lunes, 23 de septiembre de 2024

Cuidar el entorno por cuenta propia

Los trabajadores no estatales deben profundizar en la legislación que regula el intercambio con su entorno más cercano y así proteger el medio ambiente...

Marina Cortés en Exclusivo 05/06/2013
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Cafetería privada
Todos los establecimientos privados deben velar por el respeto al medio ambiente y su preservación.

Cada mañana, María Julia García pone en orden su puesto de trabajo: una cafetería donde expende a la población diversidad de productos alimenticios y bebidas. El área en la que está ubicado el establecimiento destaca por su limpieza e higiene, mucho más que los otros que se encuentran dispersos a todo lo largo de la calle Reina, una de las avenidas más céntricas de la capital.

“Es que resulta muy importante cuidar el entorno, periodista —señala a Cubahora—. Si no lo hacemos nosotros mismos, para cuidar nuestra salud y la del medio ambiente, ¿quién lo va a hacer? Por eso yo tengo a cada costado de mi cafetería dos cestos de basura, para que los clientes desechen en ellos los envoltorios de los productos que vendo, las servilletas usadas…”.

¿Y conoce usted alguna ley que estipule a las personas a tener tal actitud en relación con el cuidado del medio ambiente?, le pregunto.

“¿La conciencia le parece poco?”, responde entre asombro y gracia, y en cuestión de segundos la mujer vuelve a sumergirse en el ajetreo cotidiano de su establecimiento.

Como María Julia, varios trabajadores no estatales reconocieron tener desconocimiento legislativo respecto a las leyes que regulan el intercambio de estos con el entorno. Algunos consideraron que, en este sentido, actúan según les indica la razón.

“Es como si yo, debido al abundante tráfico de alguna avenida de una zona urbana, me pusiera a tocar insistentemente el claxon de mi taxi. Molestaría a las personas y estaría contribuyendo a la contaminación sonora, y ya es suficiente con el humo que despiden algunos vehículos”, comenta Jorge Mario Fernández, transportista privado desde hace varios años.

Constituye una realidad entonces la necesidad de lograr que, las cerca de 400 mil personas que realizan trabajos por cuenta propia en Cuba, actúen más allá de lo que les indica la conciencia o la razón, y más por lo que establecen las leyes en nuestro país para la protección del medio ambiente.

Leyes como la No.13 de Protección e Higiene del Trabajo, la No. 33 de Protección del Medio Ambiente y del Uso Racional de los Recursos Naturales y la No. 81 del Medio Ambiente, entre otras disposiciones legales, dictan de manera general las normas que regulan la gestión ambiental de los ciudadanos y el Estado, a fin de proteger el medio ambiente y sus recursos. Teniendo en cuenta que forma parte del medio ambiente el entorno más próximo y cercano al individuo.

Para socializar el conocimiento del cuerpo legal vinculado al tema, sobre todo en el ámbito del sector cuentapropista —sector emergente en la economía y con gran impacto en el medio ambiente—, el país desarrolla un programa de capacitación a los trabajadores no estatales.

Lo llevan a cabo especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), quienes han realizado ya numerosos encuentros con cuentapropistas de todo el país. Son sesiones donde se tratan las buenas prácticas que garantizan la protección e higiene del trabajo, y el cuidado del entorno, de acuerdo siempre con la actividad que cada persona ejerce.

También se aborda la importancia del uso racional de los recursos naturales para lograr la sostenibilidad en labores a cargo de carpinteros, artesanos, molineros, productores-vendedores de flores y plantas ornamentales; entre otras modalidades del trabajo por cuenta propia que pueden poner en riesgo la higiene ambiental y el cuidado de la biodiversidad.

Profundizar en las acciones dañinas al medio, como la emisión de partículas y gases a la atmósfera, el derrame de residuales líquidos y otras sustancias, resultan igualmente conocimientos imprescindibles para un buen manejo ambiental.

Ramiro Caballero González, quien se desempeña como carpintero, comentó sobre la existencia de la autorización del Servicio Estatal Forestal para la extracción de madera, y las regulaciones orientadas a la protección de especies significativas en aras de la diversidad biológica.

El cuerpo legal que regula el intercambio de los trabajadores no estatales con el medio ambiente, y de toda la sociedad en general, no debe convertirse en letra muerta. Su cumplimiento debe verse como un indiscutible beneficio al medio ambiente, o lo que es lo mismo, la vida de todas las personas que habitan esta Isla.


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Marina Cortés


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