martes, 23 de abril de 2024

Japón, rey del Clásico con final épico

En un juego excepcional, con un final de leyenda, los samuráis derrotaron a Estados Unidos por 3-2 y son tricampeones del Clásico. Cuba incluyó a dos en el equipo ideal...

Norland Rosendo González en Exclusivo 22/03/2023
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Japón se alzó con la corona por tercera vez.
Japón se alzó con la corona por tercera vez. (AP)

Con su tercer título en clásicos mundiales de béisbol Japón confirma, una vez más, que los torneos cortos se ganan más por el estado de forma del equipo que por las nóminas cuajadas de estrellas, aunque la plantilla de los sumarais también era portentosa.

Después de haber alzado los cetros en 2006 y 2009, los nipones no habían pasado de la semifinal en las dos ediciones siguientes, 2013 y 2017, dominadas por conjuntos de América: República Dominicana y Estados Unidos, respectivamente.
Era esta la ocasión de desequilibrar la balanza con el océano Pacífico de fiel. Y había, además, otras expectativas: ¿podrían los japones convertirse en los primeros tricampeones o serían alcanzados por los estadounidenses como los únicos con dos títulos y ambos seguidos? ¿Qué Liga alzaría la corona? 

Mucho morbo para la noche de martes en Miami. Mike Trout de un lado, Shohei Ohtani del otro. Cada comparecencia de ellos era un show. Se dice que estaban sobre el mismo campo de juego, enfrentándose, el mejor jugador de beisbol del planeta Tierra y el mejor jugador de la galaxia. 

Ohtani ganó el premio MVP
Ohtani ganó el premio MVP (AP)

Fue un partido de lujo, concluido con pizarra de 3-2. Siempre el empate al alcance de un swing y eso mantuvo en vilo al planeta béisbol. Un día antes, Japón estuvo a tres out de perder el invicto y morir por tercera ocasión a las puertas de la final, pero reaccionaron vigorosamente con Ohtani pegando el doblete que abrió el noveno inning.

El mismo fenómeno que terminó ganándose, quién si no, el premio MVP del Clásico, tras firmar saldo de 2-0 y un juego salvado -acciones positivas en casi la mitad de los siete éxitos del equipo-, con 11 ponches en 9.1 innings como lanzador y al bate dejó guarismos también de talla XXL: .435 de average, 5 extrabases, 9 carreas anotas, 8 impulsadas y tomó 10 bases por bolas.

En este último juego, el picheo japonés controló de manera magistral a la poderosísima tanda norteña, que no pudo producir más que dos vueltas conseguidas con su arma letal: los jonrones, pero ambos fueron con los senderos vacíos: de Trea Turner en el segundo y Octavo Kyle Schwarber en la penúltima oportunidad ofensiva.

Igual los samuráis dispararon par bambinazos en las mismas condiciones: sin nadie en base, de Munetaka Murakami y Kazuma Okamoto, pero lograron fabricar una carrera más en el segundo con rodado por la inicial con las bases llenas.
Nunca antes estos equipos, pertenecientes a los países de las dos mejores ligas profesionales del mundo, se habían enfrentado en la discusión del título del torneo de selecciones de más alcurnia en la actualidad.

Estados Unidos reunió al que clasifica como el bateo más demoledor de cuantos ha habido en cinco ediciones, mientras Japón fue muy exquisito en la preparación de su equipo, al extremo de asumir los costosos seguros de sus jugadores de Grandes Ligas para disponer de ellos en los entrenamientos antes de la fecha fijada por la oficina de MLB.

Concluye así un torneo que deja, en términos de taquilla, una gran renta, con récord de asistencia. Según ESPN, fueron más de un millón 300 mil aficionados, incluyendo los más de 36 mil que vieron la final en el Ioan Depot Park de Miami, cuya cifra de asistencia en la fase de grupos rompió la marca anterior para una sede preliminar en suelo estadounidense.

Este martes se anunció también que la próxima cita será en 2026, cuando se conmemorarán 20 años del nacimiento de los clásicos. Para entonces esperemos que los organizadores aseguren, en aras del espectáculo, menos restricciones para los fichados en la Gran Carpa.

Al término del juego se informó el equipo ideal de la competencia en el que fueron incluidos dos jugadores del equipo Cuba: Yoan Moncada (3B) y Miguel Romero (Pícher de bullpen).

Completan la lista de lujo: Othani como abridor y designado, Patrick Sandoval (MEX, abridor), Salvador Pérez (VEN, cátcher), Yu Chang (TCH, primera base), Javier Báez(PUR, segunda base), Trea Turner (EUA, campo corto) y los jardineros Masataka Yoshida (JAP), Mike Trout (EUA) y Randy Arozarena (MEX). 

El quinto Clásico, que marcó el regreso de Cuba a los cuatro grandes y el arribó por primera vez de México a ese selecto cuarteto, bajó el telón con un out de leyenda. 

Ohtani, venido de otros mundos, ponchó a Trout, rey de estos confines en las artes de este enigmático deporte. Un epílogo que todos habíamos deseado y probablemente nunca más se dé.

Algún día, ojalá no muy lejano, sea ese el inicio o final de una película. Porque eso fue la jugada del asiático lanzándole al anfitrión en el noveno inning con 26 outs hechos ya, escena clímax de un filme de suspenso. 

Era jonrón o ponche, y ganó el segundo. Con ese swing al aire Japón hizo historia: Es tricampeón, de 5-3. Más claro aún: Japón 3, el resto del mundo 2.  
 


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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