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viernes, 8 de noviembre de 2024

Cuba y Venezuela: un modelo único de integración (II)

Las misiones sociales que han beneficiado a los ciudadanos pobres de Venezuela constituyen uno de los vínculos materiales y espirituales más poderosos entre el fallecido presidente y su pueblo...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 26/03/2013
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Misiones Venezuela 01
Las misiones están ayudando al pueblo venezolano.

Cuando el fallecido presidente Hugo Chávez asumió el gobierno por primera vez en 1999, el porcentaje de pobres ascendía a 49,4 % en igual período, una cifra reducida en la actualidad a 24,5 %. ¿Un milagro en época de crisis económica y financiera global? No. Los alentadores resultados obtenidos por Venezuela —quinto país exportador de petróleo y uno de los que poseía entonces la peor distribución de la riqueza nacional— se deben, en gran medida, al novedoso programa social emprendido por la Revolución Bolivariana denominado Misiones, que ha transformado de manera radical la vida de los más vulnerables.

Las misiones sociales son el nexo material y espiritual creado entre Chávez y su pueblo. Luego de su muerte el pasado día 5, ese pueblo le ha jurado lealtad y continuidad a su legado político, de enorme trascendencia histórica, en el cual se insertan estos programas de transformación social.

En el 2003, un año después del fallido golpe de Estado en su contra por la oligarquía local, el gobierno bolivariano inició, con la mantenida colaboración de Cuba, la misión pionera Barrio Adentro para la atención de la salud en las zonas más pobres del país. El personal sanitario del archipiélago cubano se adentró en áreas donde nunca antes se había conocido la presencia de un médico. Y luego, como elemento liberador de conciencia, se inició la Campaña de Alfabetización, denominada Misión Robinson, que permitió a Venezuela declararse libre de ese flagelo en el 2005, convirtiéndose en la segunda nación latinoamericana en hacerlo, después de Cuba.

Igualmente, con un profundo carácter humanitario, la Operación Milagro —ideada por Chávez y Fidel Castro y puesta en práctica en el 2005— tampoco tuvo precedentes en este hemisferio. Se trata de atender, de manera rápida, efectiva y gratuita a la población pobre que presenta problemas de salud visual, incorporándolos a la vida social y logrando la independencia de los pacientes y de su núcleo familiar. El compromiso fue atender a 300 000 pacientes anuales cada uno, durante la década próxima a la suscripción de acuerdo.

En la actualidad —y hasta el fallecimiento del mandatario— se aplican más de 30 misiones, que abarcan, además de la salud y la educación, la alimentación, el deporte, el empleo, la vivienda, la agricultura y la seguridad, entre otras áreas de vital importancia para la población en su conjunto; además de los beneficios recibidos por la clase media nacional, así como los residentes en países fronterizos.

Los principales logros de los programas fueron la “inclusión de los pobres y la identificación de sus problemas, así como acercarlos a la participación en las políticas sociales”, señaló Luis Pedro España, catedrático de la Universidad Católica Andrés Bello, quien catalogó las misiones como un sistema de integración popular para la solución de los males heredados del capitalismo, sin precedentes en el mundo.

En referencia al éxito de este proyecto —irrealizable en un principio sin la desinteresada colaboración cubana—, durante la campaña con la que logró su reelección para un cuarto mandato en octubre del pasado año, Chávez recordó que estos programas se convirtieron “en el corazón de la Revolución Bolivariana” y contribuyeron a que tres millones de venezolanos dejaran atrás la miseria y dos tercios se beneficiaran de alguna de ellas.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) informó, a fines del pasado año, que la indigencia en Venezuela bajó de 21,7 % en 1999 a 11,7 % en 2012, y la pobreza pasó de 49,4 % a 29,5 % en igual período de tiempo.

En los últimos 14 años de Revolución Bolivariana se generaron más de 880 mil millones de dólares, de los cuales 551 mil millones fueron destinados a programas y misiones sociales. Elías Eljuri, presidente del Instituto Nacional de Estadísticas, confirmó que la pobreza general debe reducirse a un 5 %, como mínimo, este año.

¿CÓMO SE MANTIENEN LAS MISIONES?

Venezuela posee una enorme riqueza petrolera, que lo convierte en el quinto exportador de crudo a nivel mundial. Sin embargo, la mayoría de su población vivía en la pobreza en 1999. El discurso de Chávez se centró en “distribuir la riqueza petrolera” y “gobernar para los pobres.

Para poder afrontar los enormes dificultades de índole social en una nación de más de 29 millones de habitantes, el gobierno bolivariano dispuso de los excedentes de la Estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) —102 dólares (en oscilación) es el precio del barril en la actualidad—, para sin trabas burocráticas disponer del dinero de manera rápida y sin fiscalización de otro organismo, y contar con una enorme cuantía monetaria para mantener el ambicioso plan de rescate social.

En los dos últimos años —según cifras extraoficiales— el gobierno bolivariano destinó unos 23 000 millones de dólares a las cinco grandes misiones que se potencian actualmente —dado que el resto ya están afianzadas o fueron cumplidas—, para la construcción de viviendas (tres millones hasta el 2019), reducción del desempleo, subsidios y madres y ancianos pobres, y reactivación de la producción agrícola, según indicó Chávez durante la campaña por la reelección, ganada con más de 8 millones de votos el pasado octubre.

Sin embargo, sin la solidaridad de Cuba y la contribución del personal del archipiélago para llevar adelante las misiones, estas hubieran sido imposibles. Chávez lo reconoció en febrero del 2012, cuando en una intervención afirmó que “44 804 cubanos viven en Venezuela”.

En su agradecimiento a Cuba, el líder bolivariano tuvo elogiosas palabras para el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, por la colaboración prestada.

“Cuando los burgueses dicen que le estamos regalando el petróleo a Cuba, si nos pusiéramos a echar número, nos conseguiríamos con que todo lo que nos presta, nos apoya el gobierno cubano a las grandes misiones tiene un equivalente mucho mayor al valor que tiene en bolívares el petróleo que le mandamos a Cuba”, indicó el mandatario en cadena de radio y televisión desde el Polideportivo José María Vargas en Maiquetía, donde presidió la graduación de 1 215 médicos integrales.

Los más de 44 000 cubanos, según Chávez, se distribuyen: “…en la misión médica hay 31 777 colaboradores; en la Misión Deportiva, 6 225; Misión Cultura Corazón Adentro, 1 905; Misión José Gregorio Hernández, 54 colaboradores; Misión Campo Adentro, 735 colaboradores y la Misión Educativa, 486”.

Comparó el número de personas atendidas y la cifra monetaria invertida. “En actividad quirúrgica, casos operados, 1 813 932 (un millón ochocientos trece mil novecientos treinta y dos) operados. Si en una clínica privada cada intervención cuesta alrededor de 20 000 bolívares fuertes, eso sumaría 40 000 millones. En consultas médicas, en ocho años, tenemos 728 millones de consultas, en una clínica privada cada una cuesta 300 bolívares, multiplicado son 218 000 millones de bolívares, casi el presupuesto nacional”, destacó.

Para el líder bolivariano, esa es una de las razones por las que la burguesía “está como loca de llegar al gobierno y eliminar esta misiones porque eso es dinero que deja de cobrar en las clínicas y en los consultorios privados”.

Enumeró los exámenes realizados en laboratorios, 365 millones, y exámenes de alta tecnología, 2 774 000 (dos millones setecientos setenta y cuatro mil). “En tratamientos del pie diabético, 34 543 personas, y se han salvado de amputación de miembros 16 767 personas. Dios bendiga a Fidel Castro, a Raúl y a los médicos cubanos”.

CONTINUARÁN LAS GRANDES MISIONES DE CHÁVEZ

Las misiones sociales puestas en marcha por el presidente Chávez han sido 45, subdivididas en diferentes grupos, en distintas etapas. Entre ellas sobresalen las educativas, en la que ha sido fundamental la presencia de los especialistas cubanos.

También existen las que abarcan aspectos alimentarios y servicios básicos, que comprenden desde la dotación a zonas de pobreza de ambulatorios eficaces y otros servicios médicos asistenciales (Misión Barrio Adentro), el embellecimiento de lugares públicos (Plan Bolívar 2000, ya concluido), la construcción de viviendas para cubrir el histórico déficit habitacional del país (Misión Hábitat y Gran Misión Vivienda Venezuela) que lleva a cabo un plan de 3 millones de casas hasta el 2019; hasta una mejor distribución y almacenamiento de los alimentos a precios más accesibles por medio de mercados y supermercados (Misión Mercal).

Misiones misceláneas, que incluyen la mejora de las condiciones de las etnias minoritarias y marginadas, representadas en los indígenas (Misión Guaicaipuro), agilización del trámite de los documentos de identidad del ciudadano común (Misión Identidad), y la promoción de las actividades agrarias para reducir la excesiva urbanización del país (Gran Misión AgroVenezuela).

Tras la muerte de Chávez, el gobierno de Venezuela, con el presidente encargado Nicolás Maduro a la cabeza, se comprometió ante el pueblo a dar continuidad y perfeccionar todas y cada una de las misiones socialistas creadas durante la última década.

Maduro anunció que en los próximos días se concretará la creación del Sistema Nacional de Misiones y Grandes Misiones, con el objetivo de “perfeccionarlas, pulirlas y profundizarlas”.

Destacó que ha sido gracias a los proyectos sociales del gobierno bolivariano que Venezuela se ubica entre las primeras naciones del mundo en índice de desarrollo humano, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El próximo 14 de abril habrá nuevas elecciones presidenciales en Venezuela. Maduro se presenta como el candidato propuesto por Chávez en su testamento político al pueblo venezolano. De otro lado aparece el derechista Henrique Capriles Randoski, el político aliado de Estados Unidos que ya proclamó: “No regalaré más petróleo venezolano”.

Maduro lo dijo claramente. El pueblo venezolano decidirá. “O vota por el hijo de Chávez, o por el hijo de la oligarquía”. Ese día, los fieles seguidores del comandante-presidente darán su voto a un sentimiento que les inculcó su líder: la esperanza. Algo que ellos saben, porque Chávez les creó una conciencia patria para ello, jamás tendrán con Capriles.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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