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martes, 1 de octubre de 2024

¿Qué significa ser un joven comunista?

A pocas horas del inicio del X Congreso de la UJC, Cubahora comparte con sus lectores algunas ideas del discurso de Fidel, aquel 4 de abril de 1962, en el acto fundacional de la organización juvenil...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 17/07/2015
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El X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) toca a la puerta luego de meses de intensos de debates que demandaron una organización más fuerte, dinámica y creativa, acorde con los nuevos tiempos y los jóvenes que agrupa. Cuanto acontezca desde este jueves, cuando los 500 delegados y alrededor de cien invitados al cónclave lleguen a la capital, será en la ruta de consolidar esos propósitos.

La cita de la juventud cubana y su vanguardia política está dedicada a la generación pionera de la Revolución y a su líder histórico, Fidel Castro, quien hace más de medio siglo, el 4 de abril de 1962, en la clausura del Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), expuso valiosas ideas sobre lo que significa ser joven comunista. También entonces, a propuesta del Comandante, la organización acordó adoptar un nuevo nombre: Unión de Jóvenes Comunistas.

Fidel aseguró ese día que ser un joven comunista no significa privilegio, sino todo lo contrario: abnegación y sacrificio. “Ser Joven Comunista significará sacrificio, significará renunciamiento, significará abnegación; ser Joven Comunista significará que por su conducta, dondequiera que se encuentre ese joven, podrá contar con el reconocimiento y con la admiración de todos los demás jóvenes, con el reconocimiento indiscutible y la admiración ilimitada, por su conducta, de todos los demás jóvenes”.

Dijo también que jóvenes comunistas podrán llamarse solo aquellos que por su conducta y méritos sean acreedores de pertenecer a esa organización. Y preguntó: “¿Y qué hacer con un joven que tiene primero una buena conducta, una gran conducta, un gran mérito, y al cabo de los años o al cabo de cierto tiempo comienza a dejar de tener esas virtudes y esos méritos? “Pues, sencillamente, hay que darle de baja de la organización, porque el haber adquirido ese derecho no significa un derecho vitalicio, un derecho perpetuo, sino que ese derecho ganado por sus méritos tiene que saber mantenerlo una vez que ha sido designado miembro de la organización”, afirmó.

UNA ASOCIACIÓN LIBRE DE JÓVENES REVOLUCIONARIOS

En el Estadio Latinoamericano, donde tuvo lugar la jornada final de aquel congreso, el líder de la Revolución destacó que nadie está está obligado a pertenecer a la UJC. “Es una asociación absolutamente libre de jóvenes revolucionarios, pero que no significará privilegios en ningún sentido, sino sacrificios, para que se sepa que ahí en esa organización se va a buscar sacrificio, abnegación y renunciamiento.

“Es decir, que hay que tener temple para ser un joven comunista, hay que tener carácter para ser un joven comunista, hay que tener abnegación para ser un joven comunista, hay que tener vocación para ser un joven comunista, hay que saber cumplir. Si se es estudiante, hay que ser inexorablemente buen estudiante; si se es trabajador de una fábrica, hay que ser obrero modelo en esa fábrica; hay que ser ejemplo de buen compañero, hay que ser ejemplo de sacrificio, hay que ser ejemplo de voluntad; han de ser los primeros en todo, en el trabajo, en el estudio, en los deportes, en la vida de relación con los demás compañeros”.

Son esas ideas las que deben definir a quienes ingresan a las filas de la vanguardia política juvenil, como también la de que el joven orgulloso no puede ser un joven comunista. “El joven comunista ha de ser, antes que nada, un compañero modesto, porque la modestia es una de las primeras virtudes del revolucionario.

“El que se crea superior a los demás, o que trate a los demás con espíritu de superioridad, no puede ser un joven comunista; quien le restriegue a otro sus presuntas virtudes, no puede ser un joven comunista; quien le niegue a otro el compañerismo, quien le niegue a otro la ayuda, quien le niegue a los demás el brazo generoso para ayudarlo, quien quiera hundir a un joven, pisotearlo, en vez de ayudarlo, no puede ser un joven comunista”.

Vale destacar la vigencia de esos pronunciamientos, igual que el que señala que “el joven comunista tiene que ser un apóstol de sus ideas, un predicador de sus ideas, y tiene que predicar, en primer lugar, con el ejemplo; tiene que conquistar jóvenes y no alejar jóvenes. Quien aleje jóvenes de sí con sus métodos despóticos, con su desprecio y con su falta de generosidad hacia los demás jóvenes, no puede ser un joven comunista.

“El joven comunista tiene que ganarse a los demás jóvenes, conquistarlos para su causa; ganarlos con su ejemplo; atraerlos a las filas de la Revolución; ayudarles, enseñarles, dándoles oportunidad de aprender, dándoles oportunidad de rectificar.  Un joven comunista no puede albergar odios; el odio del joven comunista es hacia los explotadores, hacia los enemigos de la Revolución, hacia los explotadores de la humanidad, hacia los imperialistas, hacia los guerreristas”.

Y agregaba Fidel: “El deber de la Revolución, el deber de cada revolucionario, es ganar, sumar, y no perder, no restar.  Acercar a la Revolución y no alejar de la Revolución.  Pero si esa norma es correcta para cualquier revolucionario, lo es aún más para los jóvenes.  Es necesario que entre los jóvenes haya respeto, es necesario que entre los jóvenes haya lealtad, es necesario que entre los jóvenes existan normas de relaciones humanas. 

“Es muy importante saber mantener normas de relaciones humanas; ayudar a un compañero cuando está deprimido, no desalentarlo, no burlarse de él, no hacer bromas a costa de él. Es muy importante que si tenemos una opinión de un compañero sobre un defecto, no andar hablando con cincuenta compañeros más y haciendo a los demás una opinión negativa de ese compañero.  Lo correcto es ir directamente al compañero y señalarle el defecto”.

Fidel, al hablarle a los jóvenes, no olvidó la misión que tienen para con la Revolución. Por ello aseguró que el joven comunista, además, tiene que estar dispuesto a dar su vida por la Revolución y por la patria sin vacilación. “Esa es condición esencial de todo joven comunista.  Y así el carácter y el concepto del joven comunista tiene que ir formado de todos esos atributos, de todas esas cualidades, de todas esas virtudes, de manera que ser joven comunista constituya el más alto, el más señalado y el más preciado galardón de todo joven”.


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Yuniel Labacena Romero


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