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lunes, 25 de noviembre de 2024

Ubicuidad

En la medida en que se ha desarrollado la ciencia y la técnica, la ubicuidad ha ido dejando de ser vista solo como un don divino...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 07/06/2019
2 comentarios
Ubicuidad
Bienvenidas las tecnologías para estar en todas partes, pero sin renunciar a conversar en persona (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Aunque en la década de los años 70 del siglo pasado se notaba un incremento de los teléfonos a partir de sumar las plantas traídas de países socialistas a las de añeja tecnología norteamericana, no eran suficientes, y lo común era que cada cual ideara sus maneras muy propias de comunicarse con quien necesitara.

O también era cotidiano tomar decisiones basadas en imaginar lo que el otro hizo o dejó de hacer, pues si uno tenía un teléfono público para hacer la consulta, el otro no disponía de uno en su casa y tampoco en el centro de trabajo.

Para preguntar asuntos urgentes podía utilizarse una vía tan rápida como los telegramas, pero demoraban el tiempo que se tomaba el correo para hacerlo llegar a través del mensajero, y lo mismo sucedía con la respuesta.

Aunque la extensión y el avance del uso de las nuevas tecnologías distan de alcanzar lo deseado, lo cierto es que los pasos dados desde la década de los 70 hasta la fecha son significativos, y merece estudiarse cómo han influido en el comportamiento humano en Cuba.

Cada vez menos espacio deja el arte de tratar de adivinarle el pensamiento a alguien que está lejos, sencillamente, se hace la indagación mediante una llamada de telefonía fija, correo electrónico, SMS, o se apela al WhatsApp, a Facebook, o a cualquiera de los recursos disponibles en Internet.

Ya no hay que ir hasta una oficina especializada a conectarse a la red de redes, pues aumentan las zonas wifi. Cualquiera puede no ser dueño de una computadora, pero están creciendo los hogares donde hay más de un teléfono celular y alguno dotado de navegación por datos móviles.

Lo que se denomina empatía, y algunos lo aluden con la frase: “ponerse en los zapatos del otro”, va cediendo terreno, porque ya no se requiere tanto sentir como el otro para decidir qué hacer, pues sencillamente se le hace una llamada por los medios modernos y se le pregunta.

No solo hay cambios en asuntos de sentimiento, sino que también influyen en las gestiones de dirección, pues si un directivo olvida incluir algo en el plan de trabajo del subordinado, sencillamente (a última hora) puede tomar el celular, dar la orden que el otro debe tratar de cumplir aunque le quede menos tiempo.

Sin embargo, no son las tecnologías las causantes de estos desaguisados, sino quienes la usamos. De hecho, tienen bondades tales como evitar la reunión requerida del traslado de cualquier cantidad de personas porque es posible comunicarse con ellas mediante una teleconferencia.

Una larga lista de ventajas y desventajas puede hacerse, pero por muchas que sean las primeras, que permiten una especie de ubicuidad en el ciberespacio y el cibertiempo, hasta hoy no sustituyen la gestión itinerante, el estar en los espacios físicos y de tiempo en un lugar intercambiando humanizadamente con el prójimo.

No es bueno no llegar, pero también es malo pasarse. Bienvenidas las nuevas tecnologías para estar en todas partes, en cualquier momento, pero sin renunciar al método de estar en un solo lugar, a una sola hora, para conversar, mirar, vivir el instante sin estar mediatizado por ningún aparato.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 2 comentarios


senelio ceballos
 9/6/19 8:43

Saludos Lic.Chang!! DE DONDE ud saca esas palabras ultimamente!!  jajaja Se nota  que es un gran periodista y yo su admirador- lector y critico implacable!!! El guajiro de playa fria

Paloma
 7/6/19 11:01

Saludos estimado Chang. Apoyo totalmente lo que expresa y solo acotaría que la no observancia de los principios que rigen la socialización conlleva a un detrimento paulatino de las potencialidades que tenemos a nivel sensorial, dígase el discernimiento, el sentido común, etc. De ahí las "preguntas bobas" porque al final resulta mucho más fácil preguntar qué o cómo se hace tal o mas cual cosa que desempeñarse desde una posición de mejora continua , en aras de utilizar mejor nuestras capacidades y sobre todo, evitar las dependencias innecesarias que tanto daño nos hacen no solo en lo personal sino en lo social. El acceso a las TIC, como bien dice, "no sustituyen la gestión itinerante, el estar en los espacios físicos y de tiempo en un lugar intercambiando humanizadamente con el prójimo."

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