El arte cubano abre nuevas puertas al mundo

El 2013 ha sido testigo de exposiciones, reconocimientos e iniciativas culturales, concebidas desde las más diversas manifestaciones artísticas, para rendir culto al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), una institución que ha abrigado en sus salas, durante un siglo, lo más representativo de la historia del arte cubano.

Hoy, justo en la centuria, el Museo ha cumplido un sueño, un anhelo de sus especialistas, que nunca se había podido concretar: la edición bilingüe del Catálogo de Arte Cubano.

La obrada respuesta a un viejo reclamo de admiradoresforáneos y abre nuevas puertas al mundo para la difusión y comercialización de los fondos del Museo. Esun volumen que refleja, de manera fiel y con alta calidad, la cuidadosa selección de los lienzos que conforman la muestra permanente del edificio de Arte Cubano.

Quien tenga el privilegio de consultar sus páginas podrá encontrar en un inicio dos valiosos ensayos: “Apuntes históricos de las colecciones de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes”, de Corina Matamoros Tuma y “El arte cubano en el Museo Nacional de Bellas Artes. Una propuesta de organización y despliegue de sus colecciones”, también de Corina Matamoros, esta vez junto a los curadores Ramón Vázquez Díaz y Roberto Cobas Amate.

Luego, 125 imágenes organizadas por periodos históricos dan fe de la trayectoria del arte pictórico en Cuba. Así, apreciamos el arte en la colonia entre los siglos XVI y XIX, el cambio de siglo (1894-1927),el surgimiento del Arte Moderno (1927-1938), su consolidación (1938-1951) y otras perspectivas (1951-1963). Finalmente, nos adentramos en tres etapas del Arte Contemporáneo: 1960-1970; 1967-1980 y desde 1979 en adelante.

El catálogo incorpora un listado de las obras con las fichas técnicas correspondientes, teniendo en cuenta los principios más actuales, y una curaduría editorial dirigida primero por Roberto Cobas y luego por Hortensia Montero. Como expresara Luz Merino, subdirectora técnica del MNBA, el equipo de especialistas que concibió la obra impresa “se esmeró en presentar al lector un conjunto de sólida arquitectura, en el cual se entrecruzaron novedad, tradición, canon, emblema, actualidad, valores técnicos, nueva visibilidad, mensajes y conceptos”.

De igual forma, la edición incluyeinterpretaciones, comentarios y valoraciones de las obras escogidas y sus autores, dotadas de un alto nivel de profesionalidad, al aunar criterios de prestigiosos curadores, artistas y profesores universitarios.

En el acertado diseño que integra tipografía e imagen, destaca la pintura de cubierta Saludo al mar Caribe(1951), óleo sobre lienzo que ofrece un tributo simultáneo al centenario del autor, Mario Carreño Morales, y alMuseo que acoge su obra. Según explicó Luz Merino en las palabras de presentación deltesauro, fue este destacado creador el artífice de la primera sala permanente de arte cubano, instalada en el recién estrenado edifico en 1955.

Estatercera edición del catálogo bilingüede arte cubanoconstituye,lamássolicitadade las publicaciones del Museo. Revisada, ampliada y corregida por sus autores, la novedosa y atractiva propuesta se materializó gracias al patrocinio de la galeríaTorna&Prado Fine Art Collection, de Estados Unidos.

Su más lejano antecedente lo encontramos en el propio año de fundación del Museo: 1913. Se trata de un catálogo confeccionado por Emilio Heredia que enumera los fondos de la colección de entonces con breves datos técnicos. Próximamente se efectuará la presentación de este antiguo ejemplar y el público tendrá la singular oportunidad de apreciar los cambios de miradas, con respecto a los catálogos, de un siglo a otro.

Una vez creados los dos edificios, donde se emplazaron de forma individual las muestras de Arte Universal y Arte Cubano, se concibieron los libros de promoción de ambas colecciones en el año 2001. En el caso del Arte Cubano, se realizó una segunda edición en 2008; pero es con esta tercera publicación cuando por primera vez el equipo de arte cubano muestra consenso en los criterios cualitativos de las imágenes.

En este sentido, apunta la subdirectora técnica del MNBA: “Estamos ante un catálogo de referencia que, como toda obra profesional, avanza relacionalmente con las precedentes sin dejar de incorporar lo mejor de esos antecedentes, relato que contiene elementos medulares y que incorpora aspectos contextuales, situacionales e históricos, en la medida en que agrupa ansias, afanes, no solo de los que hoy están aquí, de aquellos a los que correspondió la gestión y las acciones, sino también de los que ya no nos acompañan y que fueron especialistas del Museo de Arte Cubano”.