martes, 24 de septiembre de 2024

Presidencia de Paraguay en juego  (+ Audio)

El derechista partido Colorado pretende ganar los comicios presidenciales el próximo día 30...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 22/04/2023
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Enrique Peña Nieto y Efraín Alegre
Efraín Alegre, de la coalición Concertación, y el oficialista Santiago Peña, aparecen como favoritos en las presidenciales del próximo día 30. (Tomada de Telesur)

Paraguay vuelve a las urnas en elecciones nacionales el próximo día 30 en un ambiente apático, según medios políticos, pero que podría marcar, como en 2008, la derrota del gobernante partido Colorado, a pesar de las dudas existentes sobre el posible nuevo presidente del país.
 

Aunque son 12 los candidatos a la jefatura de gobierno, solo dos de ellos –y quizás un tercero- aparecen como favoritos, pero en ocasiones las urnas suelen dar sorpresas.
 

En Paraguay (Aguas bravas en guaraní) viven alrededor de 8 000 000 de personas, más de un 30% de ellas viviendo en pobreza o indigencia, pues se le considera uno de los de mayor desigualdad en la repartición de las riquezas nacionales en América Latina y el Caribe.
 

Este país, miembro del Mercado Común del Sur (Mercosur) es un importante referente de productos agrícolas y se promueve en círculos financieros como un destino seguro para las inversiones extranjeras. En 2021, el país creció un 4,2%, según el Banco Central.
 

Además de elegir a un presidente y vicepresidente de la República, los votantes también decidirán quiénes ocuparán los cargos de senadores, diputados, gobernadores y juntas departamentales.
 

Los candidatos son, para la primera magistratura, Santiago Peña-Pedro Alliana, del Colorado; Efraín Alegre y Soledad Núñez, por la Concertación; Paraguayo (Payo)  Cubas-Ramón Valdés, independientes, considerados con las mayores posibilidades de pasar a un balotaje,  entre otra decena de aspirantes.
 

A nivel nacional, serán habilitados 1 140 locales de votación, con 12 171 mesas receptoras, y 17 locales en el exterior (Argentina, Brasil y EE.UU.)

 

COLORADOS EN EL PODER
 

La historia política de Paraguay está regida por el conservador Partido Colorado, que en realidad se llama Asociación Nacional Republicana (ANR), el que domina el Estado y la vida económica de esa nación suramericana desde hace décadas.

Una sola vez en 60 años, en el 2008, el exobispo Fernando Lugo quebró ese esquema cuando sacó del poder a los colorados con una coalición integrada por su progresista Frente Guasú (centro-izquierda), y el Partido Liberal (centro-derecha). El gobierno de Lugo duró cuatro de los cinco años de mandato antes de atomizarse y caer en un juicio parlamentario promovido por sus enemigos electorales, e incluso con sus socios liberales. La acción judicial realizada a partir de una causa inventada, fue considerada un golpe de estado “blando” por quienes lo sufrieron y por la diplomacia latinoamericana de la época.

Uno de los elementos que podría ser definitorio en el futuro del Colorado, es la reciente intervención de Estados Unidos (EE.UU.) contra el millonario exmandatario Horacio Cartes (2003-2018), por –según los acusadores- “incurrir en actos de corrupción antes, durante y después de su mandato como presidente”.

EE.UU. acusa a Cartes, e incluso al actual jefe de gobierno, también con una enorme fortuna personal, Mario Abdo Benítez de contrabando de tabaco.
 

El exdignatario es indicado por el departamento del Tesoro de EE.UU. de contrabando de tabaco -con su principal empresa, Tabacalera del Este S.A. (Tabesa)- y de lavado de dinero (Banco Amambay, ahora Banco Basa), así como de participar, refieren, en la financiación de grupos considerados terroristas por la Casa Blanca, como Hezbollah.

Analistas políticos consideran que la casi certeza de que los Colorados seguirían en el poder este año se debilitó después de las sanciones impuestas por la Casa Blanca a Cartes, quien está prohibido de entrar al país norteño ni negociar con sus empresas.

Cuando la decisión de EE.UU. ya no pudo ser ocultada, y los medios –como movidos por una varita mágica- iniciaron un frontal y homogéneo ataque contra Peña, este se reunió con el embajador norteamericano para aclarar su posición política,

El candidato declaró después a la prensa que si gana las elecciones la prioridad de su política exterior estaría encaminada a fortalecer las relaciones de Paraguay con Washington, Israel y Taiwán.

De esta manera, lanzó un mensaje directo a la clase empresarial, si se considera que algunos de sus sectores, sobre todo los vinculados a la producción de carne y soya -priorizando sus grandes intereses corporativos- de forma cada vez más desembozada opinan de manera favorable acerca de la necesidad de establecer relaciones con China.

¿QUIÉNES APARECEN COMO FAVORITOS?

El candidato oficialista Peña (1978), exministro de Finanzas de Cartes y exmiembro del Directorio del Banco Central del Paraguay asegura en sus mítines que hay un “enorme entusiasmo” por los comicios, pero las calles, repletas de carteles de campaña, permanecen tranquilas, sin el fanatismo hacia las principales candidaturas.

Hay coincidencia entre los politólogos que Peña, economista de profesión, tiene un hueso duro de roer con la aspiración, por tercera vez, de Efraín Alegre (1962), de Concertación para el Nuevo Paraguay, que aparece con grandes posibilidades de victoria, más aun luego de las graves acusaciones contra Cartes y Abdo.

El analista Alberto Campos afirma que todo apunta a que no será un “clásico” (entre los dos principales adversarios) y que un tercer jugador terminaría restando votos a ambos sectores, con referencia a Payo Cubas (Cruzada Nacional).

“En estas elecciones, precisó, se observa claramente que nadie se corta las venas por Peña o Alegre”.

A Cubas lo siguen personas muy fanatizadas, pero sin una mayoría sólida. Ningún especialista asegura que la voluntad de darle el voto se traduzca después en las boletas. “No sabemos que podría ocurrir”, señaló el también asesor de perfiles políticos, quien destacó que la mayor proporción del electorado está conformado por personas entre 30 y 40 años, frustradas por los resultados de las dos últimas administraciones coloradas”.

Si gana Peña, que hizo una campaña en solitario, pues ni Cartes ni Abdo Martínez lo acompañaron dada la actual situación con EE.UU., tendrá que lidiar con la idea del “poder prestado”, pues es notable la influencia del acusado  expresidente en los manejos del país.

Para la emisora Monumental 1080 AM  es una situación muy delicada para gobernar cuando "los actores políticos y la ciudadanía son conscientes de que el poder no está donde dicen que está".

El exministro, si ganase, tendrá una gobernabilidad complicada y débil, dadas sus relaciones con Cartes, actual presidente de la ANR, quien constituye un liderazgo de peso que puede opacar cualquier iniciativa oficial.

Aún se recuerdan las grandes movilizaciones populares de 2021 cuando millares de paraguayos salieron a las calles para exigir la renuncia de Abdo por el mal manejo de la Covid-19 y de la carencia de un sistema de salud en el país.

La oposición la lidera Efraín Alegre, abogado conservador, líder del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), y exministro de Obras Públicas del Ejecutivo de Lugo, cargo que abandonó entre denuncias de irregularidades, votó contra el exsacerdote en el juicio político donde resultó destituido.

Alegre dirige la Concertación Nacional, una alianza con otros partidos de centro derecha más pequeños pero muy activos y de la izquierda representada por una parte del Frente Guasú, el Partido Febrerista y la Federación Nacional Campesina (FNC).

Aparece en su chapa como vice Soledad Núñez, exministra de Vivienda de Cartes, quien buscaba la presidencia como independiente. Lo acompañan también en la coalición cientos de aspirantes a senadores y diputados de larga trayectoria opositora y anticorrupción como la exministra de Salud de Lugo y senadora por el Frente Guasú, la médica Esperanza Martínez, o la abogada y diputada del conservador Encuentro Nacional, Kattya Gonzalez.

Con un programa de gobierno tendiente a resolver la compleja realidad social de Paraguay, Alegre está centrado en mejorar los sistemas de educación, inseguridad, transporte, eliminación de la pobreza, y darle un vuelco a lo que es considerado un pésimo sistema de salud pública.

Sobre Alegre, el analista Camilo Filártiga mencionó que tendrá a cuestas el desafío de consolidar el proyecto de la Concertación, pero ante todo debe nuclear en torno a su programa a sectores diferentes entre sí.

Uno de los logros de este político, que está convencido de su victoria, es que logró nuclear a las agrupaciones opositoras y consiguió un consenso importante en torno a su figura, lo que le garantizaría un alto número de votos en la primera vuelta.

Aunque es una posibilidad remota que Cubas –calificado como una personalidad independiente y solitaria- ocupe uno de los dos primeros lugares en la votación, lo acompañan en su pretensión los ciudadanos hartos de la politiquería nacional y sus puntos pueden ser definitorios en un eventual balotaje.
 

La participación ciudadana en los comicios de 2018 ascendió al 61,41%, lo que equivale a que de 4 241 507 habilitados sufragaron 2 604 547 personas.
 

Pocos prestan atención a las encuestas locales de intención de voto. Algunas dan más de 10 o 30 puntos a los colorados. “Se han manipulado mucho, se usan con otros propósitos”, afirma el director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Fernando Masi

Faltan unos días que pueden ser decisivos para los resultados de los comicios, más aun cuando existe una masa con pocas opciones y grandes necesidades de cambios políticos y socio-económicos.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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