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viernes, 4 de octubre de 2024

Arena de disputas, prácticas y significados

Las familias homoparentales plantean un desafío al modelo de heteronormatividad y una necesidad de trascender la norma…

Giselle Vichot Castillo en Exclusivo 21/05/2016
2 comentarios

Carolina es una niña cubana común y corriente. Cariñosa, preocupada. De amigos que la esperan en la puerta del colegio, merienda en bolsa y madre abnegada. Sin embargo, hay quienes se esfuerzan por nombrar lo innombrable y en manchar su ingenuidad. Aun cuando el amor le sobra, a Carolina la persiguen indiscreciones, comentarios, y una que otra vez la llaman pobrecita, sin saber cuánta riqueza la nutre.

A Yasleydis —su mamá— hoy le quita el sueño una solo cosa. “Pronto Carolina empezará en la secundaria y allí los niños más grandes pueden comentar y llegar a ser muy críticos. Tendremos que hacernos de una coraza para no permitir que le hagan daño, ni que ella sienta pena de nosotras”, comenta.

Si algún curioso se adelanta a estas líneas, agregaré que Carolina es una niña sana que incluso cuenta con la dicha que tienen unos pocos, la de tener dos madres.

Dar voz a las familias distintas, fue el tema central del Panel Paternidades y Maternidades Diversas, un encuentro que sesionó en el marco de la IX Jornada Contra la Homofobia y la Transfobia, que promueve el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

“Socialmente, nos han enseñado a entender la familia desde los patrones que impone el patriarcado, donde el padre se ubica al centro de ese núcleo y donde los hijos y la madre siguen las enseñanzas y las obligaciones que ese padre adopta”, reconoce Teresa de Jesús Fernández, directora de la editorial del Cenesex, quien estuvo a cargo de la mencionada cita.

Sin embargo, se ha demostrado que las sociedades son mucho más ricas que esa representación estrecha. Justamente, una de las tareas fundamentales que asume hoy el Cenesex es visibilizar lo que la sociedad ha condenado por siglos, agregó quien funge además como coordinadora nacional de la Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales.

En este sentido, el concepto de familia se presenta como “una arena de disputas entre distintas prácticas y significados”, donde las familias homoparentales plantean un desafío al modelo de heteronormatividad y una necesidad de trascender esa norma.

Visibilizadas desde aquellos hogares donde la relación sentimental de dos hombres o dos mujeres, también de una pareja transexual, actúan como progenitores de niños y niñas; este tipo de uniones se constituyen a partir de la adopción, la maternidad subrogada o, en el caso de la mujeres lesbianas, de la inseminación artificial. También se consideran familias homoparentales aquellas en las que uno de los dos miembros concibió previamente un hijo en el seno de una relación heterosexual.

Teresa de JesúsTeresa de Jesús Fernández, directora de la editorial del Cenesex. (Fernando Medina/Cubahora)

NOSOTRAS DOS

Eva y Yasleydis son una pareja de mujeres lesbianas que llegaron hasta la consulta de la doctora Ana María Cano, psicóloga y máster en Sexualidad, en busca de orientación con respecto a la crianza de Carolina, hija de Yasleydis, quien pronto entrará a la pubertad. Como invitadas al Panel Paternidades y Maternidades Diversas, cuentan su historia.

“Fue un comienzo muy duro”, asegura Eva. “Cuando conocí a Yasleydis comenzamos una amistad. Ella tenía muchos problemas y criaba prácticamente sola a su hija, porque el padre no se ocupaba lo suficiente. Comencé, entonces, a sentir otros sentimientos más fuertes. Cuando supe que era amor, no sabía cómo se lo iba a decir, hasta que un buen día me decidí. Pasaron dos meses para que iniciáramos una relación de pareja. Entonces Carolina tenía dos años”.

Si bien la relación de estas mujeres, hace varios años atrás, fue tema de disgustos y conflictos, sobre todo por la oposición del padre de Carolina ante la orientación sexual de Yasleydis; afortunadamente hoy integran una pareja feliz que le profesa a su hija amor, sustentabilidad y seguridad básica.

“Como la niña era tan pequeña, ella hoy reconoce en mis padres a sus abuelos. Juntos tratamos que se desarrolle en un ambiente familiar como cualquier otro. Tenemos las mejores relaciones con la escuela y la comunidad, no siendo así con la familia de Yasleydis, la cual aún permanece un poco disuadida”.

ARENAS MOVEDIZAS

Más de 25 años de investigación científica demuestran que niños y niñas, insertos en el seno de familias homoparantales, son aptos, capaces, psicológicamente sanos y con un desempeño progresivo adecuado; tanto e igual que otros niños que viven en el seno de una familia heterosexual, explicó Paola Martín Marín, licenciada en Derecho, cuyo ejercicio de licenciatura arrojó resultados relevantes sobre la adopción homoparental de cara al escarnio cubano actual.

Por el contrario, la Asociación Canadiense de Psicología aseguraba en 2003 que los factores de estrés encontrados en los padres gays, lesbianas, y niños en el seno de estas relaciones, están más bien relacionados con las preocupaciones frente a la aceptación o no de la sociedad.

Las funciones maternas y paternas pueden pensarse más allá del sexo de la persona, indistintamente si la ejerce un hombre o una mujer. La atención a la infancia constituye uno de los pilares fundamentales de la sociedad cubana. Son los niños y las niñas esos eslabones esenciales en pos de los cuales se trabaja a diario, no solo desde las instituciones escolares, sino también desde la familia, agregó Martín Morín. De ahí la importancia de abogar por protecciones jurídicas que respalden este seno fundamental, más allá de la tipología que represente.

Mientras ofrecía su testimonio a los presentes allí reunidos, tuve la impresión, aunque mis ojos no veían más allá, que Eva apretaba fuertemente la mano de Yasleydis como quien busca refugio ante la exposición.

“Es una niña muy inteligente y aunque no hemos decidido decirle que somos una pareja, ella percibe que existe algo especial entre nosotras y que somos felices las tres”.

Como un golpe súbito, recordé las palabras de alguien muy especial: “será que a veces los niños están más preparados para asumir el amor en todas sus variantes que los propios adultos”.


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Giselle Vichot Castillo

La mamá de Amelia y editora de la Revista Cubahora

Se han publicado 2 comentarios


Jose
 23/5/16 10:48

Hace muchos años (seguro mas de 30) en Nuevitas, Camagüey, hubo un caso terrible de una niña que se suicidó en la secundaria al descubrir que su madre era lesbiana y el cuero subsiguiente. Lo j... del caso es que la historia siempre se recuerda como ejemplo de lo malo que es la homosexualidad y no de lo malo que es la homofobia.

El trabajo necesario en Cuba es inmenso para eliminar esos problemas. Se necesita luchar contra prejuicios establecidos durante muchos años de politica homofóbica oficial. La TV hace bien poco. Recuerdo una novela donde Jacqueline Arenal hacía de un pintora que tenía una relación lesbiana...y al final moría, parece que como "justo" castigo por sus deseos contra naura.

En fin, Carolina nació en un lugar difícil....ojalá tenga suerte

carlosvaradero
 21/5/16 9:24

En estos casos no hay nada peor para estos niños, que convivir rodeados de personas homofobicas, vivimos en un pais donde aun se sigue creyendo que "lo normal" es que un hombre estè casado con una mujer...teoria ya obsoleta y anacrònica por estos tiempos. Muchos no podràn entender estas cosas, porque se necesita mucha sencibilidad y tener una mente  acorde a nuestros dias, tambien existen personas con principios muy arragaigados acerca de la sexualidad y son incapaces de ver màs allà de la posibilidad de que dos personas del mismo sexo se puedan amar...no lo entienden, no lo asimilan, y hacen todo lo posible por humillar y molestar al que es diferente a ellos....sencillamente porque su mente es incapaz de avanzar...no logran entenderlo..

Desafortunadamente vivimos en un pais machista, donde se hace necesario estar mostrando dia a dia, a cada minuto, la masculinidad del varòn y la femenidad de la hembra...para que no haya comentarios ni dudas acerca de la hombria o de las preferencias de la mujer...por el temor constante a ser vistos como "flojos" o "diferentes"...bajo esas concepciones es imposible avanzar y esperar tener una sociedad capaz de aceptar lo diverso...tambien durante muchos años la homosexualidad en cuba fuè vista como signo de flojera, de incapacidad, y esas actitudes y enseñanzas fueron pasando de generaciòn en generaciòn...por eso aùn hoy vemos incluso gente joven que se manifiesta abiertamente homofòbica...por suerte cada vez menos...pero existe.

En este caso, carolina, la niña de esta historia crecerà feliz con el amor de esas dos personas que la aman, que al final es lo que màs importa....el sexo de sus madres  pasa a un tercer o cuarto plano...a quien le importa eso?...sòlo a las personas que no entienden caeran en conflicto interno....pero eso serà problema de ellos...

Saludos!!

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