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domingo, 22 de diciembre de 2024

Un estúpido puede ser inquilino de la Casa Blanca

El déficit mental entre los inquilinos de la Casa Blanca cuenta con un prolongado historial, desde la muerte de Franklin Delano Roosevelt...

Cubahora
en Exclusivo 29/02/2012
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George W. Bush
El déficit mental entre los inquilinos de la Casa Blanca cuenta con un prolongado historial.

El presidente George W. Bush llegó a Atenas, y allí comenzó su discurso con este vocativo: Grecians!

Había una diminuta dificultad: en inglés la palabra que designa a los griegos es Greeks. Aquel alcornoque no conocía ni siquiera la lengua materna, que se supone mamara de los pechos de su progenitora.

Durante años la gente de todo el planeta, a la hora de carcajearse, citaba la más reciente burrada del mandatario.

El actor norteamericano Robin Williams pronunció unas palabras que retratan a aquel lamentable cerebro de pollo. Dijo Williams: “Si la corbata está muy apretada, la sangre fluye al cerebro con dificultad, y uno comienza a razonar como George W. Bush”.

BUSH NO HA ESTADO SOLO

Ya durante su mandato, el padre de míster Dobliu, el Senior estuvo bien escoltado, en excelente compañía cuadrúpeda. (Claro, nadie puede pretender arrebatarle el título a Dobliu, a quien alguien calificó de “cretino integral”. Pero dígase que Dan Quayle es un borrico de campeonato).

El vice, en Argentina, expresó su pesar por hallarse en América Latina y no saber latín. Para tratarlo bien, y no ensañarnos, declárese que, quien fue segundo timonel de la nave norteamericana, recibió una preparación escolar a todas luces deficitaria. Sí, no se había enterado que el latín evolucionó localmente para dar lugar a las lenguas romances, como el italiano, el francés o el portugués. Y el castellano, que, si no me demuestran lo contrario, es lo que hablan los argentinos.

UNA LARGA HISTORIA DE IMBECILIDAD

El déficit mental entre los inquilinos de la Casa Blanca cuenta con un prolongado historial, desde la muerte de Franklin Delano Roosevelt. Su sustituto, Harry S. Truman, era un ser malvado, quien con su familia fue serenamente a la iglesia el domingo posterior al holocausto de Hiroshima. Pero no dejaba de ser, también, un retrasado mental.

De cierto presidente se dijo que era incapaz de silbar y abrocharse los zapatos simultáneamente. Hubo otro a quien llevaron más recio, pues se aseguraba que no podía satisfacer la necesidad fisiológica de primer grado y leer el periódico al mismo tiempo.

Sobre otro de los presidentes, un lexicógrafo, al definir la palabra “cretino”, propuso que se inventase un término aún más degradante, para aplicárselo.

Y DEL ACTUAL PERSONAJE...¿QUÉ?

Cuando Obama ascendió al mando de la nación norteña, todo el mundo sabía que en la Casa Blanca iba a estar alguien más inteligente que Dobliu. Claro, eso era fácil frente a quien había acumulado calificativos como borrico, retrasadillo o mentecato. La famosa actriz Barbra Streisand expresó su alivio, por tener a alguien con seso al frente de la nación.

Ah, pero dígase que Obama no ha estado a salvo de colosales meteduras de pata. Así, se refirió a “los cincuenta y siete estados de la Unión Americana”, lo cual sería más o menos lo mismo que hablar de “las veinticuatro provincias de Cuba”. (Al parecer, el conocimiento de la división politicoadministrativa del país que manda no es su fuerte).

Y en el cementerio de Arlington dijo que todos los que allí reposaban estaban muertos… lo que resulta muy natural para quienes residen en cualquier camposanto.


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