Meditar: una experiencia de belleza y bienestar

Si estás leyendo este artículo es porque la vida, en secreto, se ha confabulado con tu corazón y juntos han orientado tus pasos hacia aquí, o al menos yo prefiero pensar de esa manera. Prefiero ser como aquellos que junto al alquimista afirman que “cuando alguien desea algo con toda la fuerza de su corazón, entonces, el universo entero conspira para que se haga real”.

Amiga y amigo de Parada con Estilo, la vida es bondadosa, cada día que amanece es un océano de oportunidades que se nos regala. Una bendición para que meditemos y aprendamos a vivir mejor, para que nos preguntemos ¿qué es lo realmente importante? Cuando aun no se responde esa pregunta entonces se anda a ciegas porque la vida carece de sentido real.

Ahora dejemos el existencialismo y pasemos al tema que, podríamos decir, constituye la razón de ser del presente blog. Estoy hablando, por supuesto, de la belleza saludable. Aunque en verdad cuando la vida carece de sentido, carece entonces de belleza también.

Hablemos entonces de algo que nos ayude al cultivo de la belleza y el bienestar, pero que sea favorable además para descubrir y comprender el sentido de nuestra existencia. Amiga y amigo, le estoy invitando a enriquecer su vida con la práctica de la meditación.

Por favor no se asuste, no es mi intención pedirle que se convierta en un monje del Tibet, ni en un yogui asceta del Himalaya. Tampoco sé que entiende usted por meditación, ni cuales han sido sus experiencias en relación a dicha práctica. Lo único que quiero es comentarle de un ejercicio simple que le reportará bienestar interno, alegría y ligereza de pensamiento. Yo le haré el regalo, usted decide si lo usa o no ¿ok?

Siéntese o recuéstese, piense o dígase a usted misma(o) que va a dedicar unos minutos a su persona, a su bienestar personal. Ocuparse de su bienestar es el primer paso para poder ocuparse del bienestar de los demás, no lo olvide.

Asuma una postura cómoda, deje que su cuerpo se sienta a gusto. Permita que se aflojen todas sus rigideces…. Perfecto…. Relaje su mandíbula inferior y comience a respirar de manera lenta pero no profundamente.Cuando sienta que su respiración se ha hecho muy superficial y su mandíbula esté relajada, notará entonces que su cuerpo entero estará también muy relajado.

En ese momento comience a sentir la presencia o la sensación de una sonrisa… pero no en su rostro… la sonrisa de la que hablo ha de experimentarla en todo su ser interno… no es una sonrisa que venga a sus labios…. es imaginar y sentir la agradable sensación de que todo su cuerpo está sonriendo por dentro…

Puede utilizar un truco… puede recordar algún suceso, evento o instante en el que usted se sintió muy feliz, a tal punto que sonrió… disfrute de ese recuerdo e intente sentir que ese recuerdo está en su interior… por ejemplo… en su vientre, en su pecho o en algún órgano en específico…

Es como si el suceso estuviese sucediendo allí… en el interior de su cuerpo… y deje que su cuerpo por dentro se contagie con la alegría del recuerdo…como si su cuerpo tuviera miles de bocas internas y estuviera riendo…

La risa se expande, cada parte se contagia con la otra, su vientre ríe y también ríe su corazón, su estómago, sus riñones, su hígado, su garganta, sus pulmones, sus intestinos, sus órganos genitales. Ttodo su ser se va contagiando con esta alegría maravillosa; es como una orquesta tocando una sinfonía de felicidad.

Inténtelo, con paciencia y sin prisa. Es un entrenamiento, puede que a veces sienta que no lo logra y llegue a pensar que usted no es capaz de hacerlo o que no es para usted… Nada de eso, la felicidad es para todos y todos tenemos la capacidad en potencia de experimentarla. No haga caso de esas absurdas conclusiones y simplemente sea paciente e inténtelo una y otra vez. Una vez que lo logres entonces podrás lograrlo cada vez que lo desees,  y tu vida cambiará para siempre,verá todo diferente e incluso, su concepto de belleza cambiará.

No le digo más, porque sería como invitar a un amigo al cine a ver una película que ya usted vio y dedicarnos a contarle lo que va a suceder en la escena siguiente y en la otra y la otra.

Amiga y amigo, la invitación es a que pruebe, si no lo ha hecho, el sabroso néctar que brota de este simple ejercicio y deléitese en él. Pero no olvide que la próxima semana lo estaré esperando, lleno de alegría y ansiedad, para compartir con usted sobre Belleza y Bienestar. Chao y suerte.