como en los casos anteriores.

Ahora les cuento un secreto para aumentar el efecto de las mascarillas sobre la piel, se trata de vaporizar el rostro antes de aplicar la mezcla. Si tomamos por 10 o 15 minutos una sesión casera de vapor de agua en el rostro, como cuando tenemos gripe, entonces nuestra piel aumentará su temperatura y con ello el diámetro de los poros, su circulación periférica y metabolismo. Todo esto hará que la piel esté en mayor disposición para absorber los productos activos de las mascarillas que aplicaremos una vez terminada la vaporización.

El vapor de agua, además, ayudará a la limpieza del cutis. Si le ponemos al agua un poco de hojas de eucalipto o unas gotas de limón entonces el efecto purificador se verá reforzado.

Amiga y amigo, ya sabe entonces que la limpieza diaria de la piel del rostro es un paso fundamental para su cuidado, pero enriquecida o complementada con una mascarilla cada siete o quince días, de seguro, dará un resultado superior y la piel de su rostro se lo hará saber.

De cualquier manera, siempre les recuerdo que hay incontables recetas de mascarillas en diferentes fuentes, y si después de consultar llegas a la conclusión de que te será favorable, entonces adelante.

Yo, por mi parte, sigo intentando enriquecer mi vida con la experiencia de todos con los que me encuentro en mi camino porque sé que cada persona juega un papel importante en mi crecimiento personal. Por supuesto, cada semana comparto lo que pueda tener que a otros sirva y lo hago en una Parada con Estilo en la cual todos somos protagonistas. Hasta entonces, chao y suerte.