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Namibia, antes denominada África del Sudoeste fue colonia alemana y posteriormente ocupada por Sudáfrica, cuando llegó a ser el país más densamente ocupado por tropas del apartheid: 1 efectivo por cada 12 habitantes.
El ejército sudafricano estableció una cadena de instalaciones militares a lo largo de frontera de Namibia con Angola, además utilizó mercenarios y creó fuerzas paramilitares para enfrentar a la Swapo, un movimiento decidido a triunfar en la lucha contra el colonialismo y el racismo.
La excolonia germana, territorio poseedor de abundantes riquezas y de una de las bahías más importantes del occidente africano, Walvis Bay, fue escenario de grandes masacres (1904-1907) contra las comunidades de hereros y namas, víctimas de los primeros genocidios perpetrados por el colonialismo alemán en el siglo XX.
También a principio de esa centuria se ubicaron allí los primeros campos de concentración de la contemporaneidad, ensayo luego trasladado a los escenarios europeos de la Segunda Guerra Mundial.