Ginecología y Obstetricia a debate en Cuba

Con médicos y especialistas invitados desde Canadá, España, México, Venezuela, Panamá, República Dominicana y nacionales, se desarrollan en La Habana discusiones sobre la fecundidad, planificación familiar, morbilidad y mortalidad materna, ultrasonografía, oncología ginecológica, climaterio y menopausia. Unos 500 expertos de una docena de naciones participan en el evento que sesionará hasta el próximo viernes.

Trabajar en pos del mejoramiento de la salud y calidad de vida de la mujer es el propósito que reúne desde este miércoles en esta capital a especialistas cubanos y foráneos en una cita acerca del tema.

El doctor y profesor Evelio Cabezas, presidente del comité organizador del XV Congreso de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología, informó que este miércoles un grupo de expertos nacionales y de España disertan sobre la diabetes mellitus gestacional, su diagnóstico y tratamiento.

También Cuba expondrá la situación actual y perspectivas del programa de atención a la pareja infértil, y las experiencias en reproducción asistida de baja complejidad, en Cienfuegos.

La medicina materno fetal y perinatal, oncología ginecológica, afecciones ginecoendocrinas, climaterio y menopausia, infecciones de transmisión sexual y planificación familiar, figuran entre los temas del congreso, con sede en el Palacio de Convenciones de La Habana hasta el 10 de mayo.

En la jornada final, el doctor Cabezas impartirá una conferencia sobre las metas del milenio y su cumplimiento, y se entregará el premio Doctor Eusebio Hernández, al mejor trabajo de investigación presentado en la cita científica.

Las féminas, especialmente aquellas que viven en países en vías de desarrollo, sufren de forma desproporcionada de embarazos no deseados, complicaciones durante el embarazo y el parto y enfermedades de transmisión sexual incluyendo el VIH, violencia sexual y de género, y otros problemas relacionados a la salud reproductiva.

La carga que supone un estado de salud débil es aún mayor entre ciertos grupos, como refugiadas, desplazadas internas, inmigrantes y trabajadoras del sexo.

Por ello resulta imprescindible enfatizar en la responsabilidad compartida con los hombres y promocionar su participación en la salud sexual y reproductiva de las compañeras. Además, introducir servicios adaptados a los jóvenes en sus programas, ya que los adolescentes tienen necesidades médicas específicas según su edad, sexo, educación y estado civil.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, 358 mil mujeres mueren durante el embarazo o el parto, la mayoría debido a la escasez de personal competente en la prestación de atención de rutina o de emergencia.

INFERTILIDAD

Cuba cuenta con un programa nacional de atención a la pareja infértil, que establece las funciones en cada nivel de atención y las normas necesarias para lograr un embarazo, aseguró hoy aquí un experto.

Miguel Sosa, presidente de la Comisión Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, explicó a Prensa Latina que la nación cuenta ya con recursos y tecnologías apropiadas para ello, pero también se busca facilitar la accesibilidad al servicio médico demandado, así como al establecimiento de acciones de promoción de salud y prevención específica contra la infertilidad.

En todo el país se garantizan las posibilidades diagnósticas y modalidades terapéuticas requeridas, y se desarrollan actividades de educación y apoyo psicológico en las parejas afectadas, manifestó el experto quien participa en el XV Congreso de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología, en esta capital.

Cuando suceden los embarazos, entonces se asegura la atención y seguimiento de la gestación, agregó.

Señaló que mucho se avanzó en las técnicas reproductivas, dirigidas todas a un objetivo común, encontrar un espermatozoide capaz de fecundar al óvulo, generar un embrión de buena calidad, capaz de implantarse y originar un embarazo a término con un bebé sano.

La imposibilidad de procrear supone para la pareja una situación de crisis emocional que en los últimos años ha representado un motivo de consulta creciente en la salud pública, indicó Sosa.

La influencia del contexto socioeconómico, cultural y ambiental en la calidad de los factores inherentes al proceso de reproducción es un hecho, también lo es que los casos de infertilidad aumentaron en los últimos años.

El índice de fertilidad humana en las féminas es máximo alrededor entre los 20 y 29 años, disminuye de forma brusca a los 35, y se considera que a los 40 años la tasa de esterilidad estaría entre el 65-70 por ciento.

Por otra parte, las investigaciones de campo muestran una disminución en la calidad del semen que puede deberse a factores ambientales, como temperatura, radiaciones, fármacos, estrés, estimulantes (drogas, alcohol, tabaco), o deficiencias nutricionales.

Explicó algunas medidas que se deben adoptar en la población para aumentar las posibilidades de lograr un embarazo, donde se incluyen mejorar los estilos de vida, evitar abortos y enfermedades de transmisión sexual.

Un jurado compuesto por profesionales del más alto nivel científico, otorgará el Premio “Eusebio Hernández” al mejor trabajo de investigación del foro, que incluye certificado oficial, publicación de una versión del estudio en la Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, y la invitación e inscripción gratuita al próximo Congreso para el primer autor.

Además, los organizadores presentan una exposición científico-comercial abierta para empresas, firmas y laboratorios especializados que exponen equipamientos, medicamentos, materiales y literatura afines con la temática.