Maduro pone límites a la derecha venezolana

 A siete meses de la partida física del Comandante Hugo Chávez Frías, el Gobierno Bolivariano, en voz de su presidente Nicolás Maduro, ratificó la toma de una serie de medidas para aniquilar la guerra económica y psicológicas impuestas a la población por la derecha interna y regional, en el interés de aplastar el proceso nacional Socialismo del siglo XXI.

Maduro declaró en un acto cívico-militar en el Estado de Carabobo, en el norte del país, que la ofensiva contrarrevolucionaria en la economía es la más cruda desde el año 2002 y llamó al pueblo a radicalizar la Revolución Bolivariana, tal como hizo Chávez en aquel año.

La actual confrontación, al contrario de lo que ocurrió en 2002 y 2003 con el paro petrolero y el efímero golpe de Estado contra el Presidente Chávez en que la oposición gritaba a toda voz sus fechorías,  “ahora es una guerra sigilosa, silenciosa, perversa y quienes los dirigen salen por los medios de comunicación a sonreír”.

Precisó que “todos los días descubrimos una conspiración nueva” por lo que su Gobierno ha colocado “un límite a estos actos de la derecha”, y si los mismos se exceden, explicó, actuará con toda la fuerza de la Constitución Nacional.

La expulsión de tres diplomáticos estadounidenses demostró con pruebas ilustrativas imposibles de negar cómo la Embajada de Estados Unidos organiza y financia a los opositores liderados por el perdedor excandidato presidencial Henrique Capriles.

En ese sentido, argumentó la salida del país de “tres piezas claves que dirigían el plan de guerra sicológica, eléctrica y económica contra nuestro pueblo, y fue tan contundente el golpe que ustedes vieron —añadió ante el auditorio— que la ex Encargada de Negocios admitió que se reunía con factores de la oposición”.

Maduro aseguró que la Revolución Bolivariana está configurando el camino y preparando una ofensiva “que va a ser sorprendente” para el sector opositor, la cual, en opinión de observadores, comenzará en pocos días.

El Presidente confirmó que el martes próximo solicitará poderes habilitantes para enfrentar la tensa situación económica existente en Venezuela debido a la manipulación de sectores de la derecha que causan crisis artificiales de desabastecimiento de productos de primera necesidad —entre otros planes, como los cortes de energía y paros de empresas— para tratar de desestabilizar la Revolución Bolivariana.

Los poderes habilitantes son sancionados por la Asamblea Nacional, a petición del Mandatario del país, y constituyen una herramienta jurídica de rango constitucional que lo faculta a dictar decretos con rango, valor y fuerza de Ley sobre las materias que estime pertinentes de acuerdo con las necesidades y/o emergencia del país, según dicta la Carta Magna venezolana.

La habilitante se otorga en las condiciones establecidas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, por lo que debe cumplir con los procesos formales inherentes a la elaboración de una Ley, con plazo para su ejercicio, según reza el artículo 203 de ese documento rector. 

En su discurso pronunciado en Carabobo, el Dignatario venezolano dijo que ese instrumento jurídico, si lo concede el Parlamento —ya que debe ser aprobado por las tres quintas parte de los legisladores— será empleado como medio de combate contra la guerra económica que sufre la población venezolana.

Ante más de un centenar de miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ratificó que su objetivo es acabar con la corrupción y los desmanes de los opositores. “No le tengo miedo a la derecha fascista, internacional, paramilitar. ¡No le tenemos miedo a nadie! (...) Tenemos que hacernos respetar en la calle con la fuerza del pueblo. Sin patria, no existiría nada aquí (...) Hay que ser bien criminal para desestabilizar el país”, agregó.

En estos momentos, además del desabastecimiento artificial, ya que los almacenes están repletos de mercancías que se niegan a vender los empresarios privados, los opositores paralizaron la empresa Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), que produce cabillas para construir nuevas edificaciones en el ámbito de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

“Responsabilizo ante el país a un grupo pequeño de anarcos-sindicalistas si la Gran Misión Vivienda Venezuela incumple su meta de entregar hogares a 300 000 familias”, expresó Maduro quien, una vez más, llamó al equilibrio y la recuperación del criterio.

En una exhortación a los trabajadores de SIDOR, el mandatario solicitó la reactivación de la empresa, pues se trata de otro sabotaje a la economía nacional por sindicalistas a los que calificó de “anarquistas”.