domingo, 8 de septiembre de 2024

Elecciones generales en Paraguay: ¿de mal en peor?

Los comicios en Paraguay están signados por un entorno regional poco amistoso: escándalos de corrupción, acusaciones contra los principales candidatos, ilegalidades, homofobia y otros males que denuncian sectores civiles y políticos…

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 21/04/2013
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Opciones de la derecha paraguaya
De estas elecciones, surgirá un gobierno con pocas esperanzas de cambios.

Paraguay es una nación herida. Con seis millones de habitantes –más de la mitad en pobreza- alto desempleo, repudiada internacionalmente por el golpe de Estado parlamentario contra el presidente legítimo Fernando Lugo en el 2012, celebra elecciones generales este domingo, en las que se elegirá un nuevo jefe de gobierno, entre otros cargos.

La oligarquía paraguaya pretende con estos comicios – a lo externo- brindar una imagen de democratización a sus vecinos del hemisferio, lo que quizás resulte imposible dada la naturaleza de un proceso que nace lastrado por una anormal situación antidemocrática, además de escándalos de diverso tipo que comprometen a destacados políticos.

En uno de ellos apareció esta semana el actual presidente de facto Federico Franco –el individuo que calificó de “milagro” la reciente muerte del Presidente bolivariano Hugo Chávez- quien acaba de comprar, luego de 10 meses al frente del país, una monumental hacienda en Colonia Independencia, estado de Guairá, con un valor de  400 mil dólares pagados en efectivo al ciudadano alemán Hans Jurgen Heinrich, según informó el diario Últimas Noticias.

A las urnas están convocados unos tres millones de ciudadanos –la mitad de ellos analfabetos-  en medio de un entorno en que los dos presidenciales con mayores posibilidades son acusados de irregularidades y manejos turbios, por lo cual –sea cual fuera el ganador- surgirá un gobierno lastrado por el golpismo, un odio visceral hacia la izquierda y pocas esperanzas de cambios estructurales socio-económicos, ya que en la nación guaraní existe un exiguo sistema de planificación económica.

Además del mandatario y su vice, los votantes elegirán 45 Senadores titulares y 30 suplentes, 18 Parlamentarios titulares del Mercosur y 18 suplentes, 80 Diputados titulares y 80 suplentes, 17 Gobernadores y 17 Juntas Departamentales.

Para la derecha paraguaya es vital el resultado de estos comicios, a los que asistirán observadores internacionales alertados  de la eventual compra de votos y otras irregularidades- ya que es su oportunidad de que el Partido Colorado retome las riendas de un país que gobernó durante 60 años ininterrumpidos, 36 de ellos bajo las botas de la dictadura de Alfredo Stroessner, hasta que el exobispo izquierdista Fernando ganara la presidencia en el 2008.

Paraguay, exportador de soya y carne vacuna como sus dos renglones económicos básicos, está suspendida de importantes entidades regionales a las que pertenecía   –MERCUSUR, UNASUR- debido a la ilegal maniobra política contra Lugo en junio del 2012- y espera, con lo que el oficialismo llama “retorno a la democracia” ser aceptada de nuevo en el seno de esas organizaciones.

CANDIDATOS

Aunque son 10 los postulados a la Primera Magistratura, solo dos lideran las encuestas.

Uno de ellos es Horacio Cartes, 56 años, postulado por el Colorado. A Cartes, multimillonario con poca experiencia política, dirigente deportivo, se le vincula, entre otros negocios ilegales, con el narcotráfico en América Latina, negocios irregulares, y un histérico historial homofóbico. Era, hasta ahora, el favorito en las encuestas.

Este miércoles, miembros de la Juventud Democrática Paraguaya solicitaron en una nota a la Fiscalía General del Estado una investigación al postulado Colorado, pues “sobre él (Horacio Cartes) pesan innumerables hechos ilícitos que se lo atribuyen como el Narcotráfico, contrabando, evasión de divisas, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Ante tales acusaciones, no ha respondido con ninguna negativa o afirmación, solo se limitó al silencio”

El otro contendiente con probabilidades es Efraín Alegre, 50 años, quien se integró al  Partido Radical Liberal Auténtico (PRLA) desde muy joven. Con una meteórica carrera, fue Diputado en el Congreso Nacional en dos Legislaturas consecutivas, entre 1998 y 2008. Presidió en dos cortos períodos la Cámara Baja.

Renunció al Senado cuando el presidente Lugo le brindó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, pero lo destituyó en junio del 2011 “por prebendarismo”, según informó el Ejecutivo. El PRLA fue uno de los orquestadores del golpe de Estado contra Lugo, y Alegre se sumó de inmediato al gobierno de Franco. Para Lugo, es “el representante de la clase empresarial más conservadora” del país.

El candidato oficialista explotó su apellido en la contienda con el lema “Alianza Paraguay Alegre”,  integrada por pequeños partidos minoritarios, a los que a última hora se unió la derechista Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE), del exgeneral Lino Oviedo, quien falleció el pasado año en un accidente de aviación cuando se había inscripto en la liza electoral.

En lo que constituye otro descrédito para la partidocracia paraguaya, distintos sectores políticos denunciaron que Alegre se valió de su cargo gubernamental para negociar el apoyo  de la UNACE con recursos del Estado.

Previo al acuerdo político conocido esta semana, el Estado paraguayo, mediante el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra, compró por vía de la excepción, sin un conflicto inminente que justificara esta figura, una hacienda de cinco mil hectáreas en la Zona de la Cordillera, valorada en 11 millones y medio de dólares pagados en efectivo en un día de asueto de la pasada Semana Santa.

Denuncias periodísticas indican que el latifundio pertenece a la firma San Agustín, de la que es accionista Lidio Oviedo, padre del presidente del Congreso Nacional, Jorge Oviedo Matto, quien renunció a ese cargo tras la divulgación de la noticia. El precio real de la propiedad se triplicó en las últimas tasaciones.

La consultora First Análisis y Estudios divulgada por el diario derechista ABC Color daba como ganador a Cartes con un 37,6 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el centroderechista  Alegría con un  31,7 por ciento.

Pero eso fue antes del negocio pactado con la UNACE, cuyos líderes han pedido a su membresía el “voto útil”  - el 7,1 por ciento otorgado por las consultoras- y que movería los porcentajes a favor del PRLA.

Gane quien gane, ya que la izquierda posee pocas posibilidades de volver a la Presidencia debido a sus divisiones internas, aunque sí accedería a otros cargos en juego, el nuevo jefe de gobierno nace sin credibilidad internacional, y deberá enfrentar –si lo hace-  una economía en baja, con un índice de desempleo en aumento -8,1 datos oficiales- e inversiones previstas en torno a los 800 millones de dólares, un  60% de ellas de empresas paraguayas.

Para especialistas, los vaivenes económicos de la nación guaraní encuentran pretextos oficiales que van desde los cambios meteorológicos hasta los arreglos políticos. La economía es endeble, sin competitividad ni proyección de futuro, sin generación de empleos y sin previsiones en el ámbito social. Según esas fuentes, solo un cambio en las estructuras nacionales, como plantea Lugo, sanará las heridas del Paraguay. Y, como andan las cosas, tales transformaciones no aparecen en los planes futuros de la derecha nacional.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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