sábado, 4 de mayo de 2024

Misterios entre penumbras y amores (+Fotos) (+Video)

Penumbras, el más reciente estreno cinematográfico cubano, marca el debut para el séptimo arte del realizador Charlie Medina...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 15/10/2012
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Filme "Penumbras"  - Portada
Penumbras, opera prima del realizador Charlie Medina.

Penumbras, el más reciente estreno cinematográfico en las pantallas cubanas, es una película con cierta intención de mirada documental, casi antropológica, a la Cuba del llamado Período Especial, pero que no deja de tener profundos anclajes con la Cuba profunda del 2012.

Su director, Charlie Medina se propuso con ella mantener el espíritu de la obra teatral Penumbra en el noveno cuarto, que sirviera de punto de partida para el texto cinematográfico.

Para ello se valió de la pericia de Roberto Otero Martínez, egresado de la especialidad de fotografía en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA).

El joven debutó como director de fotografía en Penumbras una película donde puso sus saberes sobre las cualidades de la luz y la correcta iluminación en función de la puesta en pantalla.

Penumbras es un filme sui géneris, cuya realización entrañaba grandes retos para Otero. Fue filmada a color y luego llevada a blanco y negro durante el proceso de postproducción.

En su auxilio estuvo la dirección de fotografía de Alain Ortiz, quien trabajó fundamentalmente la escala de los grises en la carta de color.

“Siempre vi la película en esos tonos”, confiesa el director de fotografía en medio de la emoción y la responsabilidad que entraña debutar como director de fotografía de una película dirigida por Charlie Medina.

-¿Cual fue tu experiencia como director de fotografía de Penumbras?

“Este es mi primer largometraje con un director como Charlie Medina. Cuando Charlie me hace llegar el guión me dice que las locaciones ya estaban seleccionadas. Lo usual es que el director y el fotógrafo escojan juntos las locaciones.

“Aquí, desde el texto de Amado del Pino, existían las locaciones para las cuales él construyó sus personajes y los puso a vivir en esos sitios realmente.

“Nosotros llegamos al barrio habanero de Colón y nos pusimos en función del rodaje. Fue un trabajo muy fuerte de solo 12 madrugadas y aproximadamente seis días.

“Tuvimos que hacer mucho hincapié en cómo acondicionar un edificio de viviendas transitorias y de que la puesta en escena estuviera en función de esas locaciones. Todos los espacios fueron intervenidos desde la escenografía y la dirección de arte.”

-¿Cómo fue el concepto de ambientación que manejaron en el filme?

“El trabajo de atmósfera fue muy interesante porque estos personajes viven en la sombra, en la oscuridad y salen a la luz a contar sus historias.

“Por eso estaba muy bien coordinada la cuestión estética tanto desde el posicionamiento de cámara como desde las atmósferas.”

-¿Qué referentes tuvieron en cuenta para la dirección de fotografía?

“Hicimos un muestreo de diferentes películas, clásicos del cine como Soy Cuba, para ver las estéticas que pudieran resultar más interesantes desde el punto de vista fotográfico.

“A partir de los ensayos de Charlie, comenzamos a ver el movimiento escénico de los personajes en esos espacios tan pequeños y tan reducidos y así íbamos creando las atmósferas.

“Desde el punto de vista técnico, la película fue grabada con una cámara Canon 5D, editada con tecnología digital y para ser proyectada también en digital.

“Al ser realizada completamente en cine digital, eso conllevó a un proceso de postproducción muy grande desde el punto de vista de corrección de color y de la generación de algunos efectos que hacían falta para la credibilidad de una película que se correspondía con los últimos cinco años de la década de los 90.”

- Conversando con Pepe, el posadero

La relación de Omar Franco con el personaje de Pepe, el posadero fue un amor a primera vista.
Conocido en la escena cubana como Freddie y como el Mario Conde de Viento de cuaresma, sin embargo para él Pepe tiene un encanto especial. Siete años después de haberle dado vida en el teatro, Charlie Medina le propone que lo materialice en el cine.

-¿Cómo te sientes llevando al cine el personaje de Pepe, el posadero?

“Esto ha sido un sueño porque desde que leí la obra teatral me gustó. Luego logré interpretarlo bajo la dirección de Osvaldo Doimeadios y tanto el público como la crítica lo asimilaron muy bien. Ahora, en la pantalla grande con Charlie ha sido una gran experiencia.

“Además he tenido que adaptarme a los códigos del cine. No me resultó tan difícil porque es uno de los personajes que he hecho en el teatro que siempre me gustó.

“Pepe cuenta una historia, a finales del siglo XX, donde algunas personas perdieron la brújula desde el punto de vista de la solidaridad. Este personaje aparece, donde nadie se lo imagina, como un salvavidas para quienes lo necesitan espiritualmente.

“Me siento muy contento de representarlo en la pantalla grande y ojalá muchos cubanos recuerden aquella época, no solo por las llamadas 'posadas', sino por la historia y porque está presente la pelota que es nuestro deporte nacional, y también funge como hilo conductor del filme.

-¿Se puede decir que es tu primer protagónico en el cine?

“Si, es mi primer protagónico. Empecé con Arturo Sotto, en Amor vertical, haciendo de posadero, después me tocó diente de sable. Luego empezaron los nombres: Reinier, en Kangamba; Evaristo, con Arturo Sotto; Jesús, en HavanaStation.

“En una película que está por estrenarse hago el antagonista con Aramís Delgado, pero, en grande, mi protagónico es este y me alegro mucho de que haya sido con un personaje que traía del teatro.”

-¿Te ha costado mucho trabajo desmarcarte del estereotipo del humorista para tus papeles dramáticos en el cine?

“Mi formación con Armando Suárez del Villar, a quien agradeceré eternamente por su labor como maestro, y con los actores Hilda Oates, René de la Cruz, Luis Alberto García, me llevaron a asimilar un personaje.

“He estado en el movimiento de los humoristas desde los años 80, junto a Virulo, Churrisco, OsvaldoDoimeadios, y no es menos cierto que el humor es una escuela muy difícil.

“Como me gusta tanto también el teatro nunca quise despojarme de lo que había aprendido como actor y por eso, en el humor, he emprendido sendas de más búsquedas.

“Al final me ha valido para tratar de unir, como en esta ocasión, la tragedia con la comedia. La agudeza que te da el humor te permite asumir este tipo de personajes.”

-¿Qué es lo que más disfrutas del personaje de Pepe?

“El suspenso en que mantiene al público por lo que le puede suceder a Pepe. Por su pasado tremebundo y ese presente inmediato del personaje y sus misterios.

“Detrás de la risa, él esconde otro mundo. Creo que es lo importante porque al final el espectador se intriga y se enamora del personaje. Lo mejor es lo que va escondiendo y que por momentos aflora en la película.”


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión


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