Durante 14 horas, en una peligrosa e inédita acción, Estados Unidos y sus aliados europeos Francia, España, Portugal e Italia secuestraron durante 14 horas al presidente boliviano Evo Morales, con el pretexto poco creíble de que en su avión viajaba el exagente de la Agencia Central de Inteligencia, Edward Snowden, retenido en el aeropuerto de Moscú, Rusia.
La acción desplegada contra Morales, quien regresaba de Moscú luego de participar en la II Cumbre de los Países Exportadores de Gas, ocurrió cuando trató de reabastecer su nave. Fue dictada por Francia y seguida de inmediato por Portugal, Italia y España. La condición inaceptable y denigrante de esos países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue que el avión –que posee impunidad presidencial- fuera revisado para conocer si en su interior se encontraba Snowden.
Para el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, las colonias ahora se encuentran en Europa, en alusión al cumplimiento de las órdenes de la Casa Blanca, un continente sacudido por la divulgación de información de Snowden, quien demostró cómo el imperio norteamericano espía a los gobiernos del Viejo Continente, en especial sus aliados más cercanos. La supuesta indignación de algunos países europeos contra Washington es contradictoria, ya que aceptaron las órdenes imperiales contra una nación soberana y su líder.
El secuestro de un presidente latinoamericano, según analistas, constituye una afrenta no solo a su persona, sino también al continente y al proceso político que se desarrolla en Bolivia, de donde el gobierno expulsó al embajador de Estados Unidos por estar involucrado en planes para derrocarlo y a su agencia, la USAID, por participar en actividades para desestabilizar al país.
Una vez más Morales, uno de los líderes regionales más atacados por Estados Unidos y la derecha oligárquica y cuya voz antiimperialista se escucha con respeto en los foros internacionales, mostró su dignidad y la de su pueblo al negarse a la entrada de autoridades extranjeras en el avión presidencial, lo cual constituiría una deshonra para Bolivia y su pueblo y una violación del derecho internacional.
Lo que no imaginaban los aliados de la Casa Blanca en Europa –los mismos que han apoyado sus guerras en el mundo árabe-, es la reacción de protesta internacional por la sumisión a que quisieron someter al primer presidente indígena boliviano.
Una reunión urgente de la Unión de Naciones Suramericanos (UNASUR) fue convocada para este jueves para analizar la actitud de esa organización respecto a la actitud europea y las medidas a tomar, pues este precedente con el líder boliviano puede repetirse en cualquier momento contra otro mandatario o dirigentes de gobiernos progresistas e izquierdistas de esta región.
También la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), de la cual también es miembro Bolivia, varios gobiernos latinoamericanos, intelectuales, y en especial la población de numerosos países, transmitieron notas de protestas ante la posición colonialista europea, expuesta de nuevo ante las órdenes del imperio estadounidense.
Ahora, las naciones de Europa involucradas en el secuestro tratan de minimizar la degradante actitud, aludiendo a una supuesta revisión técnica del avión boliviano, una mentira que ni ellos, que la fomentaron, pueden tomar en serio.
Últimas noticias indican que Morales y su comitiva este miércoles cargaron combustible en su nave en Islas Canarias, harán una escala en Fortaleza, Brasil, con igual propósito, y seguirá rumbo a su país, donde millares de personas le esperan en horas de esta noche.
García Linera informó que el avión presidencial FAB-001 no fue revisado por ninguna fuerza extranjera y que Morales, objeto de un secuestro internacional, “estará de regreso al país para la noche de este miércoles”.
“No hemos permitido que se hiciese registro al avión presidencial 001 y que ningún tipo de fuerza hiciese revisión al avión presidencial porque no corresponde. Ese avión tiene inmunidad y por derecho internacional no puede ser sometido a requisa”, aclaró.
Una vez más se equivocó Europa respecto a la dignidad de lo que fueron sus antiguos colonias. En un revés histórico, ahora, ella es la que pertenece a una metrópoli que la maneja a su antojo, aunque ello signifique, como en este caso, exponerse de manera degradante ante el mundo.
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