Tanto en Teledirigir al teletrabajador (I parte) como en Teledirigir al teletrabajador (II parte) mencionamos bondades del trabajo a distancia y el teletrabajo, pero hicimos la observación de que la organización del trabajo y la gestión de dirección también debían armonizar con tal modalidad laboral.
Se está repitiendo mucho que “vino para quedarse”, pero si nos guiamos por lo que relata Julio César, habría que creer que será mientras esté la crisis de la pandemia, y que tan pronto el nuevo coronavirus se vaya retirando, también lo hará la práctica de poder rendir la faena fuera del centro habitual.
Al consultarle sobre las afirmaciones de las dos notas anteriores a esta, solamente hizo una valoración y el resto que se suponía que debían ser las esperadas respuestas se convirtieron en varias preguntas que evidentemente no estaban dirigidas a este periodista.
Explicó que cuando las medidas de enfrentamiento y control a la COVID-19 indicaron cerrar sus locales de trabajo, les llevaron las computadoras para sus casas, donde cumplieron todas las faenas asignadas para la etapa.
Por supuesto que su empresa no le pagó los gastos de electricidad ni tampoco le facilitó la alimentación, pero aun así es evidente que se siente satisfecho con poder realizar las tareas en su hogar, donde puede estar al tanto también para resolver situaciones domésticas y personales.
Sus preguntas:
¿Cómo mi empresa nos podrá mantener trabajando las ocho horas si les redujeron aún más la asignación de electricidad que ya no alcanzaba con lo que teníamos?
¿Por qué no se cumple lo que es una indicación de la más alta dirección del país de aplicar el teletrabajo en todos los casos que sea posible? ¿O es que quienes teletrabajamos en los tiempos de crisis de la pandemia fuimos incumplidores?
¿Cuándo mi empresa tendrá un poco más de combustible? La respuesta es lo único que me hace falta para saber cuándo vendrán a recoger la computadora que me trajeron hasta la casa para que trabajar y lo hice bien.
¿Que si ya entregué mi trabajo? ¿Cómo lo voy a entregar si cuando fui a hacerlo no pude acceder a mi carpeta para colocar los documentos? ¿Por qué no previeron dar los permisos? ¿Y eso no lo tienen que prever los jefes? ¿Acaso no preví yo todo lo mío, desde organizar mi trabajo en ambiente hogareño hasta buscar los muebles y tomacorrientes donde colocar la computadora? ¿También tú quieres que yo piense por los encargados de dirigir y organizar?
¿Para quedarse qué? ¿El teletrabajo? ¿Y si es para quedarse por qué se está yendo junto con el nuevo coronavirus? ¿Que si eso es nada más que en mi empresa? Bueno… averigua y me cuentas…
Ante tantas preguntas que, sin dudas, llevan implícita sus correspondientes respuestas, aunque esta es la parte final de este tema, tendremos que dejarlo pendiente para continuar en próximos meses.
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