miércoles, 25 de septiembre de 2024

¡Felicidades Alma Mater!

La Universidad de La Habana cumple sus 285 años. Para los que aún la sabemos joven, digna, valiente, erguida, este 5 de enero es un día para celebrarla...

Bertha Caridad Mojena Milián en Exclusivo 05/01/2014
5 comentarios
Alma Mater de la Universidad de La Habana
La Universidad de La Habana vive en cada uno de los que han transitado sus salones.

“La emoción del primer día siempre es así, es inevitable, nunca olvidarás este momento”.  Así me decía una profesora ya entradita en años cuando me veía expectante, emocionada, comenzando a transitar por primera vez los escalones de la legendaria Universidad de La Habana, aquel día de septiembre del año 2000.

Y hasta hoy, tal como lo predijo, nunca he olvidado aquellas sabias palabras que solo logré comprender a la vuelta de los años, con el paso del tiempo, con los días vividos, los anhelos y los recuerdos que me acompañan.

Aquel día comenzó una de las etapas más fructíferas y retadoras de cualquier joven. Y lo confieso: lo que más me motivaba, era estar allí, en sus aulas que desprendían historia, rebeldía, sabiduría, Revolución.

Conocía por los libros, por la televisión, por lo que se contaba de generación en generación, de las luchas que desde hacía siglos se gestaron entre aquellas paredes, de las conspiraciones que se tejían en sus parques, en sus bibliotecas y hasta en los laboratorios, de las historias de amor, de los avances científicos que allí habían surgido.

Pero nada fue tan impactante como llegar allí, subir una y otra vez —por múltiples motivos, aunque fuera por tradición— sus 88 escalones, beber de la savia de sus profesores, sumergirme en los libros y documentos que resguardan con recelo sus paredes, vivir la vida universitaria con toda la intensidad que pude.

En sus aulas no solo me hice profesional. Allí me creí artista, deportista, científica, dirigente estudiantil, asistí a los más diversos encuentros y conversatorios con personalidades de Cuba y muchas partes del mundo, conviví con estudiantes de todos los continentes, rendí homenaje a sus mártires, fui a los barrios más intrincados de la capital a realizar trabajo social.

Desde su escalinata aprendí a conocer a Mella, Villena, José Antonio y tantos que allí forjaron una obra, escuché a Fidel, bailé en conciertos, amanecí con guitarras al hombro, participé en caminatas y marchas combativas, grité al viento muchos sueños y realicé otros que parecían inalcanzables para una niña campesina.

Fue entonces que comprendí que aquella Alma Mater que parece estar todo el tiempo llamando, clamando, no es una imagen fría, una estatua inerte, inamovible y muchos menos perfecta. Es el símbolo vivo de una Universidad que renace todos los días, cuyos hijos la han hecho grande durante siglos y por eso los abraza, los quiere, les tiende la mano para seguir creando y dándole fuerzas a sus sueños.

La Universidad de La Habana vive en cada uno de los que han transitado sus salones, sus parques, sus plazas, en los que han soñado con ella tantas veces, en los que allí se han enamorado y han construido de sí, de Cuba y de su historia un mejor camino para todos.

Ella sigue siendo rebelde, no importa que sobre sus paredes aparezcan arrugas, que sobre sus aceras se vean grietas, que a veces la llovizna opaque el color vívido de sus jardines. Sus 285 años no son nada para quien tanto le ha dado a este país.

Para los que aún la sabemos joven, digna, valiente, erguida, este 5 de enero es un día para celebrarla. Volvamos entonces a ella, escalemos sus peldaños, y sin importar dónde estemos o a dónde vayamos, brindemos con el pensamiento un abrazo eterno a la Universidad de todos, la madre que siempre nos acogerá como el primer día, con aquella emoción inevitable que nos hacía latir más fuerte y vibrar hasta las entrañas. ¡Felicidades Alma Mater!

 


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Bertha Caridad Mojena Milián

Joven periodista. Pinareña hasta la médula. Amante de la paz y de la risa.

Se han publicado 5 comentarios


Adrián
 5/1/14 16:47

Hermosa nota y muy bellamente escrita. Soy argentino y tuve la oportunidad de viajar varias veces a La Habana. No pude perderme la visita a la Universidad, que abriga todo lo que Bertha nos regala con su escrito. Un saludo afectuoso desde Buenos Aires. ¡¡Viva la Revolución!!

Lilian
 5/1/14 13:18

un artículo muy emotivo, para todos los que estuvimos en sus aulas aunque fuera en facultades fuera de la vista de la tan mágica Alma Mater...

Berthica
 5/1/14 12:37

Juan Manuel: Creo que lo mejor es que se dirija a la oficina consular de la embajada cubana en su país y pregunte al respecto. Quizás allí le puedan orientar con más detalles, teniendo en cuenta que hay varias formar y vías para lograr eso que Ud quiere. Seguramente le podrán ayudar. Espero que sí. Saludos desde La Habana.

maria romero
 5/1/14 10:56

que hermoso, yo vivi eso tambien en mi querida universidad central de venezuela en caracas

juan manuel medina medina
 5/1/14 10:50

hola fuera posible me informe posibilidades para ir a estudiar a la habana como hago los tramites que nececito

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