Qué difícil se puso la pelea. Pero el luchador cubano Yunior Estrada (96 kilogramos del estilo grecorromano) se las ingenió, después de momentos de alta tensión, para conseguir su primera victoria en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Ni Estrada, campeón de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México 2011, ni el checo David Vala tienen en su expediente una medalla en campeonatos mundiales o en Juegos Olímpicos (ambos estuvieron en los de Beijing, China 2008); pero ello, claro está, no impidió un combate interesante.
Estrada había quedado bye (sin tener que entrar al tapiz) en la clasificación, por lo que ahora se jugaban el pase a los cuartos de final en uno de los tres colchones montados en la Excel North Arena 2.
Comenzó la pelea…
El primer minuto y 30 segundos va transcurriendo sin que puedan marcarse.
Van a la posición de cuatro puntos.
Estrada abajo.
Trabaja bien.
Aguanta.
Abre las piernas.
No le marcan, y gana 0-1 (el orden al anotar lo da el color de la trusa, en este caso el cubano de azul).
Van al segundo…
“Vamos que tu puedes”, le grita Carlos Ulacia, uno de los entrenadores del colectivo que dirige Pedro Val.
No se marcan.
El checo abajo.
Lo medio levantó… ¡no!
Otra vez medio lo levantó… ¡no!
Vala pudo aguantar también.
¡Es necesario un tercer tiempo!
Val y Ulacia secan a Estrada.
No se marcaron.
El sorteo.
¿De qué color saldrá la bola?: roja. El checo arriba.
Lo medio levantó… ¡no!
Otra vez medio lo levantó… ¡no!
Se le acabó la fuerza al checo, y más atrás el tiempo.
La victoria para Yunior Estrada.
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