Primero con nuestros esfuerzos

Una de las ideas esenciales de sus palabras fue la de "emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos".

Fidel, para quien la batalla de ideas resulta hechos y realizaciones concretas, siempre ha estado convencido de la necesidad de alcanzar logros a partir del trabajo diario y de la eficiencia en todo lo que se haga, ya sea en un centro de producción o de los servicios.

En 1962, en un diálogo con transportistas habaneros, quienes pensaban que había llegado el momento de sentarse a descansar, Fidel les expresó:

"La Revolución no es una lotería que se gana en una rifa, sino que es la oportunidad no de heredar una vida feliz, una vida muelle, una vida abundante en todo lo que necesitamos; es la oportunidad de hacer, de crear, de conquistar".

Lamentablemente, muchos años  de periodo especial, provocados por la caída del campo socialista y el endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados contra Cuba, además de los errores internos en la conducción de la economía, influyeron en la baja disposición  de algunos para acercarse al mundo laboral, pues ya no se sentían estimulados por el trabajo.

A partir de la aprobación e implementación  de los Lineamientos de la Política Económica del Partido y la Revolución, se ha laborado en diferentes áreas para aumentar la motivación de los trabajadores  e incentivar la producción de bienes para el país, porque, nadie puede gastar lo que no tiene, lo que no produce con sus propias manos o su inteligencia.

Para distribuir riquezas primero hay que crearlas, mediante un aumento de la productividad y la eficiencia. En ello es de suma importancia reconsiderar los salarios actuales, sin dejar de tener  en cuenta que la aplicación de una política salarial prematura y obviando factores esenciales, implicaría una inflación galopante que al final destruiría la propia capacidad adquisitiva de la población.

Una buena noticia el pasado año fue el aumento  de los salarios al personal de Salud pública, que estuvo justificado a partir del ingreso monetario que la Isla recibe por los servicios médicos en el exterior. También con alegría se observan las facultades que las empresas tienen para la distribución de las utilidades, siempre que se vele por el cumplimiento de los indicadores económicos y no se emita dinero circulante sin un respaldo productivo.

En ese sentido vale recordar que el Lineamiento No 8 expresa que «el incremento de facultades a las direcciones de las entidades estará asociado a la elevación de su responsabilidad sobre la eficiencia, eficacia y el control en el empleo del personal, los recursos materiales y financieros que manejan; unido a la necesidad de exigir la responsabilidad a aquellos directivos que con decisiones, acciones u omisiones ocasionen daños y perjuicios a la economía».

En la anterior sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular el presidente cubano Raúl Castro llamó la atención sobre este problema, pues durante la gestión de algunas empresas en 2014 se cometieron violaciones que afectaron la economía del país, al realizarse en ellas pagos indebidos.

Alcanzar el necesario salto a un socialismo próspero y sostenible implica disciplina por parte de todos los actores económicos y el respeto a las normas vigentes, pues en un ambiente de descontrol e incumplimientos de lo que está establecido,  puede echarse a perder cualquier avance. Las contralorías a las entidades y los ejercicios de control interno pueden ayudar mucho, pero deben ir acompañados de una conciencia clara y la determinación de enfrentar lo que esté mal, sin medias tintas.

En esa batalla por el crecimiento y desarrollo de la economía  los trabajadores cumplen un rol fundamental. El último Congreso de la Central obrera se pronunció por atemperar los sindicatos a los nuevos tiempos y acompañar la actualización económica desde el protagonismo  individual y colectivo, pero manteniendo en alto las banderas de la eficiencia y la productividad.

Hoy, más que nunca, ante una nueva fecha del Primero de Mayo, para seguir venciendo con nuestros propios esfuerzos, se impone recordar las palabras de Raúl al clausurar el XX Congreso de la CTC:

"En estas circunstancias crece el papel del movimiento sindical cubano y las importantes misiones que le corresponden:  por una parte, organizar, integrar y movilizar a los trabajadores en interés de la formación de valores laborales, patrióticos y morales, y por la otra, representarlos y defender sus derechos ante la administración en un clima de exigencia mutua".