Mapas de un derecho básico

Este 2016 marcará en el almanaque el vigésimo aniversario de la Cumbre Mundial de la Alimentación celebrada en Roma y en la que Fidel pronunció uno de sus más breves pero contundentes discursos.

En aquel momento, el líder indiscutible de Cuba y la voz de los países del Tercer Mundo asistente al foro se cuestionaba: “Si 35 mil personas mueren de hambre cada día, la mitad niños, ¿por qué en los países desarrollados se arrancan olivares, se sacrifican rebaños y se pagan cuantiosas sumas para que la tierra no produzca?”, “¿Qué es lo que haremos para evitar que mueran de hambre cada mes un millón de personas en el resto del mundo?”, “¿Por qué sumar a todo esto políticas criminales, bloqueos absurdos que incluyen alimentos y medicinas para matar de hambre y enfermedades a pueblos enteros?”  “¿Dónde está la ética, la justificación, el respeto a los derechos humanos más elementales, el sentido de tales políticas?”. 

El Planeta ha dado miles de vueltas alrededor de su eje desde aquel momento, pero estas preguntas aún quedan sin responder.

Aquella Cumbre dejó como saldo la Declaración de Roma sobre seguridad alimentaria en la que se reconocía que “los alimentos no deberían utilizarse como instrumento de presión política y económica” así como el Plan de acción que comprometía a los Estados a “adoptar una estrategia en consonancia con sus recursos y capacidades para alcanzar sus objetivos propios y, al mismo tiempo, cooperar en el plano regional e internacional para dar soluciones colectivas a los problemas mundiales de la seguridad alimentaria.”

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y SOBERANÍA ALIMENTARIA

Laura Melo, quien lleva dos años al frente del Programa Mundial de Alimentos en Cuba, aseguró en entrevista para Cubahora que “la seguridad alimentaria es una expresión que uno a veces escucha como si fuera cotidiana, pero muchos no saben exactamente qué significa”.

Según el Informe de Políticas de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)  “existe  seguridad  alimentaria  cuando  todas  las  personas  tienen,  en  todo  momento,  acceso  físico  y  económico a suficientes alimentos, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus  preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana”.  Como complemento, incluye tal definición la disponibilidad, la producción biológica y el acceso de los alimentos”.

El debate de los actores gubernamentales y sociales sobre la constatación de la asimetría del poder en los distintos mercados y espacios  involucrados con los alimentos, así como en los ámbitos de las negociaciones comerciales multilaterales  y desde estas asimetrías, las maneras de ejecutar acertadamente políticas que permitieran a los Estados el cumplimiento  del derecho a la alimentación de los pueblos,  y dar debida  prioridad  a la erradicación del hambre y  la pobreza, conllevó que el concepto de seguridad alimentaria fuera ampliado  al de soberanía alimentaria.

El concepto  de  soberanía  alimentaria  se encuentra en  el  ámbito  de  las  definiciones  irrenunciables  del  Estado, de su soberanía, para definir políticas alimentarias y descansa en varios ejes esenciales.  a) Pone la necesidad de alimentación de las personas en el centro de las políticas. b) Insiste en que la comida es algo más que una mercancía. c) Elimina la globalización del hambre, d) Respeta el trabajo de todos los proveedores de alimentos, e) Reduce la distancia entre proveedores y consumidores de alimentos, f) Promueve los conocimientos científicos y tradicionales para que actúen armónicamente, g) Usa la tecnología pero descarta aquellas que atentan contra los recursos naturales y los sistemas alimentarios locales, h) Rechaza el   uso   intensivo   de   energías   de   monocultivo industrializado y demás métodos destructivos, entre otros.

En el  Foro  Mundial  sobre  Soberanía Alimentaria  realizado  en  La  Habana, en septiembre  de  2001 se sustentaba “el derecho de los pueblos a definir sus propias  políticas y estrategias sustentables de producción,  distribución  y  consumo  de  alimentos  que garanticen  el  derecho  a  la alimentación  para  toda  la  población,  con  base  en  la pequeña  y  mediana  producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas  de  producción  agropecuaria,  de comercialización  y  de  gestión  de  los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental”

Ello supone políticas públicas que atiendan desde el empleo y los ingresos hasta programas sociales para enfrentar crisis temporales como desastres naturales u otros relacionados con la protección de sectores vulnerables, esto último recogido en la Observación General 12 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y  Culturales.

Tanto la seguridad como la soberanía alimentaria son conceptos complementarios porque constituyen un eje esencial para el cumplimiento del derecho a la alimentación. Enfatizan en la necesidad de aumentar la producción endógena de alimentos para el presente y el futuro, de manera sostenible y garantizar el acceso de las personas a dichos alimentos para una nutrición sana.