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sábado, 23 de noviembre de 2024

Por la Vida significa salud (+Fotos)

El proyecto de actividad física comunitaria que lleva ese nombre, iniciado hace más de 25 años, tiene un elevado impacto en el desarrollo humano...

Lissette Martín en Exclusivo 06/02/2012
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Por la vida 05
Este proyecto es capaz de estimular y promover el protagonismo de familias y comunidades.

El proyecto de actividad física comunitaria Por la vida, iniciado hace más de 25 años, tiene un elevado impacto en la calidad de vida de todos los segmentos poblacionales en Cuba.

Se basa en la experiencia de aplicar programas de actividad física en la comunidad, caracterizados por un empleo mínimo de recursos y el logro de un elevado impacto social.

Niños, niñas, adolescentes -sin excluir a aquellos con necesidades educativas especiales-, además de mujeres y adultos mayores, se enrolan en este proyecto capaz de estimular y promover el protagonismo de familias y comunidades.

En numerosos escenarios de Cuba es posible apreciar un espectáculo singular: personas de la tercera edad se reúnen para realizar ejercicios, en horas muy tempranas de la mañana o en la tarde. Así lo hace Aracelia Carmona, quien encontró en esa práctica una eficaz manera de enfrentar los achaques de sus 87 calendarios.

“Comencé a venir a este parque de la barriada de Playa hace más de quince años; llegué con muchos dolores y tras haber sufrido un infarto cerebral que me limitó el andar y el hablar”, recuerda la anciana, quien en franca demostración de su autonomía física hace varias cuclillas, camina ligera y me regala una sonrisa.

La gimnasia para el adulto mayor forma parte de los programas comunitarios del proyecto Por la Vida, en el cual también sobresalen gimnasia con el niño (lactantes y preescolares); este forma parte del Programa comunitario Educa a tu Hijo, dirigido a la familia, e integra a menores de hasta seis años.

Incluye, también, Musculación en la comunidad, Gimnasia para la mujer, para embarazadas, laboral y profesional aplicada;  aerobios, prácticas deportivas, ajedrez, ejercicios profilácticos y terapéuticos comunitarios (incluso a domicilio, para personas con discapacidad o limitaciones motoras).

La directora del departamento de Cultura Física y Promoción de Salud en el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), doctora Gladys Bequer, comentó para Cubahora que se trata de un paquete de programas de actividades físico-recreativas dirigido a la población, con una influencia directa en el desarrollo humano, que ya extiende su alcance a otros países.

La experiencia cubana, al decir de Bequer, es factible para disminuir los índices de violencia o abuso contra niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, reducir los índices de alcoholismo, drogadicción, prostitución y otras conductas sociales inadecuadas o adicciones perjudiciales para la salud, principalmente en adolescentes y jóvenes, así como reducir el riesgo potencial de asumirlas.

Se multiplica hoy en naciones del área, fundamentalmente en Venezuela, donde demuestra que se trata de una alternativa en virtud de ofrecer diversidad de opciones para la recreación sana y al alcance de todos, teniendo en cuenta gustos, tradiciones y preferencias, y también para prevenir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles y mejorar la calidad de vida de aquellos que la padecen, puntualiza la también vicepresidenta de la junta directiva del Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios (COMAU) para América Latina y El Caribe.

Cuando se extiende a otras geografías, durante una primera etapa participan los especialistas cubanos graduados universitarios en Educación Física, con experiencia en el trabajo comunitario, quienes residirán en las comunidades que se seleccionen para la aplicación de este proyecto. Se podrá iniciar en las comunidades que determine cada país, de acuerdo con sus características y posibilidades. “Resulta imprescindible realizar un diagnóstico que determine la situación de partida, defina la cantidad de especialistas, promotores, ejecutores y líderes comunitarios del país al que se vinculará el proyecto, evalúe los medios disponibles y los recursos necesarios, entre otros aspectos, de manera que despegue sobre bases sólidas”, recordó Bequer.

“Para su aplicación se requiere de la voluntad política de los Gobiernos e instituciones y se recomienda la vinculación con los Ministerios de Salud, Educación, Juventud y Deportes, Bienestar Social y otras instituciones afines”, dijo la directiva.

Estudios hechos por UNICEF en la región muestran que en los 44 países de América Latina y el Caribe, el 40% (210 millones) de la población son menores de 18 años, y que de estos, niños, niñas y adolescentes -aproximadamente el 55% (110 millones)- viven en condiciones de pobreza que los expone a una mayor exclusión y a graves situaciones de riesgo social.

Entre estas se identifican los perturbadores niveles de violencia y de abuso contra niños, niñas y adolescentes (que está afectando a más de 6 millones), así como la alta tasa de embarazo adolescente y la creciente incidencia de enfermedades de transmisión sexual.

Teniendo en cuenta la dramática situación social existente y la voluntad de cambio que se manifiesta en la mayoría de los países, la experiencia cubana de un proyecto de tanto alcance e impacto se ha compartido, en aras de contribuir a su aplicación, en lo cual pueden favorecer de manera particular las acciones que realiza cada país para contrarrestar los problemas identificados.

Parques, plazas, instalaciones deportivas y otras áreas comunitarias son útiles para extender este programa, que se visualiza a través de actividades comunitarias como clases, ejercicios, festivales deportivos-recreativos, de juegos tradicionales, competencias, bailes tradicionales.

Por su notoria contribución a la salud de cubanas y cubanos de todas las edades, en pos de la calidad de vida de la familia y el sentido de identidad hacia la comunidad, y por su capacidad de favorecer la participación en acciones de beneficio social y de expresión ciudadana, Por la Vida resultó distinguido este 2de febrero en La Habana, con el Premio Mundial de la Ciencia 2012, que concede por primera vez en una nación de América Latina y el Caribe, el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios, cuyos expertos realizan en la capital cubana su 33 reunión.


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Lissette Martín

Periodista de Tribuna de la Habana


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