viernes, 20 de septiembre de 2024

Festejar la cultura de Iberoamérica (+Fotos)

Artistas e intelectuales de diferentes países se reunieron en Holguín, 521 años después de la llegada del almirante Cristóbal Colón a Cuba, para celebrar la XIX edición de la Fiesta Iberoamericana...

Leandro Estupiñán en Exclusivo 31/10/2013
3 comentarios
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La Fiesta no es solo reflexión teórica, sino que se nutre de las formas de la cultura popular. (Amauris Betancourt / Cubahora)

Celebrar la cultura Iberoamericana en Holguín no es casual. Por la costa norte, por Bariay, asomaron las embarcaciones que a estas tierras trajeron una civilización antigua. Fue novedad para los habitantes originales ver a los que llegaban. Luego, estos regresaron a Europa con la noticia de un Nuevo Mundo. De eso y mucho más se trató la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, de noticias de ida y vuelta, de reflexiones en torno a un hito que cambio por completo las relaciones en el planeta.

Desde 1993, en Holguín se reflexiona sobre una cultura construida a base de la argamasa de muchas culturas, todas importantes, cada una definitoria en el resultado final: la América de hoy. No por casualidad los organizadores quisieron dedicar la nueva edición de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, entre otras temáticas, a los procesos de integración y emancipación en Iberoamérica, con significación especial para los pueblos de  Suramérica.

El doctor Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana, defendió ideas como estas en la inauguración del Congreso Iberoamericano de Pensamiento, uno de los espacios más trascendentes de la Fiesta: “Ha demostrado cómo se puede, desde el ángulo de un país, en este caso Cuba, llamar la atención sobre un tema que explora la unidad continental, que explora las raíces culturales, que son además innegables. Convocar a un  evento que sirve para reflexionar en torno a estas ideas, a profundizar en todos los aspectos, etnológicos, etnográficos, como hemos visto, con temas jamás tocados a veces o poco frecuentados por los investigadores, es realmente una motivación excelente.”

Del 24 al 30 de octubre, Holguín se colmó una vez más de alrededor de 300 visitantes provenientes de muchas provincias de Cuba y de países de América y Europa, que buscaban defender el legado de naciones con lenguas iberorromances.

“Iberoamérica es una sola en el sentido cultural e identitario. Hemos descubierto en estos años que hay comunidades latinoamericanas en los países de Europa, en el norte americano…por lo tanto, ¿cuál es el concepto cultural?”, se preguntaba Rafael Ávila Rumayor, presidente de la Casa de Iberoamérica, poco antes que iniciaran las actividades.

Los primeros en llegar fueron los artesanos y artistas inscritos para la Feria Internacional de Artesanía, Iberoarte, la que este año rindió homenaje al 35 aniversario del Fondo Cubano de Bienes Culturales y, además de extenderse durante tres fines de semana, se ramificó por nuevos espacios de la ciudad, incluidos la sede de la UNEAC, la Sala Principal del Centro de Artes y el recinto ferial Expo Holguín. Tales áreas estuvieron colmadas con los trabajos de expositores procedentes de doce países, así como por el público ávido de las propuestas.

Por su parte, el Congreso Iberoamericano de Pensamiento fue uno de los momentos teóricos más singulares, pues acogió a un centenar de participantes de Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Cuba.

Tanto Iberoarte, como el Congreso de Pensamiento, son consecuencias de la Fiesta, que tiene sus orígenes en los años noventa, cuando intelectuales como el arqueólogo José Manuel Guarch Delmonte y Armando Hart, entonces ministro de Cultura, modelaron lo que sería un espacio imprescindible para repensar un hecho cultural discutido con vehemencia hasta el día de hoy: la llegada del almirante Cristóbal Colón a América.

AL INTERIOR DE LO QUE FUE LA FIESTA DE LA CULTURA IBEROAMERICANA

En Holguín, la presencia hispana es notable, no solo por el gusto hacia manifestaciones refinadas como el teatro lírico y la poesía, sino que queda palpable por el número de familias que integran las sociedades de naturales y descendientes. Para ellos, la Fiesta es un momento donde aprovechan para reunirse con las autoridades españolas, canalizar toda clase de inquietudes o descubrir el trabajo de los artistas que nos visitan, muchos de ellos aficionados, pero con una obra impresionante.

La Fiesta no es solo reflexión teórica, sino que se nutre de las formas de la cultura popular. Para Ávila Rumayor, “lo que se discute mediante paneles y mesas de diálogos tiene que ser expresión de lo que ocurre en los otros espacios culturales. Por ejemplo, este año mantuvimos las Brigadas de Solidaridad, una práctica que fue la respuesta solidaria de los delegados internacionales que vinieron en el 2008, cuando nos recuperábamos del paso devastador de Ike. Las Brigadas son una manera de enseñar la otra Cuba, lo que la Fiesta no puede mostrar únicamente desde la ciudad cabecera”.

Las Brigadas de Solidaridad se componen por artistas extranjeros que, junto a los cubanos, llevan hasta municipios como Banes o Gibara lo que sucede en la ciudad de Holguín. Este año, la cita abrió sus puertas a los participantes con un concierto del cantautor Raúl Paz, en el teatro comandante Eddy Suñol.

Lo de Paz fue el preámbulo de las muchas noches de  teatro, literatura y danza que siguieron. A cualquier hora se fundieron tradiciones diferentes, lo mismo llegadas de Bolivia, que de Galicia, en lugares como la Casa de Cultura Manuel Dositeo Aguilera o el Museo Provincial La Periquera, convertidos para la ocasión en el Centro América Latina y el Caribe y el Centro cultural Ibérico, respectivamente.

En una de esas jornadas en la Periquera, sitio que también acogió el tercer Festival de vinos artesanales, Francisco Montalbán, embajador de España en Cuba, aseguró que la Fiesta tiene “en primer lugar el valor de la amistad entre los países del área iberoamericana, España, Portugal y los países de América Latina. Segundo, el disfrute de la cultura como una manifestación que nos engrandece el espíritu a todos. En tercer lugar, el valor de la juventud. Son artistas muy jóvenes los que hemos visto, que inician con ilusión una carrera como aficionados o tal vez  como profesionales, a los que hay que brindar los mejores deseos de éxito en el futuro”.

Por último, el embajador destacó que es una satisfacción ver la implicación de todas las sociedades de naturales y descendientes españoles en la realización de esta actividad, que cada octubre trae cultura a Holguín.

Las actividades de este año fueron cerrando de a poco. Un día clausuraba el Congreso de Pensamiento, otro el Coloquio Iberoamericano de Letras, que trajo importantes donaciones de libros como las que hicieran instituciones de República Dominicana y México, a través de la UNAM. Lo último fue lanzar, desde el corazón de la ciudad, la convocatoria a la edición veinte, el 28 en la playa de Bariay, con una representación de lo que pudo haber ocurrido aquel día de 1492.  

Para la edición veinte, los organizadores esperan la visita de artistas y compañías, cuyo trabajo logrará cautivarnos como lo hicieron muchos esta vez, en especial el grupo argentino Alma, una compañía de danza integradora aplaudida en todos los escenarios donde se presentó. Una noche lo hicieron en el parque Calixto García; otra, en el Suñol, siempre junto a los holguineros de Codanza.

Susana González, su directora, vino por primera vez el año pasado para impartir conferencias sobre danza integradora en espacios como el Congreso Iberoamericano y se presentó con agrupaciones como la ACLIFIM. “Venir este año era mi sueño. Todo el mundo estaba esperando al grupo. Puse lo que teníamos para cumplir este sueño, y aquí estamos. Creo que valió la pena”.

El trabajo de Alma, compuesta por bailarines corrientes unos y distintos otros, pues bailan sobre las sillas de ruedas de las que dependen para vivir, simboliza también lo que desde Holguín año por año se hace en pos de la cultura: a veces la lucha no es contra el cuerpo, sino contra circunstancias que pueden ser materiales o naturales; pero sean de la índole que sean las fuerzas que ofrecen resistencia, siempre triunfa la cultura, en este caso, la iberoamericana, que es una lengua común, una manera de comportarse, de vivir, pensar y morir.  


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Leandro Estupiñán

Se han publicado 3 comentarios


Mauricio Babilonias desde FB
 31/10/13 8:20

De alguna manera el choque de dos culturas es motivo de celebracion.

Eduardo
 31/10/13 8:10

Bello trabajo, gran fiesta, me gusta ver una Cuba más allá de la Habana en la revista. Los felicito por su trabajo diario, soy de Camaguey y los leo, pero me gustaría leer más del Oriente del país. Gracias por su buen trabajo, y por esta bella representación de la cultura ibero

Jose Almeida desde FB
 31/10/13 7:37

Viva Cuba Libre!!!!!

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