Sobre la llegada a los mercados del jurel a 20 pesos la libra se pudieran hacer innumerables reflexiones en dependencia de los puntos de vista e intereses de cada uno, pero la propuesta de este viernes es concentrarnos en un solo asunto: la autoprotección del consumidor.
Esta nota tiene como antecedente ¿Caro? ¡No comprar!, donde se expone la idea de ponernos de acuerdo para no comprar lo que tenga precios abusivos, o simplemente consideremos que están muy elevados y nadie nos pueda demostrar lo contrario.
Desde el 14 de marzo de 2014 que surgió este blog, el tema de precios y salarios ha sido tratado en reiteradas ocasiones, y estos son algunos de los publicados: ¿Aumentar salario pagando el mismo sueldo?, Comprar más ¡y con el mismo salario!, Entre salarios y precios hay una mafia, Precios “A oferta contra demanda”, entre otros.
En esos viernes están los antecedentes, pero no el tema en sí que abordamos hoy relacionado con que cada vez se sumen más consumidores a no comprar si lo consideran caro.
Abundan los ejemplos de cómo inescrupulosos vendedores se ponen de acuerdo para imponer el mismo alto precio en todas partes, lo cual logran con facilidad en la misma medida en que escasea un producto.
Sin embargo, no hay tantos ejemplos de que los clientes rechacen comprar si les parece exorbitante el precio, pues es dificultoso vencer la tentación de no sacar ventaja de tener más dinero que otros para adquirir algo.
El caso más generalizado de clientes o consumidores puestos de acuerdo, es el de la negativa a comprar el jurel a 20 pesos la libra, caso en el que según la nota del MINCIN tuvieron en cuenta las opiniones de la población con respecto a la venta minorista del jurel congelado entero.
Esas opiniones, además de expresadas verbalmente, por escrito y hasta sin palabras mediante gestos, tuvo expresión concreta en el acto específico de no comprarlo, lo cual estimuló a que a un análisis del Grupo de Alimentos del Ministerio del Comercio Interior, que decidió poner en vigor, a partir del 1ro. de septiembre, la Resolución 319/2019, mediante la cual se aprueba la disminución de un 25 % del precio minorista de ese producto, lo que significa que pasa de 20 pesos a 15 pesos la libra.
Los consumidores o clientes, como prefiera llamarse, son objeto de observación por parte de los comerciantes, vendedores (o revendedores, si se prefiere el término) que van probando los límites, sobre todo los del llamado mercado de oferta y demanda, donde hasta ahora han demostrado que prima la tendencia a poner el precio lo más alto posible.
Sin ningún tipo de formalidad, cada uno por su cuenta, puede tomar la decisión de no comprar lo que considere caro, aunque para ello hay que vencer la tentación de sacar ventaja sobre los demás por poder pagarlo.
No olvidemos que cuando los vendedores actúan con su lado egoísta, lanzan el anzuelo con la carnada de miedo a al desabastecimiento, y si “picamos” volverán a subir el precio.
oslaida
13/9/19 22:55
No es lo mismo cuando se trata del tema del transporte, me refiero al caso de los cuentapropistas de Santa Clara, muchos de los cuales hacen caso omiso de las regulaciones; si no pagas los cinco que piden —incluso cuando sabemos que son tres—, corre uno el riesto de quedarse botado lejos de casa ante la situación actual del transporte urbano estatal. Creo que es más fácil dar la espalda a un producto comestible caro y al Criollos, a pesar de su importancia para el fumador empedernido.
sachiel
13/9/19 10:52
Bueno, pero sigo oyendo opiniones de personas que dicen que no les importa, que ellas compran todo el que puedan, valga lo que valga. En que porciento ubicariamos hoy a ese sector que compra mayorista, y no siempre es para revender, sino para disfrute personal?
arturo chang
13/9/19 20:41
Efectivamente, sachiel, hay quienes dicen que compran todo lo que puedan al precio que lo encuentren porque para eso tienen el dinero, pero para combatir los precios altísimos seguirá siendo una buena herramienta, no comprar lo que consideremos caro. Sin dudas, mientras haya quien compre, siempre habrá quien venda.
Gerardo
13/9/19 7:47
Además del Jurel de $20.00 está el ejemplo de los cigarros Criollos que al principio trataron de venderlo a $9.00 la cajetilla y por el rechazo popular se vieron obligados a bajarlo a $7.00. Por otra parte recuerden que ¨oferta y demanda¨ es el eufemismo -al cual somos tan dados los cubanos- conque tildamos el neoliberalismo en Cuba (donde sea el mercado quien dicte las normas).
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