Convertido en Museo de la Revolución, desde hace varios años se llevan a cabo una serie de restauraciones bajo la premisa de respetar la originalidad del inmueble. Así, en la actualidad se han terminado las alas norte y este del complejo y ya se trabaja en la sur, el patio central y el último piso.
Según Teresa Campos Gutiérrez, primera especialista en Museología de la institución, está prevista la rehabilitación del entramado del falso techo del Salón de los Espejos; el rescate del Salón de la Bandera, del Comedor Familiar-actualmente sala Moncada- y la climatización de las salas que acogen la exposición permanente.
La reparación y restauración, financiada por el Complejo de Museos Históricos y Militares, intentará devolver al palacio toda su belleza arquitectónica, artística y patrimonial. Mientras tanto, las armas que este 13 de marzo de 2013 habrá que empuñar son las de la delicadeza, las del trabajo, las de la prisa.
Doris
20/3/13 10:41
Cuando los símbolos patrios se deterioran, creo que es obligatorio reemplazarlos por otros en buen estado. ¿Cómo el museo de la revolución, en tiempos de paz, como estos no va a tener una bandera no deteriorada, como la que se muestra en alguna de esas fotos?
Ariel
13/3/13 14:11
Que bien que lo restauren, mi abuelo me llevaba y aquí conocí mucha de la historia de la Revolución, era mi museo preferido de niño junto al de "los soldaditos" (después me enteré que era el Museo de los Capitanes Generales)
Janet
13/3/13 11:23
Bellas fotos!!!
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