Desde la tarde de ayer René González Sewherert es solo patriota cubano. A las 2pm recibió en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana el documento que certifica su renuncia a la ciudadanía norteamericana. Así lo informó René en Conferencia de Prensa en el Centro de Prensa Internacional en la mañana de este viernes.
A partir de este momento, René González, que sufrió 13 años de cautiverio en cárceles norteamericanas y desde octubre de 2012 se encuentra bajo el régimen de libertad supervisada, podrá cumplir el resto de la sentencia en Cuba, junto con sus familiares, sin necesidad de regresar a Estados Unidos.
Pese a ello y a la alegría de vivir sus últimos días en La Habana, el Héroe de la República de Cuba no se considera libre, ni formal, ni espiritualmente.
“La jueza falló a favor de nuestra petición de renuncia, pero aún falta que se modifique la libertad supervisada, por ello digo que no me siento libre aún. La jueza tiene que volver a pronunciarse, aunque mis abogados consideran que el desenlace debe ser positivo.
“Y también porque no estaré libre hasta que mis cuatro hermanos, los héroes Antonio, Fernando, Ramón y Gerardo, estén aquí con nosotros”, dijo González Sewherert.
“Voy a luchar por nuestra causa, desde cualquier trinchera; hay que seguir divulgando esta injusticia y, sobre todo, colocarla en la opinión pública de Estados Unidos”, precisó.
A la pregunta de si la jueza Joan A. Lenard tiene término para emitir un fallo, respondió que su abogado debe hacer un reporte de status y, a partir de ahí, solo queda esperar por la decisión legal.
René acotó, además, que no siente felicidad alguna por renunciar a su ciudadanía. Su decisión, según expuso, se debió a dos razones primordiales. Una, porque su libertad en Miami era una especie de encierro, forzado por las circunstancias, en una “jaula de oro”, sin garantías para su integridad física y moral.
Dos, y subrayó como la más importante, debido a la necesidad de intentar recuperar los años que le separaron de su esposa e hijas. “Esta era una prioridad en mi vida”, recalcó al respecto.
Luego de precisar que en su caso no ha habido un gesto humanitario de la justicia norteamericana, “todo lo contrario”, René González hizo un paréntesis en su comparecencia para agradecer al pueblo cubano.
“El cariño de la gente se manifiesta de modo increíble, es algo asombroso. No creo merecer tanto, pero esta Cuba mía tiene un pueblo generoso, que me ha conmovido”, expresó visiblemente maravillado.
Por último, después de volver a separar el caso de Alan Gross de la Causa de Los Cinco, de pedir valor y sensatez en la administración de Estados Unidos para sentarse a tratar su relación con Cuba, y de explicar el tratamiento de los medios de difusión norteamericanos en el caso, desde 1998, René González se despidió con la lectura de la carta que le remitiera Gerardo Hernández Nordelo y que fuera publicada anoche en Cubadebate.
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