viernes, 19 de abril de 2024

Washington y su ¿regalo? de navidad para el béisbol cubano

El permiso para los jugadores residentes en Estados Unidos resulta una noticia bien recibida por los amantes del deporte, pero no deja de ser un acto discriminatorio...

Norland Rosendo González en Exclusivo 26/12/2022
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Peloteros cubanos de las ligas mayores en clásico de béisbol por Cuba
Se agradecen las gestiones de los organizadores del Clásico para que Cuba pueda armar una selección competitiva, que incluya jugadores profesionales de MLB o residentes en Estados Unidos.

Como si fuera un regalo de navidad, el pasado 24 de diciembre los organizadores del V Clásico Mundial de Béisbol informaron a las autoridades de la Federación Cubana de Béisbol (FCB) que el Gobierno de Estados Unidos había otorgado las licencias para que atletas de MLB o residentes en esa nación pudieran jugar por Cuba en el torneo de marzo.

Desde hacía varias semanas la FCB había explicado que sin el permiso no se podía convocar a esos peloteros, y no era, como han dicho algunos, una jugada política de este lado del Estrecho de la Florida para justificar no llamarlos para el principal evento de selecciones de este deporte, después de que fueron extinguidos las copas mundiales e intercontinentales de mayores.

Reconocer que Cuba era el único país que necesitaba de dos permisos adicionales para participar en el Clásico dejaba descolocados a los que durante mucho tiempo han dicho que son los dirigentes cubanos los que no están interesados en incluir a sus efectivos de Grandes Ligas en el equipo. Y que del otro lado no había ninguna restricción. Incluso, de este lado también hubo voces que sirvieron de coro.

La Federación de Cuba requirió de una licencia para asistir al evento, la misma que han tenido que otorgarle en las ediciones precedentes, y en esta ocasión se necesitó de otro «papelito» para los jugadores de la Gran Carpa nacidos en esta Isla o que tengan fijada su residencia en Estados Unidos.

Solo Cuba lleva esos «cuños». Nadie más. Ambos tienen un sentido eminentemente político y obedecen a la política de bloqueo que durante más de 60 años aplica Washington contra nuestro pueblo.

Escapan de las manos de la oficina de MLB. Es el punto donde lo que para algunos resulta un regalo de navidad, en su justa medida es un derecho que tienen los peloteros cubanos limitado por un Gobierno extranjero.

Según la nota publicada por JIT, se ha dado una licencia especial para los atletas de la cual no se han explicado aún los términos. Dicho permiso es en sí un acto discriminatorio, como sucedió en 2006 cuando Cuba no pudo cobrar los premios ganados legítimamente por su medalla de plata.

El presidente de la FCB, Juan Reinaldo Pérez Pardo, dijo, según la publicación deportiva: "Hemos recibido una comunicación de los organizadores del Clásico en que anuncian que se otorgó la licencia solicitada por ellos (los organizadores del Clásico) para que el equipo Cuba pueda inscribir en su nómina a los atletas cubanos, sean de MLB o no, que tengan residencia en EE.UU.".

Los jugadores cubanos que deseen firmar en MLB deben entregar un documento en el cual dejen claro la ruptura de sus vínculos con organizaciones cubanas y además fijen su residencia fuera de la Isla.

Sin esa declaración no hay acceso a la Agencia Libre y sin esta no hay posibilidad de acuerdo con ninguna de las 30 franquicias de Grandes Ligas, ni siquiera con los Azulejos de Toronto, club asentado en Canadá, lo que demuestra el carácter extraterritorial de las medidas coercitivas de Estados Unidos contra Cuba.

Ese documento hay que remitirlo a la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros, por sus siglas en inglés), una entidad gubernamental, encargada de dar el visto bueno. Y ese es un requisito solo para cubanos.

Para poder «violar» sin consecuencias el contenido de ese texto enviado por cada jugador antes de recibir el permiso para rubricar un pacto profesional, es que ahora la propia OFAC tiene que emitir una licencia especial.

Quedó claro que se agradecen las gestiones de los organizadores del Clásico para que Cuba pueda armar una selección competitiva, que incluya jugadores profesionales de MLB o residentes en Estados Unidos; sin embargo, lo justo es que ninguna de esas mediaciones sea necesaria. Que baste con cumplir el reglamento del torneo.

Y ni siquiera con esa licencia especial se puede disponer del conjunto deseado, pues es tal la presión mediática, en redes sociales digitales y hasta personalmente a través de llamadas telefónicas, sobre los que han aceptado o tienen interés de vestir el traje de la selección cubana en el Clásico, que algunos han preferido no aceptar la propuesta. Entre ellos, algunos que juegan en otras ligas del mundo, pero viven en Estados Unidos.

Si se hubiera mantenido y revalidado (o actualizado) el acuerdo entre MLB y FCB firmado en 2018, seguramente la historia hoy fuera otra, y el acceso de nuestros peloteros a Grandes Ligas resultaría natural y ordenado, igual que los jugadores de los demás países.

Pero fue el Gobierno estadounidense, entonces con Donald Trump como presidente, quien congeló unos meses después la implementación de lo acordado entre ambas organizaciones dedicadas al béisbol.

Aún Cuba no ha enviado su prenómina para el torneo y lo hará cuando sean reveladas las cláusulas de la licencia especial, según informó Pérez Pardo. Todo fuera un proceso normal a la hora de confeccionar la plantilla de entrada para el Clásico si el Gobierno de Estados Unidos no tomara al deporte también como blanco de su política hostil contra nuestro pueblo.


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Norland Rosendo González

Vivo de aprender todos los días a contar historias. Ya voy por el prescolar en la escuela de la vida. Me escapo del mundo para ver un juego de béisbol.


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