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lunes, 25 de noviembre de 2024

Candil del clip: cinco años de un empeño descolonizador (I)

La profundización crítica y contrahegemónica ha marcado nuestra aventura...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 26/10/2023
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José Angel Téllez Villalón Blog Candil del clip
Un lustro cumple Candil del clip, ahora saliendo cada jueves.

El 13 de julio de 2018 se publicó la primera entrada de Candil del clip. Junto aquel primer texto donde socializamos las motivaciones e intenciones de esta aventura, presentamos al blog de esta manera:  

“Un blog para entretejer mechas y chispas propias; con las que distinguir nuestros relatos, miradas y ritmos de los que nos imponen. Develando trazos y capas bajo el brillo, la trama de intereses y secuelas detrás del videoclip dominante, su reproducción mimética y el consumo acrítico en Cuba”.

A esta le faltaba una primera oración: “Como un cocuyo frente a “El Paquete”; un alumbrón a mitad del tubo en que nos intentan conducir mediante la seducción audiovisual”. Declarada pretensión descolonizadora que ha marcado nuestro trabajo.

En Candil no ha faltado lo último, las noticias que alborotan las secciones faranduleras de las revistas que compiten en las web o se vuelven topic trending en las redes digitales. Pero buscando mayor profundidad, interconectado emergencias con regularidades sistémicas y/o tendencias históricas, desde el sur y desde esta excolonia aun apetecida por poderes imperialistas y subdesarrollantes. Consciente de que su interés de clase es producir y reproducir animales dóciles, grandes masas de estúpidos y alienados.

Para ello, cuentan con los transnacionales emporios del entretenimiento. Los que invierten grandes sumas para armar a esos monigotes y vitrinas andantes que son las “estrellas”, “famosos” o celebreties. Sus más efectivos instrumentos para para sustituir los conceptos por las imágenes, para atrofiar nuestra capacidad de interpretar e integrar los sucesos, limitándonos al infinitamente más pobre acto de ver.  Para (diciéndolo mejor que en aquel párrafo primero) mudarnos del océano de lo inteligible y sensible a la pecera de lo reactivo.

La llamada música latina ha preponderado en nuestros post, y dentro de esta la música urbana y el reguetón.

Dos exponentes boricuas han acaparado el mayor número de textos, Residente y Bad Bunny.  Son,  a mi entender, como las dos caras de la moneda, dos modos de  asumir la música, de comportarse dentro de la industria dominante y entre los famosos de nuestra región.   Otras marcas musicales,  del lado del Conejo malo,  han motivado una serie de trabajos, profundizaciones sucesivas  en la búsqueda de posibles generalizaciones vinculadas al fetichismo, la sinergia entre marcas y la  hegemónica racionalidad neoliberal. Son los casos de Farruko, J. Balvin y Daddy Yankee.

Frente a estos fenómenos, la estrategia no ha sido solo señalar las falencias, sino también presentar y promover otros géneros y propuestas artísticas contrastantes, como el jazz.

Se dan, y hemos intentado delinearlos, dos modos distintos de asumir la música, la de los  artistas y la de los  famosos.  Unos defienden el gozo estético y cultivan la música como arte, como un medio para socializar valores, a los otros les interesa el  rally musical, con sus fórmulas de éxitos, y devienen ellos mismos en mercancía.

Mas no son los “famosos” los únicos,  ni los máximos responsables del estado de cosas en el mundo de la música  y del entretenimiento. Detrás, o sobre ellos, deciden  los mandamases [at4] de las imperialistas industrias culturales. Ellos, han convertido la música en mercancía-fetiche. Con sus poderes determinar cada cambio en la distribución de probabilidades de los acontecimientos en la industria mainstream,  de ampliar o  restringir el campo de acción de sus prefabricados dioses,  y  en consecuencia, de los gustos y las modas de sus adoradores.

Lucian Grainge, Presidente y CEO de Universal
Lucian Grainge, Presidente y CEO de Universal, anuncia el contrato con Daddy Yankee. (Tomado de UMG)

Entre estos se han de contar a los ejecutivos de las plataformas de distribución de música y  videoclips, como Spotify  o YouTube . Los que  determina, sus algoritmos, sus reglas de juego  para  maximizar ganancias, plusvalía  objetiva y subjetiva.

Habituamos a los seguidores a salir cada viernes.  La sistematicidad y la versatilidad de los temas tratados conquistaron a decenas de seguidores. Los textos publicados en el espacio, según las estadísticas del sitio, estuvo casi todas las semanas entre los más votados y visitados. En el Balance por los 25 años de Cubahora, fue reconocido como el blog que más interacciones genera en las redes sociales.

En septiembre del 2022, por solicitud de la Revista, cambiamos para los martes y más recientemente a los jueves. Esperamos que tales cambios no melle la fidelidad de los que nos leen. 

No hemos conseguido motivar   comentarios, convertir la bitácora en un fórum, como puede celebrar la colega Mileyda Menéndez Dávila con su  Intimidades. Continua entre los anhelos no satisfechos una mayor interacción con nuestros lectores, que sean estos los que nos propongan los temas, que sus preocupaciones tengan morada en nuestro blog y que sus aportes lo energicen.

Entre nuestros más fieles lectores vale destacar a los del blog Cultura y resistencia que ha replicado varios de nuestros artículos. Entre estos, “Emplazamiento publicitario o cuando una marca anuncia a otras”, incluido en un proyecto de libro sobre estas temáticas. Nombro además a Octavio Fraga y su blog Cinereverso otro que tradicionalmente replicaba los textos de Candil

Uno de los primeros promotores que tuvo Candil, fue el investigador español Jon E. Illezcas, cuyos textos y datos son referentes  habituales en nuestros análisis. Por acá compartimos el prolongado intercambio que sostuvimos con él, muchos antes de que se presentara en La Habana su contundente libro La Dictadura del videoclip. Industria musical y sueños prefabricados. A Illescas  le debo la idea de compilar y organizar  varios de estos textos en un libro, ya se comprometió en hacer el prólogo. Tarea que espero cumplimentar antes que Candil cumpla los diez.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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