Se abrió el telón en la lucha femenina de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y las poderosas japonesas mandaron una clarísima señal hacia el espacio: ganaron las dos primeras medallas de oro puestas en disputa.
Hitomi Obara conquistó la primera, en la división de los 48 kilogramos, a pesar de verse obligada incluso a apretar el imaginario acelerador.
Y es que perdió el primer asalto (0-4), contra la azerí Mariya Stadnyk, pero consiguió reaccionar y ganó el segundo (1-0), forzando a la celebración de un tercero en el cual también dominó (2-0).
La canadiense Carol Huynh se adueñó de una de las de bronce, al imponerse a la senegalesa Isabelle Sambou.
Y la estadounidense Clarissa Chun lo hizo con la otra, al disponer de la ucraniana Irini Merleni.
Kaori Icho obtuvo la segunda corona para los del país del Sol Naciente, en la división de los 63 kilogramos, y su desempeño resultó más tranquilo que el de su compatriota: lo hizo en solo dos parciales (3-0 y 2-0), ante la china Ruixue Jing.
Una de las de bronce correspondió a la mongola Battsetseg Soronzonbold, quien derrotó a la canadiense Martine Dugrenier.
La otra perteneció a la rusa Lubov Volosova, vencedora de la polaca Monika Ewa Michalik.
Volosova le había ganado a la cubana Katerina Vidiaux (quinta en los Campeonatos Mundiales de Moscú, Rusia 2010), en la segunda presentación de nuestra compatriota en la Excel .
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