//

domingo, 24 de noviembre de 2024

Del 26 y sus metáforas

Analogías como Moncada/chispa y Revolución/amanecer prevalecen en los versos que hacen homenaje a los mártires y héroes del 26… 

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 25/07/2023
0 comentarios
Disco Trova
En 1969, Casa de las Américas puso a circular el disco 26 de Julio: los nuevos héroes, con cinco canciones de Silvio, Pablito y Noel (Tomada de web MINCULT)

Si desde tiempos inmemoriales, se ha  imaginado el sol como una gran bola de fuego. Y  el amanecer ha sido equiparado con el acto de encender una llama. Se ha hecho común referirse  al  “fuego de la Revolución” y representar a la Revolución como una llama encendida. Expandiendo hasta nuestros días las diversas significaciones  del fuego heracliteano. Bajo esta misma representación  metafórica del filósofo de Éfeso, en Cuba  es habitual referirnos a los sucesos  acontecidos el 26 de julio de 1953 como la chispa de la Revolución y de un nuevo día.
Vibraciones de una metáfora más profunda, esa en que se significa a Cuba como una incandescencia, como una estrella que flota en el firmamento que  puede rastrearse  desde el poema “La estrella de Cuba” de José  María Heredia, y en el  soneto  escrito en 1850  por el diseñador  de nuestra bandera Miguel Teurbe Tolón. La nación brilla  o se  eclipsa, se condensa o se disuelva,  en “el aire de luz” o en el “hado terrible”, en dependencia de la altura (moral)  o actitud de los cubanos, de la hondura  de su patriotismo

Esa misma analogía, de alumbramientos y oscuridades, de día y noche, de  libertad y opresión con sus giros y gravitaciones, prevalece en los versos y las canciones que durante 70 años han reverenciado aquellos  asaltos de la Utopía  a las lúgubres mazmorras de la desesperanza.

Así puede descubrirse en las cinco pistas del  disco 26 de Julio: los nuevos héroes, considerado el segundo álbum del Movimiento de la Nueva Trova y  puesto a circular por la Casa de las Américas en 1969, con motivo del décimo aniversario del Triunfo de la Revolución. También en la nota institucional para su presentación cuando se afirma: “El 26 de julio de 1953 surgieron los héroes de nuestro tiempo, los que encendieron las llamaradas de la actual Revolución cubana”.
“Canción del elegido”, escrita por el trovador Silvio Rodríguez como homenaje al  moncadista Abel Santamaría, es la más conocida de las composiciones de aquel disco.  
El poeta alude al héroe como venido del  cosmos, que según Heráclito es y será un fuego eternamente vivo   y como fuego, en tanto que rayo, dirige el universo: 
“Haré la historia de un ser de otro mundo
De un animal de galaxia
Es una historia que tiene que ver con el curso de la Vía Láctea”.

Pero no lo deja allá arriba, sino que lo naturaliza y lo acerca, al decir:  
“Fue de planeta en planeta
Buscando agua potable
Quizás buscando la vida
O buscando la muerte eso nunca se sabe
Quizás buscando siluetas
O algo semejante
Que fuera adorable
O por lo menos querible, besable, amable”.

O con estos otros, con los que lo “baja” a  la altura de su trascendencia: 
“Y al fin bajo hacia la guerra
¡Perdón! quise decir a la tierra”.
Una trascendencia alcanzada al comprometerse con los de abajo, al buscar la  luz, como martiano consecuente, al buscar la paz haciendo su “guerra necesaria”. Y el agua,  para que germinara la “Revolución encendida, de libertad y de justicia” como aludiera Fidel, el gran amigo de Abel.
Hay quien relaciona “el elegido”  con el “hombre nuevo”. Otros, con  Jesús Nazaret, por esa alegoría de "sintió en su cabeza cristales molidos", en referencia a la coronación de espinas con la que fue castigado el “primer revolucionario”.
Completan el fonograma, grabado en 1968,  otro tema de  Silvio Rodríguez (“Todo el mundo tiene su Moncada”),  otros dos de Noel Nicola (“26” y “Qué hay”) y uno de Pablo Milanés (“Moncada”).

 

Casi las mismas  ideas sobre la trascendencia y la naturalidad el acto heroico  transversalizan las dos composiciones de Silvio. En “Todo El Mundo Tiene Su Moncada” como que se expande el verso aquel de “buscando la vida/O buscando la muerte eso nunca se sabe”. Y también, como en la otra canción Silvio pone en tención  analogías  tradicionales; en este caso  día/vida y noche/muerte, o gloria/trascendencia. El gran valor de los moncadistas fue corresponder  a las circunstancia y, con la inquietud de las  llamas, sin importarle qué sacrificar, buscar en su propia estatura  la altura moral  de su tiempo. 
“Menos mal que existen
Los que no tienen nada que perder
Ni siquiera la muerte”
(…)
“Menos mal que existen
Los que no dejan de buscarse a sí
Ni siquiera en la muerte
De buscarse así”.

Ideas  que resuenan  con las que también hiciera sobre la trascendencia Noel Nicola, quien se pregunta y responde en “26”: 
¿Cuestión de seres superiores?
No lo creo.
¿Cuestión de hombres con "h" grande?
Eso sí.
Y más explícitamente   en “Qué hay”:
“¿Qué hay delante de la vida,
por detrás de la muerte,
al lado del amor?”

En los siguientes de “26”  son explicitas las alusiones a la Revolución permanente  que se prendió aquella madrugada de la Santa Ana:  
“Amanece,
Y a cualquier hora se siente
Pero ahora está amaneciendo.

¿cuestión de esquemas y valores?
No lo dudo.
¿cuestión de haber nacido a tiempo?
Puede ser.
¿cuestión de mostrarse similares?
Siempre hay tiempo:
Hay un almanaque lleno de días 26.
Amanece”.

Noel, con profundo calado conceptual, musicaliza sus  reflexiones en torno a las situaciones límites que ponen a prueba a los revolucionarios en todos los tiempos, también a ellos.

La canción de Pablo, con otra cuerda musical, se estructura esencialmente  sobre las mismas analogías de Revolución/amanecer  y el origen cósmico de los héroes:
 “Del último amanecer sin alba quiero hablar,
no sé si tendré palabras para decir.
Después de mucho anochecer
siete gigantes aún por caer,
una verdad,
mil mentiras,
se hizo el día”.
Los  tres jóvenes trovadores (Pablo con 25 años, Silvio y Noel con 22) hallaron inspiración en la gesta incandescente del 26. Aquella chispa  que desencadenó en la Revolución que entonces cumplía una década. Correspondían, además,  al apoyo brindado por  la moncadista Haydée al MNT  que surgía como expresión musical de los nuevos tiempos.

 


Compartir

José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


Deja tu comentario

Condición de protección de datos