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sábado, 5 de octubre de 2024

Mujeres, realidades pendientes

Para 2030 unos 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirían algún tipo de mutilación genital...

Norelys Josefa Morales Aguilera en Exclusivo 19/08/2016
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Mutilación femenina
A escala global, se estima que hay unas 200 millones de niñas y mujeres que sufrieron algún tipo de mutilación genital.

El grabado “Mujer maltratada con un bastón” de Francisco de Goya (1746-1828) debiera ser una viñeta de tiempos pasados, sin embargo, no fue hasta 1994 que las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, lo que indica el tortuoso camino del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, una deuda pendiente de la civilización.

Como “violencia contra la mujer”, según la Asamblea General de la ONU, se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada

La Convención vigente tiene como finalidad eliminar efectivamente todas las formas de discriminación contra la mujer, obligando a los estados a reformar las leyes con tal fin y discutir sobre la discriminación en el mundo. En su artículo uno, el instrumento internacional define la discriminación contra la mujer como: “Cualquier distinción, exclusión o restricción hecha en base al sexo que tenga el efecto o propósito de disminuir o nulificar el reconocimiento, goce y ejercicio por parte de las mujeres, independientemente de su estado civil, sobre la base de igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil o en cualquier otra esfera”.

Al día de hoy, 187 países habían ratificado o se habían adherido a la convención, mientras un supuesto campeón de los derechos humanos, como Estados Unidos, lo ha firmado, pero no ratificado. Cuba, ha firmado y ratificado la Convención, entendiendo como un derecho humano el respeto a las mujeres.

En un análisis reciente hecho por la OMS, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigaciones Médicas, basado en los datos de más de 80 países, el 35 % de las mujeres han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por terceros.

Existen, obviamente, numerosas formas de violencia de género, que pasan por lo físico incluido el feminicidio, lo patrimonial o lo mediático.

MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA

Una de las prácticas más vejatorias y que continúan en pleno siglo XXI es la mutilación genital femenina (MGF), también conocida como ablación del clítoris, que consiste en cualquier procedimiento que altere o dañe los órganos genitales femeninos sin ningún motivo médico. La Organización de las Naciones Unidas reconoce la MGF como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.

A escala global, se estima que hay unas 200 millones de niñas y mujeres que sufrieron algún tipo de mutilación genital. Si la tendencia actual continúa, para 2030 aproximadamente 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirán algún tipo de mutilación genital.

En África es una práctica común en al menos 26 países, dado que las cifras muchas veces carecen de total fiabilidad, con prevalencias del orden de 98 por ciento, en Somalia; a cinco por ciento, en República Democrática del Congo.

Recientemente, el Parlamento Panafricano, órgano legislativo de la Unión Africana (UA), aprobó la prohibición de las prácticas de la mutilación genital femenina en sus 50 estados miembros, en virtud del plan de acción firmado por sus 250 diputados y representantes del Fondo para la Población de Naciones Unidas (UNFPA)

Tras años de discusiones y debates en África, el movimiento para poner fin a la mutilación genital femenina recobró impulso con un nuevo plan de acción, que también procurará terminar con el matrimonio precoz, indicó IPS.

Si bien este fenómeno se atribuye a lo cultural o religioso, resulta otro mito que perpetúa relaciones de poder injustas, sumadas a la pobreza y la ignorancia, que niegan a las mujeres todo lo que la sociedades debieran consagrarles, y no alimentar impunidades indignantes, hasta niveles que rebajan la condición humana de agredidas y agresores, que suelen ser hombres, pero no excluyen a otras mujeres.

Con tales realidades pendientes, no es hipérbole el bastón que golpea a una mujer, sino dramática realidad y ardua la batalla por la igualdad de género y el respeto a las mujeres en su cabal dimensión, en tanto seres humanos con derechos magnificados por la naturaleza, en su condición de multiplicadoras de la vida y la cultura de la civilización, que tantas amenazas corre hoy día.


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Norelys Josefa Morales Aguilera

Periodista y escritora cubana, impulsora de Blogueros y corresponsales de la Revolución


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