Angélica Paredes: '' la radio me escogió a mí ''

Accedimos a  Angélica Paredes vía Facebook cuando casi rozaban las 12 am y prácticamanete aterrizaba al país luego de un viaje de 24 horas para la cobertura de la Cumbre ALBA-TCP.  Sin sosiego, - Angélica nunca lo tiene ni le interesa aparentarlo- otra vez casi de carrera nos dice-- ya fueron mis respuestas, ojalá les sea útil, apenas sin tiempo pero con ustedes no quedo mal. A esto solo responder, gracias Angélica, somos nosotros los que quedamos en deuda contigo.  

- ¿Por qué trabajar en la radio es una pasión?

- Soy una radialista a tiempo completo. Me considero una adicta al trabajo en la radio, para mí es una razón de vida. Me gradué en 1994 y como la mayoría de los periodistas de mi tiempo, mis aspiraciones eran trabajar en un medio impreso. Juventud Rebelde se mostraba como una posibilidad. Eran los años noventa y por la situación económica, los medios impresos hacían recortes de plantilla y tirada, por lo tanto, llegué primero a Radio Progreso y pensé que mi estancia allí sería transitoria, pero sorpresivamente, el medio me permitió crear mis propias alas y volar.

Ejercer el oficio desde la radio me hizo ser una mujer más segura, más inmediata, generó un poder de improvisación impensable que yo misma ni sabía que tenía, me concedió una libertad de creación y expresión inimaginable. Entonces me fui quedando con ese mundo de palabras y sonidos, que me hicieron saltar hacia Radio Rebelde, la emisora más informativa de Cuba. Esta emisora me ha permitido hacer un periodismo más ágil, cargado con esa veracidad y esa ética, tan necesaria en el contexto actual, y sobre todo con mucha inmediatez, que es algo por lo que sigue apostando la radio cubana.

A mí me gusta mucho hablar, dialogar, y la radio te da la oportunidad de narrar historias, de contar hechos, de llegar a la gente, de desarrollar la capacidad de escuchar a las personas, elaborar mensajes más directos, hurgar en lo que ellos quieren conocer, además de que te enseña a relatar lo cotidiano de una manera diferente. Yo siempre digo que yo no escogí a la radio. Pudiera parecer pretenciosa, pero yo diría que la radio me escogió a mí, porque me ayudó a descubrir lo que realmente quería hacer, porque me colocó en el sitio donde he sido muy feliz haciendo un periodismo que la gente agradece, porque me ha dado herramientas que yo desconocía, y me ha convertido en una persona mejor, más osada, incluso, fíjate que a veces me sorprendo diciendo y haciendo cosas, que otros colegas me dicen: “se ve que eres de la radio”.

El mundo radial me fue atrapando, y como joven se me abrieron muchas puertas y, de pronto, me vi con un micrófono y unos audífonos en los remotos y en importantes coberturas dentro y fuera del país; y se me fueron quitando los deseos de ir a la prensa escrita porque fui descubriendo el mundo maravilloso y seductor que no sabía que era la radio.

En estos 24 años de graduada me fui especializando en los temas internacionales, los que más me gustaron siempre, y si me preguntas, yo sí me considero una periodista de radio, lo llevo en la piel, no puedo dormir mientras la noticia está despierta, y mi pasión por el periodismo está ligada a mi pasión por la radio.

No me imagino fuera de este medio que, sin subestimar al resto, creo de verdad que es el que más se parece al pueblo cubano, pese a las insatisfacciones profesionales que tenemos y los vacíos informativos que todavía existen. Una radio sin noticias con inmediatez no es un medio radial; por tanto, insisto en que no puede perder esa cualidad que la distingue de los demás medios, a pesar de que ahora con las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones todos somos inmediatos. Creo que como nunca antes estamos en condiciones de enfrentar el gran desafío que tenemos de no dejar morir esa inmediatez, contar más historias de vida y convertirnos, como dije antes, en la plataforma de discusión, debate y polémica que necesita la Cuba de hoy.

Me seguirá apasionando siempre la trasmisión en vivo, entrar a cabina bajo la presión del reloj, de describir un acontecimiento o hacer una entrevista inesperada. Disfruto estar en un lugar, e ir narrando el suceso porque sé que con mi palabra la gente va construyendo su propia imagen. Es desafiante, pero muy gratificante, convertir los hechos en imágenes y que cuando te escuchen, luego las personas te digan “lo vi todo a través de ti, me parecía que estaba allí”. Soy una convencida de que la radio es el medio en Cuba que más se parece a la gente, y eso el pueblo lo reconoce, el pueblo sigue creyendo y confiando en la radio que hacemos.

- ¿A partir de las TICs, ¿qué desafíos tiene la radio en el esquema de los medios cubanos en la actualidad?

- Cuando no pocos pensaron que las Tecnologías de la Información y la Comunicación apagarían nuestro sonido, buscamos mil maneras de hacer una radio mejor y nos multiplicamos en las diferentes plataformas. Por ello, hoy no somos solamente audio, sino también texto, video, imágenes. En el caso de Radio Rebelde , estamos presentes con gran fuerza en nuestro sitio web y en las redes sociales, preservando nuestra razón de ser que es la calidad de la programación.

Creo firmemente que el acceso a la Red de redes es una opción necesaria para el desarrollo de la sociedad y de los medios en las condiciones contemporáneas, pero supone al mismo tiempo oportunidades y desafíos.

Hoy un periodista de radio no concibe su cobertura periodística sin captar imágenes, escribir un texto, grabar un audio, incluso, un video, porque pensamos y creamos como multimedio.

El escenario actual demanda mayores competencias profesionales, porque no podemos desconocer que cada vez más los cubanos tienen acceso a diversas plataformas de información y comunicación en Internet por lo que es necesario lograr atraer el interés con productos comunicativos de mejor factura, tanto en la radio tradicional como en las distintas plataformas. Como aspectos esenciales, diría que hay que materializar sólidos sistemas de gestión de contenidos en los distintos programas radiales, readecuar las propuestas a las plataformas de multimedialidad, conocer a los públicos, sensibilizarlos y acercarles temas de nuestra cotidianeidad.

Contamos con un público bien informado, muy exigente, por lo que, en ese sentido, hoy el reto está en hacer un periodismo que se parezca mucho más al país que somos y seremos, un periodismo que investigue sin trabas, que opine, polemice con ética y sea creíble, donde aprovechemos la experiencia de los más veteranos, pero donde también se abran las puertas a los jóvenes, sin prejuicios.

El reto permanente para la radio está en seguir contando más historias de vida, que informe siendo consecuente con la verdad y los valores que defendemos y ejercer la crítica oportuna; porque una radio que no de noticias jamás será interesante, como tampoco lo será una radio que no sirva como plataforma de debate y expresión de toda la sociedad.

Hoy la radio necesita mucha más superación y crecimiento profesional para poder llevarla aparejada a esas nuevas plataformas comunicativas que han emergido. Creo que como parte de ello debemos hacer un periodismo parecido a los nuevos tiempos, y pensar que la audiencia que consume la radio busca otras maneras y soportes para hacerlo, ya no tanto de la manera tradicional.

Las personas en Cuba siguen escuchando radio, pero los códigos para consumirla cambiaron, y no podemos estar alejados de esa realidad. El reconocimiento mayor, el cotidiano, el permanente, el más gratificante, siempre será el de nuestro pueblo apegado a su radio; el de millones de oyentes en todo el país que confían y siguen creyendo en el periodismo radial que se ejerce en Cuba, perfectible y repleto de insatisfacciones, pero con la absoluta seguridad de que el mensaje le llega a nuestra gente.